Indignación en Nicaragua por el asesinato y violación de dos niñas

Captura de video Dos niñas nicaragüenses que habían sido reportadas como desaparecidas fueron halladas sin vida.

El pasado jueves 8 de septiembre, la Policía Nacional de Nicaragua presentó a los tres sospechosos de participar en el atroz crimen de las hermanitas Iris y Micaily Joseph Urbina, de siete y 10 años respecticamente, ocurrido el viernes 2 de septiembre en una vivienda ubicada en Ciudad Belén, en el Distrito 6 de Managua, en el país nicaragüense.

De acuerdo con el portal Nuevaya.com, el comisionado general Jaime Antonio Vanegas Vega, Inspector General de la Policía Nacional, informó que los capturados por el doble hecho criminal son Alfredo Antonio Lara Ortiz, de 19 años, Allison Jahoska Salgado Rugama, de 18 años, y el hermano de ésta, Ángel Elías Salgado Rugama, de 16 años.

Las autoridades y medios de comunicación locales pudieron identificar a estos sujetos como vecinos de las niñas, y en un comienzo creyeron que solo la pareja adulta había sido la autora del crimen, pero después encontraron que Salgado Rugama, el joven menor de edad también había participado del hecho, por lo que fue entregado a las autoridades competentes.

En la residencia de estos criminales, casa L 07, el peritaje de criminalística pudo encontrar a través de la prueba de luminol la presencia de sangre humana en la sala y en la alcoba de Ángel Elias Salgado Rugama, donde también encontraron elementos relacionados con el crimen. La policía halló un bloque de cemento, así como también un pedazo de toalla.

La inspección a los cadáveres de las hermanas, determinó que Iris Joseph Urbina, fue asesinada por medio de la asfixia mecánica o estrangulamiento, mientras que Micaily Joseph Urbina murió a raíz de un golpe con un objeto contundente en su cabeza que le causó un trauma craneoencefálico severo. Micaely, además presentaba moretones en su región púbica.

El juez Primero Especializado en Niñez y Violencia, Róger Sánchez, dictó la orden de prisión preventiva tras aceptar la acusación de la Fiscalía contra los sospechosos por los delitos de asesinato agravado y violación en grado de tentativa en perjuicio de las niñas.

Sánchez programó la audiencia inicial del juicio para el próximo día 30 de septiembre, en el Complejo Judicial de Managua, informó El Salvador.

La madre de las menores, las había reportado como desaparecidas

Las hermanas de siete y 10 años, que habían salido a jugar la noche de ese viernes, fueron invitadas por otra menor, por cierto, hermana de los agresores, para que la acompañaran para asistir a una vigilia comunal que se realizaba en el barrio donde vivían.

Eran cerca de las ocho de la noche, cuando las menores pidieron a su mamá les diera permiso para asistir al evento, pero Norbita Urbina Damacio, de 24 años, no se los otorgó, por lo que las hermanas en un descuido se escabulleron de la casa.

A las 10:30 de la noche, la madre se percató de la ausencia de sus hijas, y comenzó a buscarlas. El tiempo transcurrió y la desesperada madre no las encontró. Tan solo hasta el día lunes se develó el paradero de las menores cuando fueron halladas sin vida, envueltas en un colchón, en inmediaciones de un predio baldío, lleno de monte, y a tan solo tres cuadras de donde ellas vivían. En el lugar de levantamiento de los cuerpos también los peritos encontraron un trozo de alambre dúplex color blanco. Los funcionarios además se dieron a la tarea de recolectar muestras de fluido corporal para cotejarlas con las de los sospechosos.

“Parece que se trata de la peor noticia posible. Mataron a las dos hermanitas desaparecidas desde el jueves pasado en Villa Belén, en Managua. La Policía Nacional aún no confirma, pero la noche del lunes los vecinos del barrio encontraron dos cuerpecitos dentro de un saco que había sido tirado a un predio baldío”, informó con imprecisiones el martes 6 de septiembre la radio La Primerísima, en declaraciones citadas por InfoBae.

La radio La Primerísima, citada por el medio 100 Noticias, informó que un tío de las víctimas declaró que otra menor de edad llegó a buscar a las dos hermanas. Supuestamente es sobrina de la pareja señalada por el doble crimen y quienes ejercen su tutela, ya que la mamá emigró a Panamá a trabajar.

“Nos dijeron que el que las mató fue el tío de la niña que llegó a buscarlas. Ese hombre tiene como 28 años y también está detenida la mujer de él”, relató un familiar a Radio La Primerísima.

“Estoy muy adolorido, triste por la tragedia ocurrida dentro de nuestra familia. Conocí sobre la desaparición de las niñas a través de mi familia y nosotros realizamos la búsqueda. Todos los pobladores de Ciudad Belén sospechaban de los tres sujetos detenidos. Cuando nosotros llegamos a la casa (de los sospechosos), en búsqueda de las niñas desaparecidas, no nos quisieron dar información, más bien se enojaron y observé que la casa la estaban lavando y eso me hizo sospechar más”, añadió el familiar.

Por su parte, de acuerdo con el blog Tu Barco, la mujer detenida por este crimen da versión a la policía de que ella ayudó a su compañero sentimental para llevar a cabo la violación de la niña mayor. Dice que cuando su pareja dio muerte a Iris, Micaely gritaba pidiendo auxilio.

El relato de la mujer continua, y dice que posteriormente, su pareja tomo a la niña menor, abusó sexualmente de ella y que luego procedió a asesinarla.

Según 100 Noticias, para cometer los crímenes, la pareja amarró a las niñas y una vez asesinadas, mantuvieron los cuerpecitos tirados en el suelo, en una esquina de uno de los cuartos de la vivienda para luego salir el día domingo a tirar los cadáveres envueltos en una colchoneta a un predio montoso que está ubicado a una cuadra de las viviendas.

En el relato, la mujer dijo que “el olor de los cuerpos los hizo irlos a tirar al predio montoso” con la intención que las aves de rapiña los devoraran.

Finalmente, los cuerpos de las niñas fueron entregados a su familia, quienes pertenecen a la etnia Miskita, y que habían llegado a la capital en busca de oportunidades de trabajo. De hecho, los cuerpos fueron trasladados el miércoles por el Ejército, dado que el padre de las víctimas es soldado, a la comunidad de Walakitang, en Río Coco Arriba, en el departamento de Jinotega, en Nicaragua, informaron medios locales.

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