Un futbolista argentino fue asesinado de un balazo en la cabeza por parte de policías de civil en circunstancias que aún se investigan.
La prensa del país sudamericano calificó al episodio como un hecho de “gatillo fácil”. La muerte del joven fue ampliamente repudiada por políticos, clubes de fútbol, famosos y la sociedad en general.
El término “gatillo fácil” es una expresión popular en la Argentina. Se emplea para describir hechos en los que las fuerzas de seguridad actúan excediendo sus facultades y perpetrando violaciones a los derechos humanos de la ciudadanía.
El hecho se produjo el miércoles 17 de noviembre. Lucas González tenía 17 años y había terminado de entrenar en Barracas Central, club de la segunda división del fútbol argentino. Salió de la práctica en auto junto a dos amigos. Los jóvenes se detuvieron en un mini-mercado a comprar una botella de gaseosa cuando notaron que un auto los perseguía.
Desde ese auto que venía hacia ellos, un hombre exhibía un arma. Lucas y sus amigos se ubicaban muy cerca del Barrio Zavaleta, uno de los lugares más peligrosos del sur de la Ciudad de Buenos Aires, capital de argentina. Los jóvenes creyeron que los hombres del auto se acercaban para robarles.
Lucas y sus amigos se subieron al auto y huyeron de lo que creían se trataba de un intento de robo. Desde el auto que los perseguía efectuaron varios disparos. Uno de estos disparos impactó en la cabeza de Lucas González.
El joven fue llevado hasta un hospital de Florencio Varela, localidad cercana al lugar de los hechos. Murió este jueves en horas de la tarde tras un día de agonía.
Policías de civil, los autores de los disparos
Con el correr de las horas se comprobó que los que habían efectuado los disparos era policías que estaban operando en la zona bajo la modalidad encubierta, vestidos de civil. El fiscal indicó que en ningún momento dieron a los jóvenes una señal que permitiera identificarlos. Violaron el protocolo, actuaron con negligencia y esos errores derivaron en el crimen de Lucas González.
Los efectivos pertenecen a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, una de las fuerzas de seguridad más grande de la Argentina, que opera en el territorio de la capital.
Este jueves, los medios argentinos montaron guardia en el hospital en el que murió Lucas González. Su deceso se produjo alrededor de las 6 PM.
Familiares de la víctima se arrimaron a las cámaras para repudiar a la policía y condenar el crimen del joven.
Tras el crimen, los policías intentaron “armar” una situación de enfrentamiento. Un audio recabado por la Justicia deja al descubierto ese intento. Uno de los agentes que participó del operativo asegura que el auto en el que viajaban los jóvenes había un arma de fuego. Los peritos confirmaron que mentía.
El repudio del presidente
Políticos, estrellas televisivas, jugadores de fútbol y la sociedad en general argentina repudió el crimen de Lucas González y pide Justicia.
El presidente, Alberto Fernández, mantuvo un diálogo con la familia del jóven asesinado en el barrio de Barracas.
Tras esa llamada, Fernández se expresó en Twitter. Repudió el accionar de las fuerzas de seguridad y aseguró que el Estado Argentino irá a fondo para hacer Justicia por González.
“Pondremos todos los recursos del Estado a disposición para poder llegar a la verdad y justicia. No es posible que policías que deben estar al servicio de la seguridad de argentinos y argentinas, terminen con la vida de gente inocente”, indicó el presidente.
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