A partir del próximo 26 de enero todos los pasajeros que quieran ingresar a territorio de los Estados Unidos por vía área, tendrán que presentar una prueba negativa de Covid-19, la cual tendrá que ser realizada en un tiempo de 72 horas, es decir, tres días antes de tomar el respectivo vuelo. Así lo ha dado a conocer el Gobierno de los Estados Unidos, por medio de una orden emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del país, en un comunicado oficial. De igual forma, la información fue confirmada por The Wall Street Journal.
¿Qué dice el comunicado?
De acuerdo con Robert Redfield, director de los CDC, en coordinación con la Casa Blanca de Estados Unidos, han llegado a la conclusión de implementar la medida, debido a los altos casos de contagios que vive el país, el cual enfrenta una situación crítica de virus.
“Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades están ampliando el requisito de una prueba COVID-19 negativa a todos los pasajeros aéreos que ingresan a los Estados Unidos. Las pruebas antes y después del viaje son una capa crítica para frenar la introducción y propagación del COVID-19. Esta estrategia es consistente con la fase actual de la pandemia y protege de manera más eficiente la salud de los estadounidenses”.
Cabe resaltar que esta prueba exigida, que entrará en vigor solo seis días después del acto de posesión de la presidencia de Estados Unidos de Joe Biden, es válida para todos los pasajeros que vuelen desde el extranjero y quieran ingresar a los Estados Unidos, incluidos ciudadanos estadounidenses que regresen a su país. Por lo que nadie estará exento de esta medida, y todas las personas tendrán la obligación de presentar la prueba negativa a su respectiva aerolínea.
“Hacer test no elimina todos los riesgos, pero, cuando se combina con un periodo de cuarentena y las precauciones cotidianas como llevar mascarilla y el distanciamiento social, puede hacer que viajar sea más seguro, más saludable y más responsable al reducir la propagación en aviones, aeropuertos y destinos”, dijo el director de los CDC, Robert Redfield.
Las personas que no cumplan con este requisito se exponen a ser rechazados de ingresar a los vuelos, o negársele la entrada al país. De igual manera, los CDC, recomiendan testearse entre tres y cinco días luego de llegar a destino y aislarse durante una semana.
“Los CDC recomiendan volver a hacerse la prueba entre los primeros 3 a 5 días desde la llegada y permanecer en casa durante 7 días después del viaje. Esto ayudará a frenar la propagación del COVID-19 dentro de las comunidades de EE. UU.” Dice en el comunicado, el director Robert Redfield.
¿Esta medida ya no era un requisito?
No. La norma solo aplicaba para viajeros procedente de Reino Unido, la cual se había adoptado en el mes de diciembre. Esta exigía una prueba de coronavirus negativa realizada 72 horas antes del viaje a quienes venían desde aeropuertos británicos. Ahora, es mucho más exigente, teniendo en cuenta la variante del virus que se registró en todo Inglaterra, que ya ha dejado varios casos en Estados Unidos. Esta variante es mucho más contagiosa que la que ya azota a todo el mundo desde el año 2020.
“Las variantes del virus SARS-CoV-2 continúan surgiendo en países de todo el mundo y hay evidencia de una mayor transmisibilidad de algunas de estas variantes. En EE. UU. ya ha estado en aumento repentino, el requisito de pruebas para los pasajeros aéreos ayudará a frenar la propagación del virus mientras trabajamos para vacunar al público estadounidense”.
Según The Wall Street Journal ante esta nueva medida, “las aerolíneas estadounidenses han expresado su apoyo al nuevo requisito” para reducir la propagación del COVID-19
“Las aerolíneas deben confirmar el resultado negativo de la prueba para todos los pasajeros o la documentación de recuperación antes de abordar. Si un pasajero no proporciona documentación de una prueba o recuperación negativa, o elige no realizar una prueba, la aerolínea debe denegar el embarque al pasajero”. Afirman los CDC.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia de virus del coronavirus en todo el mundo y acumula ya más de 22,6 millones de casos positivos y más de 378.000 fallecimientos, según las últimas cifras.