Han pasado ya casi cuatro semanas desde que el intento por aprobar un nuevo paquete de estímulo en el Senado falló, debido a que republicanos y demócratas no lograron ponerse de acuerdo sobre los costos que el Gobierno debería invertir para ayudar a los estadounidenses en medio de la crisis del coronavirus.
Y aunque las diferencias entre los dos bandos aun no han sido resueltas, ya que los republicanos apoyan un plan de $1 billón de dólares y los demócratas, asegurando que esa cantidad sería insuficiente, exigen un paquete de $2.2 billones, la esperanzas están puestas en el 8 de septiembre.
Pero, ¿por qué esa fecha resulta clave en todo este proceso? La respuesta es muy simple. El martes 8 de septiembre es el día en que el calendario legislativo federal marca el regreso de los congresistas a retomar la sesión legislativa después del receso de verano.
De haber ánimo de progreso en las negociaciones, bastaría con que ese mismo día el Senado aprobara un nuevo paquete de estímulo, que al día siguiente, es decir el 9 de septiembre, sería votado por la Cámara de Representantes y el 10 el presidente Trump podría firmar y dar luz verde a la ley.
Por ello, los acercamientos o intentos de conversaciones que se produzcan este fin de semana festivo serán clave para definir el futuro del paquete de ayudas, que entre otras cosas, definiría el bono extra por desempleo, que Trump bajó de $600 a $300 semanales. Asimismo, los cheques de estímulo, que ambos bandos han estado de acuerdo en mantener en $1,200 a quienes ganen hasta $75,000 y una cantidad reducida a quienes ganen hasta $99,000, una vez más, recursos para el correo de cara a las votaciones y dineros para las escuelas y los estados, también están en juego.
Pero de no haber avances, los alivios pudieran tardar más tiempo e incluso los cheques de estímulo no darse este año, si no se ponen de acuerdo los legisladores antes del 31 de octubre, cuando deberán cerrar el presupuesto.
“Los estadounidenses necesitan nuestra ayuda y merecen un proyecto de ley que satisfaga las necesidades de la nación”, comentó ayer jueves en su Twitter el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, negociador republicano, también expresó su esperanza de que habrá progreso en las negociaciones a partir del martes 8 de septiembre.
“Creo que aún se debe llegar a un acuerdo bipartidista”, dijo el funcionario de la Casa Blanca, según reveló CNN.
La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, se ha mostrado menos optimista y ha atacado fuertemente a los republicanos, culpándolos de no avanzar en las ayudas.
“Justo cuando los trabajadores de primera línea en todo el país más necesitan que Washington trabaje para ellos, los republicanos todavía se niegan a aceptar la gravedad de esta crisis. La Casa Blanca y el Senado republicano deben ponerse serios y trabajar con los demócratas”, dijo Pelosi en su Twitter, advirtiendo que en un eventual paquete de ayuda debe incluirse a los trabajadores esenciales.
“Han pasado 111 días desde que la Cámara aprobó la ley Héroes (un paquete de $3.3 billones que el Senado ignoró), y aún los republicanos en el Senado siguen determinados a bloquear este plan para ayudar a las familias trabajadoras de Estados Unidos. Suficiente es suficiente. El Senado debe poner las familias primero y finalmente aprobar la Ley Héroes”, dijo la legisladora.
El líder de la mayoría republicana, Mitch McConell, ha mencionado por su parte que Washington no esta dispuesta a firmar un paquete de ayuda tan costoso y acusó a los demócratas de no permitir los avances. Trump afirma que se subiría hasta $1.3 billones, pero no más de ahí.
“Para mis colegas demócratas: el coronavirus no tiene ningún interés en estas elecciones. Las familias que luchan en todo Estados Unidos necesitan nuestra ayuda y los republicanos están listos para cumplir”, dijo el republicano, acusando a los demócratas de un manejo electoral de la crisis.