Un contrabandista de fauna silvestre, identificado como José Manuel Pérez, de California se declaró culpable de ingresar ilegalmente a los Estados Unidos un lote de serpientes y lagartijas escondidas entre sus pantalones, y cuyo valor comercial estaba avaluado en unos $750.000 mil dólares.
Por este delito, el hombre enfrentará prisión de hasta diez años de cárcel, así lo informaron las autoridades policiales este miércoles.
Este sujeto, había montado toda una empresa desde su casa ubicada al sur de California, con la intención de un modelo de negocio proyectado a seis años. El contrabandista buscaría que a través de correo humano o las llamadas “mulas”, ingresar a territorio estadounidense 1.700 animales exóticos, traídos desde Suramérica, México y Hong Kong, informó Milenio.
“José Manuel Pérez, de 30 años, de Oxnard, se declaró culpable hoy de dos cargos de contrabando y un cargo de tráfico de vida silvestre. En febrero de 2022, Pérez fue arrestado en el Puerto de Entrada de San Ysidro con 60 reptiles en su persona y escondidos en su ropa. Audiencia de sentencia fijada para el 1 de dic.”
Tras la captura, José Manuel Pérez, negoció con el Departamento de Justicia, llegando a un acuerdo de culpabilidad, y en el que reconoció haber contratado personas para que transportaran la carga ilícita de estas especies, aceptando que en ciertas ocasiones el mismo fue quien se encargó de introducir al país los reptiles, a través de la frontera con México.
Declaró que los especímenes conseguidos, incluían tortugas de caja yucatanas, tortugas de caja mexicanas, crías de cocodrilo y lagartos de cuentas mexicanos, los cuales vendió a varios clientes del país norteamericano.
Según publicó San Diego Tribune en el mes de marzo cuando se dio la captura, los investigadores del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos dijeron que Pérez vendía los reptiles en Facebook bajo el nombre de “Julio Rodríguez”, un seudónimo que también aparece en un permiso de conducir de Missouri. Aduce este medio que se unió a varios grupos de Facebook dedicados a la tenencia y el cuidado de reptiles, en los que publicaba con frecuencia anuncios de animales específicos en venta, según la declaración jurada.
¿Cómo lo capturaron?
A Pérez, de 30 años de edad y residente en Oxnard, ya las autoridades le estaban siguiendo la pista, al igual que a su hermana. De hecho, después de un viaje en el año 2016, en un punto no identificado de la frontera, un conspirador envió un mensaje a Pérez sobre una “situación cercana” al ser registrado por la CBP, informó el San Diego Tribune.
“Gracias a Dios no encontraron nada”, escribió el presunto contrabandista. “Por eso siempre te digo que las tortugas son arriesgadas. Son voluminosas. Hoy me he puesto nervioso, pero he mantenido la calma”.
Sin embargo, el negocio del contrabandista solo se cayó el 25 de febrero, cuando al tratar de conducir su camioneta por la frontera entre México y los Estados Unidos, en el paso de San Ysidro, fue requerido por las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, los cuales encontraron que el hombre transportaba 60 especímenes escondidos entre sus pantalones, alrededor de la ingle, así como en su chaqueta y otras partes de su cuerpo.
En un comienzo, la explicación ofrecida por Pérez a los oficiales era que se trataba de sus lagartos mascotas, que llevaba en los bolsillos, pero rápidamente la versión se desestimó al hallarle el resto de los animales que llevaba escondidos.
El decomiso incluyó lagartos, caimanes arbóreos, dragoncitos de la Sierra Madre Oriental, y boas enanas chiapanecas, una especie de serpiente que cambia de color y cuyos mecanismos de defensa incluyen el sangrado de los ojos. Entre el cargamento las autoridades también encontraron que tres de los reptiles habían muerto, de acuerdo con GeekStrong.
Las autoridades dijeron que algunas de estas especies están consideradas en peligro de extinción. “Los contrabandistas intentarán todas las formas posibles de intentar que su producto, o en este caso reptiles vivos, crucen la frontera”, aseguró Sídney Aki, director de operaciones de campo de la CBP en San Diego, de acuerdo con Univisión.
“En esta ocasión, el contrabandista intentó engañar a los oficiales para traer estos animales a los Estados Unidos, sin cuidar la salud y seguridad de los animales”, agregó Aki.
Pérez, quien admitió dos cargos de contrabando, cada uno de los cuales conlleva hasta 20 años de prisión, y uno de tráfico de vida silvestre, que conlleva una pena máxima de cinco años de cárcel, será sentenciado el 1 de diciembre, informó InfoBae.
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