Frente a un mensaje de despedida de un inmigrante ecuatoriano a su esposa, esta buscó ayuda en las redes sociales para poder dar con la ubicación de su esposo y rescatarlo de la muerte.
Emotivas palabras a través de la plataforma de mensajes de textos, WhatsApp, profirió este ecuatoriano de 30 años de edad, a su esposa cuando sintió que moría en una de las montañas al oeste del desierto de Arizona.
“Me estoy muriendo, estoy botado aquí sin agua”, se le escucha susurrar en los audios que su esposa hizo llegar a Univision Arizona.
Por el sueño americano
Este ciudadano, tomó la decisión de salir de su país, Ecuador, haciendo una larga travesía hacia territorio de los Estados Unidos, buscando el sueño americano, pero sin considerar que cruzar por el desierto significaba exponerse y resistir a las altas temperaturas del lugar. Efectivamente las condiciones climáticas y lo agreste del terreno dificultaron su caminata, y cuando vio que su cuerpo no resistía más, se despidió de su esposa, quien vive en el Ecuador.
Así mismo, le dice a su compañera de vida, a través de una serie de escritos : “Perdóname, no pude llegar amor… no voy a poder cumplir los sueños de mi hija… no va a poder tener su casita como se lo prometí”.
Desde el país sudamericano, narró la pareja sentimental de este migrante, que con gran angustia y aflicción tuvo que escuchar los audios de su esposo, donde le expresaba que se daba por vencido en su riesgoso viaje, porque al parecer presentaba una lesión en uno de sus miembros inferiores lo cual le impedía caminar. En ese momento ella optó por escribir a Univisión Arizona y al consulado de su país, enterándolos de la situación, y pidiendo ayuda.
“Sentí mucha desesperación, para mí lo más importante es la vida de él, que estemos con deudas y todo eso, es lo de menos, porque como le dije, nosotros somos jóvenes y podemos hacerlo, pero él prefería quedarse en el desierto muerto a no cumplir el sueño de su hija”, contó la esposa.
Señaló la mujer que le pidió a su esposo que llamara al número de emergencias 911, y que se entregara a las autoridades migratorias. “Yo le dije que pida ayuda al 911, y que se entregue a migración, y me hizo caso, llamó, pero cuando ya estaba muy deshidratado”, indicó la mujer.
“Ya me vinieron a ver está llegando inmigración… te amo chao”, fue la última comunicación que tuvo con él.
La Patrulla Fronteriza inició un operativo y lograron rescatar al inmigrante ecuatoriano con vida. Luego de ser asistido por los equipos de emergencia y de recuperarse fue trasladado al Centro de Detención de Florence, Arizona.
El pasado lunes 12 de julio, una mujer migrante fue rescatada de esta zona por parte de personal de la Patrulla Fronteriza, adscritos a la Oficina de Aduanas y Protección de la Frontera (CBP), quienes ante el llamado actuaron de manera coordinada con agentes del Departamento de Seguridad Pública de Arizona para salvarle su vida.
La mujer migrante de origen guatemalteco se encontraba sufriendo las inclemencias del desierto, bajo los rayos candentes del sol, y resistiendo temperaturas de entre los 41 y 45 grados centígrados, por lo que sus rescatistas lo primero que hicieron fue resguardarla bajo la sombra de un árbol para poder darle los primeros auxilios y tratar de bajarle el “golpe de calor”.
La ola de calor en Arizona
Según informo ABC15, el pasado mes de junio, las peligrosas temperaturas cálidas que se sienten en Arizona también están llegando a las áreas fronterizas, donde los expertos dicen que los migrantes y sus niños corren un mayor riesgo de morir por exposición al calor, deshidratación severa e hipertermia.
“El terreno es extremo, las temperaturas pueden ser realmente altas hasta 115 grados”, dijo el agente de la Patrulla Fronteriza, Jesús Vasavilbaso.
De hecho, el agente Vasavilbaso quien ha estado patrullando la zona del Sásabe en el sector de Tucson por más de 10 años, señala que los veranos en esta zona son mortales. “Hay que beber aproximadamente dos galones de agua al día para poder hacer senderismo en este desierto de Sonora”, dijo.
Los migrantes generalmente no pueden llevar tanta agua, “una vez que cruzas una frontera, todavía tienes que caminar muchos kilómetros y este terreno es imperdonable”, dijo Vasavilbaso.
Agregó el funcionario que muy diferente a otros años, los ciudadanos que deciden migrar a Estados Unidos, y cruzar la frontera sin un guía, están acudiendo a la ayuda de aplicativos móviles como por ejemplo la de WhatsApp. “Les dan un teléfono celular. Les dicen que caminen una cierta distancia y que cuando camines hacia estas montañas, llamarás a este número y luego te dirán a dónde ir”. Lo que no les dicen es que no hay recepción de teléfonos móviles en el desierto.
Aconseja el señor Vasavilbaso, es que, de recibir señal telefónica, lo que debe hacer un ciudadano migrante es de inmediato reportar su situación a la línea de emergencias del 911. Enfatizando que, en el caso de no poder establecer comunicación, buscar otro recurso como lo son las 34 torres de rescate instaladas por el sector de Tucson.
“La forma en que funciona esta (torre de rescate), tiene este botón rojo, por lo que, si presiona este botón rojo, enviará una señal a nuestra oficina y los agentes pueden desplegar y rescatar a esa persona”. Sin embargo, estableció el funcionario que no todas las personas las encuentran.
De otro lado, según un reporte de la Universidad de Arizona, indica que se ha recuperado un número creciente de restos humanos pertenecientes a migrantes del sur de Arizona. “209 (restos), según nuestros datos del 2020. Estoy muy preocupado de que veamos un número récord de cuerpos de migrantes que se recuperan del sur de Arizona en el año fiscal 2021”, dijo Daniel Martínez, codirector del Instituto Binacional de Migraciones de la Universidad de Arizona.
Continuando con su relato, el agente Vasavilbaso expresó la preocupación que siente por estas personas, de quienes dice están siendo dirigidos a áreas más remotas y con más altitud. “Somos seres humanos, no queremos que nadie resulte herido, sin embargo, no queremos que nadie muera aquí”.
Dice, que a los migrantes se les vende la idea de que no existe peligro pues en ultimas un helicóptero los rescataría, pero que la realidad es otra. “No tenemos helicópteros ilimitados, a veces tenemos 10, 20 llamadas al mismo tiempo, personas que llaman al 911”, dijo Vasavilbaso.
Además, indicó que las altas temperaturas, impiden o dificultan los operativos de rescate, pues pone en riesgo a los que los realizan. “No podemos caminar en sus zapatos, no sabemos por lo que están pasando”, dijo Vasavilbaso. “Muchos de estos migrantes son migrantes económicos y están tratando de buscar una vida mejor, pero arriesgar su vida en estas temperaturas y en estos terrenos, no vale la pena”. Concluyó.
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