Una de las primeras cosas que Joe Biden hizo cuando asumió la Presidencia de Estados Unidos hace 100 días, fue presentar un proyecto de ley de reforma migratoria en el Congreso, que daría camino a la legalización a más de 11 millones de indocumentados. Y al ver que la propuesta no se ha movido en el Senado, el presidente Biden aprovechó el discurso del Estado de la Unión para hacer un llamado urgente a que los legisladores se muevan y aprueben la legalización de los inmigrantes que viven en el país sin documentos.
En su discurso, el presidente demócrata fue mordaz al señalar la falta de acciones reales de los gobiernos anteriores para resolver la crisis migratoria, y aseguró que su proyecto de ley cubre todos los flancos que requieren acción inmediata.
“La inmigración siempre ha sido esencial para Estados Unidos. Pongamos fin a nuestra agotadora guerra por la inmigración. Durante más de 30 años, los políticos han hablado sobre la reforma migratoria y no han hecho nada al respecto. Es hora de arreglarlo”, dijo Biden, desafiante.
“El primer día de mi presidencia, mantuve mi compromiso y envié un proyecto de ley de inmigración integral al Congreso. Si creen que necesitamos una frontera segura, apruébenlo. Si creen en un camino hacia la ciudadanía, apruébenlo. Si realmente desean resolver el problema, les envié un proyecto de ley, apruébenlo”, agregó. “Si no le gusta mi plan, al menos aprobemos aquello en lo que todos estamos de acuerdo”.
El mandatario estadounidense recalcó en su discurso sobre el Estado de la unión que se adopten pasos inmediatos, y que antes de que finalice el 2021 la legalización de inmigrantes como los llamados soñadores, que llegaron al país siendo menores y que están protegidos por el programa DACA, y los llamados tepesianos, beneficiarios del TPS, sea una realidad.
“El Congreso necesita aprobar una legislación este año para finalmente asegurar la protección de los Dreamers, los jóvenes que solo han conocido a Estados Unidos como su hogar. Y protecciones permanentes para inmigrantes en estatus de protección temporal (TPS) que provienen de países acosados por la violencia y los desastres naturales y provocados por el hombre”, dijo Biden. “Así como un camino hacia la ciudadanía para los trabajadores agrícolas que ponen comida en nuestras mesas”.
Y tras los ataques de los fue víctima la comunidad inmigrante bajo los últimos 4 años de la Administración Trump, el presidente Biden recalcó, en un mensaje totalmente opuesto al republicano, que los inmigrantes son parte del país y que el Congreso tiene que moverse.
“Los inmigrantes han hecho mucho por Estados Unidos durante la pandemia, como lo han hecho a lo largo de nuestra historia. El país apoya la reforma migratoria. El Congreso debería actuar”, dijo el Presidente.
Biden se refirió además a la crisis en la frontera, hasta donde han llegado miles de inmigrantes provenientes de países de Centroamérica, y dijo que no se pueden ignorar las realidades que hacen que familias enteras traten de buscar una vida mejor en Estados Unidos.
“También tenemos que llegar a la raíz del problema de por qué la gente está huyendo a nuestra frontera sur desde Guatemala, Honduras, El Salvador. La violencia. La corrupcion. Las pandillas. La inestabilidad política. Hambre. Huracanes. Temblores… Cuando fui vicepresidente, me concentré en brindar la ayuda necesaria para abordar estas causas fundamentales de la migración. Ayudó a mantener a las personas en sus propios países en lugar de verse obligados a irse. Nuestro plan funcionó. Pero la última administración lo cerró”, advirtió Biden.
“Estoy restaurando el programa y le pedí a la vicepresidente Harris que dirigiera nuestros esfuerzos diplomáticos. Tengo absoluta confianza en que hará el trabajo”, concluyó.