Luego de más de una semana de haber desaparecido, las autoridades hallaron el cuerpo sin vida del soldado Élder Fernandes, adscrito a la Base Militar de Fort Hood, en Texas, donde hace casi dos meses fueron encontrados los restos de la también soldado hispana Vanessa Guillén. En el último año cinco uniformados de ese recinto militar han perdido la vida, en hechos sospechosos, lo que ha puesto al cuartel en el ojo del huracán.
La policía informó a la familia que encontró al joven desaparecido el martes en la noche, colgado, a unas 25 millas de la base militar, según reveló el diario USA Today.
CBS News agregó que el cadaver del joven fue hallado pendiendo de un árbol.
La abogada de la familia, Natalie Khawam confirmó la noticia, y manifestó que fue informada de que una persona que caminaba cerca de los rieles de un tren en la localidad de Temple, Texas, vio un cuerpo colgando hacia las 5:40 de la tarde, que más tarde la policía identificó como el de Fernándes, ya que tenía su mochila y su licencia de conducción.
“Nuestra peor pesadilla ha ocurrido. Uno de los nuestros, el sargento Elder Fernandes, fue encontrado muerto hoy”, dijo la abogada Khawam en un comunicado, según lo reveló el citado medio. “Ya estamos enfermos con esta tragedia que ha pasado demasiadas veces. Estamos devastados por la familia de Élder. (…) No pararemos hasta que nos demos cuenta lo que le ocurrió”.
La policía de Temple informó que los datos sobre la manera en que murió el soldado todavía no han sido revelados por la Oficina Forense.
“Cuando los oficiales llegaron se determinó que la persona había muerto por algún período de tiempo ya”, agregó la Uniformada.
El hermano mayor de Elder, Elton Fernandes, había denunciado en diálogo con ABC News que hace un mes su hermano le contó que otro soldado, un varón, le había agarrado el trasero, lo que generó una queja y una investogción por acoso.
“Mi hermano me dijo que no me preocupara porque él (Elder) se iba encargar del asunto”, dijo Elton Fernandes, explicando que luego de ello fue trasferido y que estuvo seis días en el hospital.
Hasta el momento la base militar no se ha referido a la muerte de Fernandes, pero lo último que habían dicho sobre el caso era que aparentemente el militar había abandonado la base “por decisión propia”, algo que su familia no cree.
El ejército y el departamento de policía de Killeen, Texas, había lanzado un operativo de búsqueda para localizar a Fernandes, quien había sido visto por última vez el lunes de la semana pasada.
El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, visitó la base militar hace unas semanas y allí manifestó su preocupación por los hechos ocurridos con varios soldados y aseguró hacer una investigación para abordar las “causas fundamentales” de los ataques y las muertes de soldados que ocurren en la base o cerca de ella.
En ese momento, McCarthy dijo que la base de Fort Hood tiene “los reportes más altos, en la mayoría de los casos” de asesinatos, agresiones sexuales y acoso, de todas las bases del Ejército.
“Me he reunido durante las últimas 24 horas con soldados de todos los niveles … y les dije que estaban enviando un grupo independiente de investigadores para comprender las causas fundamentales asociadas con el aumento de delitos graves, actos violentos, para comprender mejor por qué está sucediendo esto en esa instalación”, dijo el funcionario.
El solado Élder Fernandes, fue visto por última vez el lunes 17 de agosto. Los familiares del joven de 23 años dijeron a los oficiales el miércoles 19 de agosto que fue visto por última vez cuando su sargento de personal lo dejó en su casa en la cuadra 2700 de Woodlands Drive.
Fernandes era originario de Brockton, Massachusetts y según su tía, Isabel Fernandes, acababa de firmar un nuevo contrato de arrendamiento, pero aún no había recogido las llaves del apartamento. Ella le dijo a ABC13 que el auto de Fernandes con sus pertenencias fue encontrado en la base.
“Esto es muy, muy inusual. Ha estado en contacto con nosotros desde la semana pasada. Hablé personalmente con él el viernes por la mañana. Habló con su mamá el domingo pasado y le prometió que llamaría el lunes. El lunes llegó y se fue y no llamó, y no respondió las llamadas de nadie más. El martes, no hubo llamadas”, dijo la semana pasada la tía del sargento.
Fernandes era un especialista químico, biológico, radiológico y nuclear de la Brigada de Sustentabilidad de la 1ª División de Caballería, según CBS DFW. Había estado en el ejército desde al menos el 2016