Durante el pasado viernes 11 de agosto, un prestigioso juez penal del condado de Orange, al sur de California, en Estados Unidos, fue acusado de asesinar a su esposa tras una acalorada discusión, de acuerdo con CNN.
El homicidio se presentó el pasado 3 de agosto, en la vivienda que la pareja compartía con su único hijo adulto, en la ciudad de Anaheim Hills, y trascendió luego de que el matrimonio llegara a casa después de departir una velada y una cena.
Ferguson y Sheryl, como ha sido identificada su esposa, habían comenzado la discusión en el restaurante, pero al llegar al hogar, todo escaló, se salió de control, y tras las ofensas y de que la mujer retara a su esposo, este sacó el arma y le disparó apuntando al pecho, según AP News.
Jeffrey Ferguson de 72 años de edad, mató a su esposa Sheryl de 65 años, y fue él mismo quien comunicó a su secretario judicial y a su asistente de despacho, el crimen cometido. “Simplemente perdí la cabeza. Acabo de dispararle a mi esposa. No estaré mañana. Estaré bajo custodia. Lo siento mucho”, dijo, de acuerdo con The New York Post.
Seguidamente Ferguson llamó al número 911, para reportar el homicidio, pero ante los cuestionamientos del despachador se negó a dar detalles del mismo.
En el informe oficial de la fiscalía, reposa que también su propio hijo, testigo de todo lo ocurrido llamó a emergencias cerca de las 3:30 de la madrugada de ese día, diciendo que sus padres sostuvieron una discusión fuerte, algo muy frecuente en ellos, pero que en esta ocasión su padre había bebido mucho durante una salida, llegando en un alto estado de alicoramiento, y matando a su mamá.
De acuerdo con los registros citados por ABC News, también les dijo a los investigadores que su madre le había contado que, hacía años, su padre había amenazado con suicidarse con una pistola poniéndosela en la cabeza, pero que ella había podido persuadirlo de lo contrario.
En la diligencia de allanamiento a la vivienda del juez y su familia, fueron encontradas 47 armas, más de 26.000 municiones, el arma homicida, y un fusil, todas legalmente de su propiedad, según reportó La Nación. Ferguson fue apresado ese mismo día, pero más tarde salió luego de pagar la cuantiosa fianza de un millón de dólares.
Además, según LA Times, los fiscales pidieron que Ferguson entregue su pasaporte y lleve una pulsera electrónica en el tobillo para vigilar sus movimientos.
Entre tanto de acuerdo con las leyes de la Constitución de California un juez acusado de delito grave no puede seguir ejerciendo como tal, por ende Ferguson queda inmediatamente destituido de su cargo.
¿Por qué mató a su esposa?
De acuerdo con La Nación, el tiroteo tuvo origen en una discusión que la pareja mantuvo más temprano mientras cenaba en un restaurante, señalan los documentos citados por The Associated Press. En ese instante, presuntamente el juez apuntó con el dedo a su esposa “como imitando un arma de fuego”. Posteriormente, “al regresar a la residencia, la pareja, todavía en compañía de su hijo, reanudó la discusión por más de una hora.
Momentos antes del tiroteo y en referencia al gesto con la mano durante la cena, la víctima le preguntó: ‘¿Por qué no me apuntas con una pistola de verdad?’”. Entonces, Ferguson “sacó su arma de la funda del tobillo y disparó”, según AP.
Según este medio, la fiscalía reporta que cuando agentes de la policía llegaron hasta la escena del crimen, el juez aceptó su culpabilidad y pidió que le dispararan.
“Oh, hombre, no puedo creer que hice esto”, dijo Ferguson, según el documento, de acuerdo con The New York Post.
En una declaración a AP News, los abogados del juez, Paul Meyer y John Barnett, señalaron: “Esto es una tragedia para toda la familia Ferguson. Fue un accidente y nada más”.
Ahora, el juez se enfrenta a una pena máxima de 40 años a cadena perpetua si lo declaran culpable. Está en libertad condicional hasta su comparecencia, que será el próximo 1º de septiembre, informó La Nación.
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