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A pesar de que muchos médicos e incluso el propio presidente Trump han presentado a la cloroquina como un medicamento posiblemente salvador para tratar a pacientes muy graves con coronavirus, ante la ausencia de una cura, estudios revelan que esa droga tiene efectos secundarios potencialmente “extremos”.
La cloroquina y la hidroxicloroquina se están explorando como posibles opciones de tratamiento para el coronavirus COVID-19 y el presidente Trump las ha aclamado como un “cambio de juego”. Sin embargo, algunos funcionarios de salud e investigadores tienen preocupaciones serias sobre el medicamento y su eficacia en el tratamiento de pacientes con COVID-19. Otros más inquietos han señalado que los efectos secundarios con diferentes dosis son potencialmente graves.
La FDA ya otorgó a los hospitales una autorización de emergencia para usar cloroquina y su versión más utilizada de hidroxicloroquina para tratar COVID-19. Ambas son drogas que normalmente se usan para tratar la malaria. Un estudio de cloroquina en Brasil que involucró una dosis más alta del medicamento, se detuvo después de la muerte de 11 pacientes que recibieron la dosis más alta.
El pequeño estudio se ha detenido debido al riesgo de posibles cambios fatales en la frecuencia cardíaca.
El New York Times informó por primera vez sobre el pequeño estudio de investigación en Brasil, que encontró que los pacientes con coronavirus que estaban tomando una dosis más alta de cloroquina estaban desarrollando frecuencias cardíacas irregulares, lo que los exponía a un mayor riesgo de arritmia cardíaca mortal.
El estudio, patrocinado por el gobierno en Brasil, involucró a 81 pacientes con coronavirus en el hospital. Según el informe citado por el Times, “los doctores de enfermedades infecciosas y los expertos en seguridad de drogas dijeron que el estudio proporcionó evidencia adicional de que la cloroquina y la hidroxicloroquina pueden representar un daño significativo para algunos pacientes, específicamente el riesgo de una arritmia cardíaca mortal”.
En respuesta al estudio, el Dr. David Juurlink, jefe de la división de farmacología clínica de la Universidad de Toronto, dijo: “Para mí, este estudio transmite una información útil, que es que la cloroquina causa un aumento dependiente de la dosis en una anormalidad en el [electrocardiograma] que podría predisponer a las personas a la muerte súbita cardíaca”. Los electrocardiogramas se usan para leer la actividad cardíaca de una persona.
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Durante el estudio, la mitad de los pacientes recibieron la dosis estándar de 450 miligramos de cloroquina dos veces al día durante cinco días, y los demás recibieron una dosis más alta de 600 miligramos durante 10 días. En tres días, los investigadores ya notaron frecuencias cardíacas irregulares en los pacientes con la dosis más alta, y al día seis, 11 de ellos habían muerto. La porción de dosis más alta del ensayo se detuvo inmediatamente. Los investigadores no pudieron determinar si la dosis más baja de cloroquina fue efectiva en el tratamiento del coronavirus.
Rita Wilson, esposa de Tom Hanks, dice que cuando los dos estaban en el hospital en Australia después de dar positivo por COVID-19, le dieron cloroquina como tratamiento. Ella le dijo a CBS News que el medicamento le causó efectos secundarios extremos e instó a la precaución a las personas que usan el medicamento como un tratamiento de coronavirus. No está claro qué dosis de cloroquina recibió.
Ella le dijo a Gayle King: “Solo puedo decir que no sé si la droga funcionó o si era solo el momento de que la fiebre se rompiera. La fiebre se rompió, pero la cloroquina tuvo efectos secundarios tan extremos que tuve náuseas y tuve vértigo y mis músculos se sintieron muy débiles”. Ella agregó: “Creo que la gente debe ser muy considerada con esa droga. Realmente no sabemos si es útil en este caso”.
