Ya es bien sabido que el COVID-19 es especialmente peligroso para las personas con afecciones subyacentes, pero cualquier persona puede estar en riesgo de contraer coronavirus. Y en ese orden de ideas, muchos s epreguntan ¿cuáles son los riesgos para las personas con diabetes? Aquí te proporcionamos más detalles.
La diabetes puede poner a una persona en mayor riesgo de complicaciones, pero es menos probable si la diabetes está bien controlada.
Los CDC enumeran las condiciones subyacentes que pueden poner a alguien en mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave por coronavirus. Desafortunadamente, uno de esos puntos es la diabetes, especialmente diabetes que “no está bien controlada”.
“Otras afecciones de alto riesgo podrían incluir … ciertas afecciones médicas subyacentes, particularmente si no están bien controladas, como aquellas con diabetes, insuficiencia renal o enfermedad hepática también podrían estar en riesgo”, aseguran los CDC.
Según la Asociación Americana de Diabetes (ADA), el problema no es el riesgo de contraer coronavirus, sino el riesgo de complicaciones.
“El problema que enfrentan las personas con diabetes es principalmente un problema de peores resultados… En China las personas con diabetes tuvieron tasas mucho más altas de complicaciones graves y muerte que las personas sin diabetes, y en general creemos que a mayor condición de salud alguien tiene (por ejemplo, diabetes y enfermedad cardíaca), mayor es su probabilidad de tener complicaciones graves de COVID-19”, afirma ADA.
Sarah Sato, del Centro Alpino de Diabetes, Endocrinología y Metabolismo, le dijo a Endocrine Web que el daño causado por la diabetes podría retrasar la curación, lo que también podría retrasar al cuerpo a combatir una infección.
ADA agrega que las personas con diabetes tienen más probabilidades de experimentar síntomas graves cuando se infectan con cualquier virus, no solo COVID-19. Pero, este riesgo disminuye bastante si la diabetes está bien controlada.
ADA escribe: “Si la diabetes está bien controlada, el riesgo de enfermarse gravemente por COVID-19, es casi el mismo que el de la población en general”.
El doctor Gregory Forlenza le dijo a CBS Denver lo mismo, señalando que las personas con diabetes bien controlada no parecen tener ningún riesgo mayor.
La ADA señala que, en este momento, no se sabe si existe una diferencia de riesgo entre la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. Qué tan bien se maneja la diabetes es lo más importante.
Si tiene síntomas de diabetes y coronavirus, debe hablar con tu médico. La ADA recomienda tener disponible su lectura de glucosa y de cetonas, realizar un seguimiento de su consumo de líquidos y tener claro exactamente qué síntomas está experimentando. Las señales de advertencia de emergencia incluyen dolor o presión persistentes en el pecho, dificultad para respirar o falta de aliento, confusión o incapacidad para despertar, o labios o cara azulados, señala la ADA.
Si tiene diabetes u otra afección de salud subyacente, trate de quedarse en casa y siga las pautas de los CDC para mantener su hogar seguro.
Los CDC enumera 10 categorías para condiciones subyacentes.
Los CDC publicaron un documento el 12 de marzo de 2020 titulado “Implementación de estrategias de mitigación para comunidades con transmisión local de COVID-19”. En ese documento, enumeraron las condiciones subyacentes que podrían poner a una persona en mayor riesgo de desarrollar COVID-19 grave.
-El documento enumera lo que los CDC consideran condiciones subyacentes que pueden aumentar su riesgo. Aquí hay una cita directa del documento de los CDC:
-Trastornos de la sangre (Ej., Enfermedad de células falciformes o anticoagulantes)
-Enfermedad renal crónica, según lo definido por su médico. Se le ha dicho al paciente que evite o reduzca la dosis de medicamentos debido a una enfermedad renal, o está bajo tratamiento para la enfermedad renal, incluida la diálisis.
-Enfermedad hepática crónica según lo definido por su médico. (por ejemplo, cirrosis, hepatitis crónica) Se le ha dicho al paciente que evite o reduzca la dosis de medicamentos debido a una enfermedad hepática o que se encuentra en tratamiento por enfermedad hepática.
-Sistema inmunitario comprometido (inmunosupresión) (Ej., Ver a un médico por cáncer y tratamiento como quimioterapia o radiación, recibió un trasplante de órgano o médula ósea, tomando altas dosis de corticosteroides u otros medicamentos inmunosupresores, VIH o SIDA).
-Embarazo actual o reciente en las últimas dos semanas.
-Trastornos endocrinos (Ej., Diabetes mellitus)
-Trastornos metabólicos (como trastornos metabólicos hereditarios y trastornos mitocondriales)
-Enfermedad cardíaca (como enfermedad cardíaca congénita, insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedad coronaria)
-Enfermedad pulmonar que incluye asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (bronquitis crónica o enfisema) u otras afecciones crónicas asociadas con la función pulmonar deteriorada o que requieren oxígeno en el hogar
-Afecciones neurológicas y de desarrollo neurológico [incluidos trastornos del cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos y los músculos, como parálisis cerebral, epilepsia (trastornos convulsivos), accidente cerebrovascular, discapacidad intelectual, retraso del desarrollo de moderado a severo, distrofia muscular o lesión de la médula espinal].
Los CDC mencionaron específicamente la diabetes, la enfermedad cardíaca y la enfermedad pulmonar como afecciones subyacentes comunes aquí.
En esta página, los CDC enumeran afecciones de alto riesgo, como ser mayores de 65 años, vivir en un hogar de ancianos o centro de atención a largo plazo, o personas con enfermedad pulmonar crónica o asma moderada a grave, personas con afecciones cardíacas graves, personas quienes están inmunocomprometidas (incluso para el tratamiento del cáncer), personas con obesidad severa (un IMC mayor o igual a 40) o ciertas afecciones subyacentes no controladas como diabetes, insuficiencia renal o enfermedad hepática.