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A poco más de cinco meses del escalofriante nocaut que marcó su carrera en las artes marciales mixtas, Corey Anderson se confiesa públicamente y admite haber estado muy cerca de la muerte tras caer desplomado por los golpes que le propinó el polaco Jan Blachowicz durante un combate en el UFC Fight Night 167.
El 15 de febrero de 2020, día en el perdió categóricamente ante Blachowicz en el Santa Ana Star Center de Nueva México, Estados Unidos, quedará marcado por siempre en la memoria de Anderson. Apodado “Overtime”, el luchador de 30 años besó la lona del octágono a falta de dos minutos para que finalice la contienda y Blachowicz se alzó con una importante victoria para seguir siendo uno de los referentes de los semipesados.
Pero para Anderson esa noche marcó un antes y un después en su vida. A “Overtime” le dieron un parte médico erróneo y días después de la pelea sufrió una descompensación mientras caminaba por un parque y terminó internado.
“El 21 de febrero, después de mi última pelea, me desmayé y me destrocé la cara contra un camino de grava después de horas explorando una carretera. Estuve cinco días en urgencias haciendo numerosas pruebas y análisis de sangre para averiguar qué pasó”, cuenta Anderson a través de una publicación en sus redes sociales
Y respecto a las secuelas que le dejó el nocaut ante Blachowicz, Anderson agrega: “Vi a una larga lista de diferentes doctores. Todos menos uno dijeron que había sufrido una conmoción cerebral por la falta de agua y comida después de caminar por el bosque durante horas. Pero uno de ellos dijo que mi corazón había dejado de latir y que podría volver a pasar, ¡¡pero la próxima vez en una pelea!!“.
Acto seguido, “Overtime” apuntó contra la Comisión Atlética y los médicos que lo atendieron al concluir el combate. “Después de mi pelea, la comisión atlética y los médicos no pudieron hacer lo correcto después del chequeo y volví a vivir la vida como lo hacía normalmente. ¡Y pagué un precio muy alto!”, asegura.
“Estos cinco meses y la situación actual en el mundo han puesto MUCHAS cosas en perspectiva. Y como un peleador veterano, que en el pasado ha competido con tipos duros sin ninguna preocupación médica, tengo que seguir peleando“, concluye Anderson.
La buena noticia que esperaba
Después de un sinfín de consultas médicas y dos procedimientos cardíacos ambulatorios “muy dolorosos” para encontrar más evidencias, Anderson recibió la noticia que tanto esperaba en el aspecto deportivo. Y no podía dejar de compartirla con sus fanáticos.
“Un médico dijo que tenía que detener por completo mi carrera hasta averiguar que mi corazón estaba sano para competir. El lunes pasado, por la noche, salí del hospital después de mi último procedimiento, con una nota que decía: ‘Felicidades, Señor Anderson, puedo dejarle volver a golpear a la gente’“, revela Anderson en su posteo vía Facebook e Instagram.
Con la habilitación médica para volver a los octágonos, Anderson dejó una reflexión para todos sus colegas: “Les aconsejo a otros peleadores que cuiden su salud y que se tomen el tiempo adecuado para recuperarse. Tuve que tener a mi hijo sentado allí mirándome en una cama de hospital para darme cuenta de que existe una vida real más allá de las peleas y que quiero disfrutarla. Pelea de manera inteligente, entrena de manera inteligente, ¡pero recupérate y descansa también de manera INTELIGENTE! Utiliza tu cabeza mientras tengas cerebro para hacerlo“.
Solidaridad de sus colegas
Al leer detenidamente la publicación de Corey Anderson en Facebook, muchos colegas de las artes marciales mixtas se solidarizaron con el estadounidense y le dejaron palabras de aliento en los comentarios.
“¡Qué bueno escuchar que ahora te encuentras bien!“, expresó su compatriota Chris Weidman. Mientras que la peso paja Michelle Waterson reaccionó: “¡Cúrate, mantente fuerte!“.
La derrota frente a Blachowicz no solo marcó su carrera en las MMA por completo, sino que además fue sumamente inoportuna para un Anderson que registraba su mejor racha desde que compite en la UFC con cuatro victorias consecutivas.
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