Un hombre se declaró culpable por un homicidio involuntaruo que cometió hace 35 años. El caso dio un giro más de trés décadas después, gracias al esfuerzo de la familia de la víctima.
Scott White declaró este jueves 23 de febrero en la Corte Suprema del estado de Nueva Gales del Sur, Australia, lo que representa el capítulo final de un caso que se mantuvo vigente durante varios años. Meses atrás, un tribunal de apelaciones anuló su condena por el asesinato de Scott Johnson, un profesor de matemática estadounidense que en 1988 se encontraba realizando un doctorado en Canberra, capital del país oceánico.
El hecho se produjo hace 35 años, cuando Johnson cayó de un acantilado durante una fiesta de la comunidad gay. Durante años, la Justicia australiana consideró que la muerte del hombre había sido accidental pese a los reclamos de su familia, que alegaba que Scott había sido asesinado en un episodio de violencia homofóbica.
La lucha de la familia
Desde 1988, la familia Johnson luchó para cambiar la carátula, que indicaba que la caída de Scott del acantilado había sido un accidente.
Los Johnson son oriundos de Boston, Estados Unidos. Desde esa ciudad, el hermano de Scott siguió la audiencia que se celebró esta semana en la corte de Sídney.
“El trabajo policial que continuó durante la apelación y después de la apelación para obtener esa última prueba que lo llevó a la mesa… para que pudiéramos negociar esto, estoy increíblemente agradecido”, dijo Steve Johnson en diálogo con Australian Broadcasting Corp.
El caso ya había dado un primer giro en el año 2017, cuando un forense designado por la familia Johnson había determinado que Scott “se cayó del acantilado como resultado de violencia real o amenaza”.
Violencia hacia los homosexuales
A fines de la década del ochente, en las principales ciudades australiana se denunciaron cientos de episodios de violencia homofóbica. Pandillas violentas merodeaban las calles de Sídney para golpear a personas homosexuales. Steve Johnson, el hermano de Scott, quien es un reconocido empresario de Boston, llegó a ofrecer 1 millón de dólares de recompensa para quien aportara datos que sirvieran para esclarecer las circunstancias de la muerte de su hermano.
Scott White fue arrestado en 2020. Se declaró inocente por el asesinato de Johnson, pero en enero del 2021 cambió su declaración. En una audiencia previa al juicio dijo que él había matado a Johnson. Veinte minutos después volvió a decir que él jamás había conocido a la víctima. Fue senteciado a doce años y medio de prisión.
Durante el año siguiente insistió con su inocencia. Alegaba que al momento de declararse culpable se había sentido “un tanto confundido”.
En noviembre del 2022, tres jueces de la Corte de Apelaciones en lo Penal de Nueva Gales del Sur en Sydney anularon la condena por asesinato haciendo lugar a la última declaración del detenido acerca de su “confusión” al momento de declararse culpable. Fue entonces cuando recuperó su libertad.
Pero mientras White estuvo en prisión, la policía de Nueva Gales del Sur realizó escuchas telefónicas. En una de esas conversaciones, White le mencionó a otra persona que recordaba perfectamente la noche de la muerte de Johnson. Dijo haber golpeado al profesor de matemáticas de 27 años. Esa fue la prueba fundamental que terminó por aclarar lo sucedido aquella lejana noche de 1988.
Este jueves, White se declaró inocente de asesinato pero culpable por homicidio involuntario. Según quedó constatado en su testimonio, uno de los golpes que le propinó a Johnson provocó que este se resbalara y cayera por el acantilado.
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