Las mujeres en estado gestante se constituyen en un grupo poblacional de alto riesgo frente a la pandemia del Covid-19, ellas tienen más probabilidad que las no embarazadas, de llegar a adquirir el virus, pueden ser internadas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), requerir soporte ventilatorio, y llegar a fallecer.
De hecho, así lo demuestra un estudio del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), tras analizar la mayor muestra de pacientes hasta la fecha: 400.000 mujeres sintomáticas con el virus del Covid-19 de las cuales, 23.400 de ellas estaban en estado de embarazo.
“Se notificaron 34 muertes (1,5 por 1.000 casos) entre 23.434 mujeres embarazadas sintomáticas y 447 (1,2 por 1.000 casos) entre 386.028 mujeres no embarazadas, lo que refleja un aumento del 70% en el riesgo de muerte asociado con el embarazo”, destacó el estudio.
“Tienen que tomar conciencia de que son un grupo de riesgo”, afirma Clara Menéndez, directora de la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva del Centro de Investigación ISGlobal.
De igual modo, la investigación del CDC detectó que la probabilidad de fallecer era mayor en las mujeres embarazadas en edades adultas de entre los 35 a 44 años de edad, que contrajeran el virus, presentando casi cuatro veces más probabilidades de requerir ventilación invasiva y dos veces más probabilidades de morir que las no gestantes de la misma edad, señaló el estudio.
Igualmente manifestó que las consecuencias de contraer la enfermedad durante este periodo podían ser entre otras, las de tener un aborto o bebes prematuros, llevar a la inducción de una cesárea, y a presentar hipoxias y trombos en el momento del parto.
La explicación que dan los expertos al por qué el Covid-19 representa una amenaza mortal para el grupo de mujeres gestantes, se basa en un comportamiento que “parece bastante lógico”, teniendo en cuenta que el periodo gestante, es una etapa en que la mujer sufre una serie de cambios fisiológicos. De hecho “Hay varias hipótesis” que dan su explicación.
Las embarazadas tienen más riesgo de desarrollar complicaciones a causa del Covid-19
El sistema inmune de una embarazada sufre cambios para no rechazar al feto como un cuerpo extraño. Se adapta. No es que la mujer esté inmunodeprimida, pero puede haber cambios inmunológicos que influyan en una mayor respuesta inflamatoria ante la vacuna del Covid-19”, señala la investigadora de ISGlobal, un centro de investigación impulsado por la Fundación La Caixa de España.
Además, añadió que “Con el embarazo, el útero va cogiendo más espacio y los pulmones reducen su capacidad de expansión. El esfuerzo es mayor y la capacidad pulmonar, menor. Además, el gasto cardíaco es mayor porque el corazón trabaja por dos, sobre todo en el último trimestre del embarazo, y hay menos oxígeno para todos los órganos vitales. El Covid-19, además, provoca tromboembolismos y las mujeres embarazadas ya tienen riesgo alto de trombosis, por eso le tenemos que dar heparina”, concluye Anna Suy, jefa de sección de Obstetricia del hospital Vall d’Hebron de Barcelona.
Como respuesta a los argumentos expuestos anteriormente, los investigadores han unido sus esfuerzos por crear conciencia para no desentender este grupo poblacional, solicitando que la futura inmunización contra el virus del Sars-Cov-2, incluya en sus grupos prioritarios de administración de las dos dosis de la vacuna, a las mujeres en estado de embarazo.
“No hay que alarmar, pero sí decirles que se porten bien, que no se la jueguen. Son un grupo de riesgo, pero no por el bebé, sino por ellas”. La obstetra aclara que los fetos pueden infectarse “Sí, el virus pasa a la placenta y se ha encontrado en la sangre del cordón umbilical”, pero las infecciones “suelen ser muy leves”. concluye.
¿Están las embarazadas en el grupo prioritario de vacunación?
En territorio de Estados Unidos, no se ha dado información oficial por parte de las autoridades sanitarias ni gubernamentales acerca de cómo será el proceso de vacunación apenas se dé vía libre al suministro de la primera y segunda dosis de la vacuna, las opiniones de los expertos divergen mucho en cuanto a las decisiones que están tomando países europeos como Francia y Reino Unido, los que tienen en orden de prioridad a personas mayores, cuidadores y empleados de supermercados entre otros.
De hecho, un informe de 200 páginas elaborado por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos establece dar prioridad al personal sanitario “al frente” de la pandemia. También a los paramédicos, policías y bomberos que están muy expuestos al virus.
Seguidamente a las personas que tienen dos o más patologías, luego las personas que habitan en residencias de ancianos, siguiéndole el grupo de trabajadores “críticos” (Fuerza laboral que mueve la economía del país), maestros, farmaceutas, conductores, etc.
Por último, están las personas de una sola patología, y adultos mayores de 65 años, adultos jóvenes, y jóvenes, quienes han demostrado ser los grandes propagadores del virus. “Los primeros en recibirlas serían los grupos de alto riesgo y, en primavera, podría estar disponible para el resto de la población” dijo el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
De otro lado sobre la población infantil y de mujeres gestantes no se ha dado información clara y precisa respecto a la aplicación de la vacuna, pero desde el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) del Reino Unido se dijo que el proceso de inmunización contra el Covid-19 en embarazadas no era recomendable debido a que aún se desconocen los riesgos que podrían tener. Cabe anotar que los estudios de eficiencia de la vacuna no tuvieron entre sus voluntarios, mujeres en etapa gestante.
“No hay datos fehacientes sobre la seguridad de la vacuna en mujeres embarazadas, ya sea de estudios en humanos o animales”. Por eso, confirmaron la “falta de evidencia” y, por ende, se recomienda la precaución y evitar por el momento la aplicación de la vacuna de Pfizer.
En conclusión, hay que esperar a que en el mismo proceso de la vacunación, se vaya dando información más puntualizada en torno a cómo y cuándo serán vacunadas las mujeres embarazadas, esperando que las farmacéuticas Moderna, Pfizer y BioNTech tengan calculadas las 40 millones de dosis en el mercado estadounidense para finales de diciembre, y que finalmente se pueda cumplir lo manifestado por el Dr. Larry Corey de la Universidad de Washington, director de los ensayos clínicos de la vacuna contra el coronavirus en EE.UU., quien señaló que si Pfizer y Moderna logran la autorización de la vacuna, podrían suministrar 50 millones de dosis más de esta en enero y 60 millones más en febrero y marzo.
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