“Es hora de morir” habrían sido las palabras de Salvador Ramos, presunto autor del tiroteo en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, al entrar a una sala de clases de cuarto grado y comenzar a disparar, acabando con las vidas de 19 niños y dos maestras.
Así lo relató a KEN 5 una menor de cuarto grado que logró sobrevivir al ataque escondiéndose debajo de la mesa. “Cuando escuché los disparos a través de la puerta le dije a mi amigo que se escondiera debajo de algo para que no nos encontrara. Me escondí y le dije a mi amigo que no hablara porque nos escucharía”, relató la menor.
“Él entró se agachó un poco y dijo “Es hora de morir”, relató el niño, tras lo cual el sujeto abrió fuego. Cuando llegó la policía un oficial dijo “Griten si necesitan ayuda”. Una de las personas de mi clase gritó ¡Ayuda!. El sujeto la escuchó, entró y le disparó. El policía entró al aula. El sujeto le disparó, y los policías comenzaron a disparar”, señaló.
El niño relató que luego del terrible ataque que dejó a 19 de sus compañeros y dos profesoras muertas, él y sus compañeros que lograron sobrevivir salieron de debajo de la mesa. “Abrí la cortina y saqué mi mano. Salí con mi amigo. Sabía que era la policía”.
El niño recordó además el heroísmo de las profesoras fallecidas: Irma García y Eva Mireles. “Eran buenas profesoras. Ellas cubrieron a mis compañeros para ayudarlos, para salvarlos”, afirmó.
De acuerdo al departamento de seguridad pública, Ramos se bajó de su vehículo afuera de la escuela con un rifle semiautomático y le disparó a dos personas que pasaban, pero no logró herirlas. Luego le habría disparado a un oficial de seguridad de la escuela y entró al recinto, disparándole a dos policías que llegaban al lugar. De acuerdo a declaraciones entregadas por testigos afuera de la escuela, el asesino habría permanecido alrededor de 40 minutos en el recinto hasta que la policía actuó.
El abuelo de Ramos, Rolando Reyes, declaró que su nieto vivía con él y su esposa, debido a que se había peleado con su madre. Lo describió como un joven tímido y callado, y negó que fuera violento. Afirmó que desconocía que su nieto tenía armas.
El día de la masacre, Ramos habría tenido una discusión con su abuela debido a la factura del teléfono. Antes de salir de su casa, Ramos disparó a su abuela y se marchó en su vehículo en dirección a la escuela donde cometió los asesinatos. Su abuela se encuentra hospitalizada de gravedad
Se desconoce qué lo motivó a dirigirse específicamente a la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas.