En un hecho histórico, y considerado uno de los triunfos recientes más grandes de la comunidad inmigrante en Estados Unidos, el movimiento neoyorquino que vela para que los trabajadores sin papeles que fueron excluídos de las ayudas federales y el seguro de desempleo estatal por la crisis del COVID-19 reciban la ayuda que se merecen, se anotó una victoria este miércoles 7 de abril.
La Legislatura estatal de Nueva York, a pesar de la férrea oposición de varios senadores conservadores, aprobó la asignación de $2,100 millones de dólares para crear un fondo de estímulo económico, con el que se ayudará a unos 290,000 trabajadores indocumentados con cheques de alivio.
Así lo confirmó en diálogo con Ahoramismo la asambleísta Carmen de la Rosa, impulsora del proyecto, quien se mostró orgullosa con el resultado logrado, aunque originalmente el pedido era para que aprobaran $3,500 millones.
La decisión de los $2,100 millones de dólares fue tomada dentro de la presentación del presupuesto del Estado de Nueva York para el año fiscal que comienza, que tuvo como telón de fondo una intensa y dramática huelga de hambre, en la que unos 100 indocumentados que perdieron sus trabajos y todos sus ingresos debido a la pandemia del COVID-19, exigían apoyo del Estado para los trabajadores excluídos.
Debido a su estatus migratorio, los trabajadores indocumentados de Nueva York que perdieron sus empleos no recibieron ninguno de los 3 cheques de estímulo que ha dado el Gobierno federal ni tampoco pudieron calificar para obtener los beneficios de seguro de desempleo aprobados por 39 semanas, inicialmente.
El periódico El Diario NY destacó la noticia y mencionó que tras el triunfo obtenido, se puso fin a la huelga de hambre que duró 23 días y el sentimiento entre los manifestantes fue de gozo, pero al mismo tiempo de crítica al gobierno estatal por haberlos llevado a medidas extremas como esa para darles ayuda.
“Han pasado 23 días sin comer, en los que tenían hambre y dolor. Pero no solo han pasado 23 días. De hecho, han sido décadas de dolor, el dolor de la indiferencia y la negligencia. Hoy, nuestro trabajo ha sido reconocido. Nuestra dignidad ha sido reconocida y levantada al aprobar este fondo”, aseguró Ana Ramírez, miembro de la organización “New York Communities for Change”, una de las huelguistas.
En diálogo con el citado medio, el ecuatoriano Felipe Idrovo, de la organización Make the Road New York, quien estuvo en la huelga los 23 días, y quien perdió a su hermano víctima de COVID-19, se mostró emocionado con el desembolso que hará el Estado para ayudar a los trabajadores excluídos como él.
“Este país es conocido por la democracia y por las libertades, pero la forma en que las conseguimos es luchando en las calles y exigiendo lo nuestro. Continuaremos luchando durante muchos años más”, dijo el inmigrante.
A través de un comunicado, el presidente de la Asamblea, Carl Heastie, explicó que el fondo de ayuda será administrado por el Departamento de Trabajo del Estado y dará apoyo a los trabajadores que no tengan acceso a fondos de desempleo, ni estímulos federales ni otros fondos de asistencia en la pandemia de COVID-19.
“Durante la pandemia de COVID-19, los trabajadores esenciales en todo el estado arriesgaron sus vidas para mantener nuestro estado en movimiento y nuestras familias seguras”, dijo Heastie. “Cuando las tasas de desempleo se dispararon el verano pasado, muchos de esos abnegados trabajadores fueron excluidos de cualquier tipo de asistencia federal durante esta pandemia y debemos cuidar de todos los neoyorquinos”.
La asambleísta Carmen De La Rosa dijo: “Todo neoyorquino trabajador merece un alivio de los efectos devastadores de esta crisis económica y de salud y estas comunidades estuvieron en el epicentro de esta pandemia, pero no han recibido ningún alivio financiero. Este fondo garantiza que todos los neoyorquinos sean tratados con dignidad y apoyados durante este momento difícil”.
En la legislación aprobada por la Asamblea se advierte que los “trabajadores excluidos” que se beneficiarán con los cheques de ayuda que se emitan, incluirá a “cualquier individuo que no cumpla con los requisitos de elegibilidad para los beneficios de desempleo estatales o federales y que no haya recibido ninguno de dichos beneficios; no cumple con los requisitos de elegibilidad para los pagos de estímulo federal; y ha sufrido una pérdida de ingresos laborales o del hogar debido al COVID-19. Esto podría incluir el haber perdido el empleo, las horas de trabajo o convertirse en el sostén de la familia o en la principal fuente de ingresos de un hogar en caso de que el jefe de hogar haya fallecido o quede discapacitado”.
En su comunicado, la Legislatura agregó que “los beneficios estarían disponibles para cualquier trabajador excluido cuyas ganancias brutas relacionadas con el trabajo no excedan los $26,208 en los 12 meses anteriores a la fecha de vigencia del programa, lo que representa la cantidad máxima de beneficios por desempleo que estas personas habrían recibido de otra manera, si fueran elegibles por desempleo”.
Además manifestaron que cada individuo deberá presentar prueba de identidad, prueba de residencia en el estado de Nueva York y prueba de elegibilidad relacionada con el trabajo durante el período de beneficios entre el 27 de marzo de 2020 y el 1 de abril de 2021 para poder aplicar.