La congresista republicana Liz Cheney, número 3 del Partido Republicano en la Cámara Baja, fue apartada del liderazgo de formación de la Cámara de Representantes. La medida fue ejecutada por el ala conservadora del partido tras las críticas de Cheney contra el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump.
Con fuertes críticas a Donald Trump, la representante Liz Cheney pronunció este miércoles su último discurso antes de que le quitaran en liderazgo. También apuntó contra los miembros del partido que guardan fidelidad a Trump. Consumada esta medida, el expresidente enfatiza su dominio sobre el Partido Republicano.
“No me quedaré sentada a mirar en silencio mientras otros llevan a nuestro partido por un camino que abandona el Estado de derecho y se unen a la cruzada del ex presidente para socavar nuestra democracia”, expresó Cheney este miércoles.
La política trató de “mentiroso” a Donald Trump y dijo que ella no va a ser cómplice de ese engaño: “Permanecer en silencio e ignorar la mentira envalentona al mentiroso”.
Liz, hija del exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009), viene manifestando desde el año pasado sus diferencias con el relato de fraude electoral que pretendió instaurar Donald Trump tras el triunfo de Joe Biden. “Las elecciones de noviembre pasado no fueron robadas”, repitió este miércoles en su discurso.
Liz Cheney acusa a Trump de poner en riesgo la democracia
La Congresista Liz Cheney resaltó este miércoles lo que según ella es un terrible panorama para la democracia de los Estados Unidos: “Una amenaza como nunca antes”.
Cheney ve en Trump la figura de un agitador de violencia dispuesta a pasar por alto las voluntades democráticas: “Un ex presidente que provocó un ataque violento en este Capitolio para robarse las elecciones ha seguido con sus agresivos esfuerzos para convencer a los estadounidenses de que le robaron las elecciones a él. Se arriesga a incitar más violencia”.
“Ha engañado a millones de estadounidenses”, indicó.
Cheney ya había adelantado que mantendría su firme postura a pesar de las presiones y la influencia de Donald Trump entre los miembros del Partido Republicano. En un artículo publicado la semana pasada en The Washington Post, la congresista indicó que seguiría adelante “sin importar las consecuencias políticas a corto plazo que pueda tener”.
La representante a la Cámara perdió su apoyo de liderazgo y podría ser reemplazada en su banca durante los próximos días: su reemplazante sería la congresista Elise Stefanik.
Cheney pidió por el fin de la carrera política de Donald Trump
“Haré todo lo posible para que el expresidente no se acerque nunca más al Despacho Oval”, expresó Liz Cheney, en diálogo con la prensa tras su destitución del liderazgo en la Cámara de Representantes.
La purga del liderazgo contra Cheney supone un triunfo para Trump. La decisión de los miembros de partido, quienes llegaron incluso a abuchear fragmentos del discurso de la política, da cuenta de que el núcleo duro de los republicanos no aceptará las disidencias acerca del relato de fraude Demócrata.
Cheney había experimentado un meteórico ascenso en el liderazgo Republicano en la Cámara Baja. A sus 54 años se establecía como una voz autónoma y firme dentro del partido.
“Si quieren líderes que posibiliten y expandan mentiras destructivas, yo no soy su persona, tienen muchos otros que elegir para eso. Ese será su legado”, expresó la congresista.
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