Las duras manifestaciones que se han desencadenado en varias ciudades de Estados Unidos, tras la muerte de George Floyd en Minneapolis el lunes pasado, a mano de un oficial de policía, han ido escalando y la noche de este domingo tuvieron su punto más alto en Washington, donde cientos de manifestantes atacaron la propia Casa Blanca.
Así lo reportaron anoche varios medios y videos compartidos por usuarios de redes sociales, donde se apreció claramente el caos que se vivió en inmediaciones de la Casa Blanca.
Los hechos violentos que empezaron a intensificarse desde el viernes, llevaron a que el presidente Trump fuera llevado por el Servicio Secreto a resguardarse en un búnker subterráneo, junto a su hijo menor y la primera Dama Melania, según lo reveló CNN.
Aunque fuentes cercanas a la Casa Blanca aseguraron que el mandatario estuvo allí, en un sitio diseñado para protegerse ante un eventual acto de terrorismo, por una hora, luego regresó a su residencia en la Casa Blanca, donde está siendo custodiado por más pie de fuerza que ha acudido a hacer labores de seguridad.
El periódico El Diario de Nueva York informó anoche que los manifestantes se congregaron en el parque Lafayette todo el fin de semana, y advirtieron que hubo enfrentamientos entre el Servicio Secreto y la policía para frenar a la multitud.
“Trump ha transmitido a sus asesores que le preocupa su seguridad y ha elogiado el trabajo del Servicio Secreto tanto en público como en privado”, aseguró el citado medio.
Fox News manifestó que más de 50 oficiales del Servicio Secreto resultaron heridos el domingo y que manifestantes arrojaron botellas y cócteles Molotov. Asimismo se mencionó que había carros con materiales incendiarios afuera.
Otro detalle que fue mencionado fue que las luces del exterior de la Casa Blanca fueron desactivadas, a fin de que el Servicio Secreto pueda usar equipos de visión nocturna para supervisar a los manifestantes frente a la Casa Blanca.
Por otro lado, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, decretó toque de queda desde las 11:00 de la noche del domingo hasta las 6:00 de la mañana del lunes (medida que no fue respetada por los manifestantes) y se llamó a unos 1,200 soldados de la Guardia de la ciudad para ayudar a contener las protestas.
CNN reveló también que en medio de las protestas incendiaron la casa parroquial de la histórica Iglesia Episcopal de San Juan, al lado de la calle de la Casa Blanca.
Trump se mostró activo en Twitter en medio de las manifestaciones y además de acusar a la prensa de ser responsable de atizar las protestas, pidió a las autoridades municipales donde hay protestas violentas, que se use mano dura.
“¡Cruzar las líneas estatales para incitar a la violencia es un DELITO FEDERAL! Los gobernadores y alcaldes liberales deben ponerse MUCHO más duros o el Gobierno Federal intervendrá y hará lo que tenga que hacer, y eso incluye usar el poder ilimitado de nuestros militares y muchos arrestos. ¡Gracias!”, dijo Trump en su Twitter.
“Apoyamos el derecho de los manifestantes pacíficos, y escuchamos sus súplicas. Pero lo que estamos viendo ahora en las calles de nuestras ciudades no tiene nada que ver con la justicia o la paz”, agregó la Casa Blanca en su Twitter.
El viernes pasado el presidente dividió opiniones, luego de decir que el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, era un “alcalde radical de izquierda muy débil”.
En una conferencia de prensa de emergencia a primera hora de la mañana, un periodista le preguntó directamente a Frey sobre ese comentario, así como otro tuit de Trump sobre disparar a saqueadores que luego generó un “aviso de interés público” de Twitter, que restringió las interacciones de las personas con él.
“Déjenme decir esto”, respondió Frey. “La debilidad es negarse a asumir la responsabilidad de sus propias acciones. La debilidad es señalar con el dedo a otra persona durante un momento de crisis. Donald Trump no sabe nada sobre la fuerza de Minneapolis. Somos fuertes como el diablo. ¿Es este un período de tiempo difícil? Sí, pero será mejor que estén seguro de que vamos a superar esto”.