Meghan Markle, la duquesa de Sussex, reveló que sufrió una dolorosa pérdida durante este verano de 2020. La esposa del príncipe Harry describió en una columna en el diario The New York Times, la experiencia trágica que vivió su familia.
Meghan se define en la columna como mamá, feminista y activista. Por eso, explica, decidió contar una experiencia muy íntima de la que hablan muy pocas mujeres.
Meghan Markle comenzó así su historia:
“Era una mañana de julio que comenzó como cualquier otro día: Hacer el desayuno, alimentar a los perros, tomar vitaminas, buscar la pareja de una media, recoger el creyón que se había escapado y rodado debajo de la mesa, hacerme una cola antes de sacar a mi hijo de su cuna.
Después de cambiarle el pañal sentí un calambre fuerte. Me desplomé mientras lo tenía en brazos y le cantaba una nana para mantenernos tranquilos a los dos. La alegre tonada era un fuerte contraste con mi intuición de que estaba pasando algo malo.
Sabía que, mientras abrazaba a mi primogénito, que estaba perdiendo a mi segundo hijo”.
El aborto espontáneo es aun una tragedia silenciosa
“Perder un hijo significa sobrellevar un duelo casi imposible de soportar que es experimentada por muchos, pero contada por muy pocos. En el dolor de nuestra pérdida, mi esposo y yo descubrimos que de 100 mujeres entre 10 y 20 habrán sufrido un aborto espontáneo. Sin embargo, a pesar de este dolor común, la conversación sobre el tema sigue siendo un tabú, rodeado de verguenza (inmerecida), lo que perpetúa un círculo vicioso de duelo solitario.
Algunos han compartido bravamente sus historias, han abierto la puerta sabiendo que cuando una persona dice su verdad, nos da permiso a todos para hacer lo mismo. Hemos aprendido que cuando alguien pregunta cómo estamos y cuando de verdad escuchan la respuesta, con la mente y el corazón abierto, el peso del luto a menudo se aliviana en todos. Al ser invitados a compartir nuestro dolor, juntos podemos dar los primeros pasos para empezar a sanar”
La columna no es solo sobre la pérdida de un embarazo
Aunque ese es el tema principal, con su escrito, Meghan Markle también destaca la importancia de preguntarle a los que nos rodean realmente cómo están. En su columna en The New York Times, la duquesa de Sussex habla de aquella comentada ocasión en la que un reportero le preguntó si estaba bien. Es su punto de partida para recordar a los lectores lo importante de asegurarse de saber qué está pasando “de verdad” con la gente.
La esposa del Príncipe Harry destaca como esto es realmente importante “en un año como 2020”, donde se han perdido tantas vidas por la COVID-19 y la sociedad estadounidense está tan dividida.
La duquesa de Sussex también escribe sobre las protestas contra el racismo que sacudieron a Estados Unidos y hasta se refiere de forma indirecta a las elecciones.
Meghan, Harry y Archie
El texto describe con precisión como la mano del príncipe Harry estaba sudada, mientras la acompañaba en la hospitalización, como “su corazón se partió en miles de pedazos”.
Su mención a Archie, el hijo de ambos está limitada a esa primera descripción del momento en el que comenzó su aborto espontáneo. Aun así, el trío permanece en el centro de la imaginación de los fans de la corona británica y del mundo del espectáculo internacional.
Archie Harrison Mountbatten-Windsor es el hijo del duque y la duquesa de Sussex. Es el séptimo en la línea de sucesión al trono británico. Su papá Harry es el sexto, después del príncipe Carlos, el príncipe William y sus tres hijos George, Charlotte y Louis.
El chiquito, de año y medio, está creciendo con sus padres en la ciudad californiano de Santa Barbara. Allí también celebrarán el Día de Acción de Gracias y han sanado su pérdida.