Como de película son las imágenes que circulan en los medios de comunicación, donde se ve como la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, montada a caballo acorrala a migrantes haitianos y con latigazos los obliga a regresar al país mexicano.
Las conmovedoras escenas las obtuvo la agencia Reuters el domingo 19 de septiembre en la frontera con México, en la localidad de Del Río, donde aparece un guardia fronterizo estadounidense acosando con un látigo a migrantes haitianos que intentan cruzar el Río Grande, en Texas.
Ciudadanos de este país que buscan el sueño americano, se dispersan y corren asustados, mientras la guardia les tira los caballos encima, los agarran con fuerza y en ocasiones los tiran a las aguas del rio.
Muchos comenzaron a correr para intentar escapar de los jinetes y uno de los de los agentes fotografiados tomó a uno de la camisa y lo volteó mientras el caballo trotaba en círculos”, dijo Ratje sobre una de las fotos, según DW.
Crisis migratoria de haitianos en los EE.UU.
Los ciudadanos haitianos, se sumaron a las miles de personas migrantes que esperan poder llegar a los Estados Unidos, para pedir asilo, por las situaciones de desastres naturales y de violencia que viven sus paises. En un campamento improvisado desde principios de año en la ciudad de Texas, cerca de 147.000 migrantes han sido interceptados en México en su paso hacia la frontera. Mientras que en territorio estadounidense, cerca de 200.000 han sido retenidos al mes, presentado las cifras mas altas de todo los tiempos.
Según DW, sobre esta crisis migratoria, en una carta dirigida al presidente Joe Biden, el gobernador de Texas Greg Abbott señaló que la situación en el campamento instalado por los migrantes bajo el puente internacional que conecta Del Río y Ciudad Acuña (México), se esta agravando con la masiva llegada de haitianos en estos últimos días.
“Solicito una declaración de emergencia para el estado de Texas como resultado de la actual crisis fronteriza, que continúa escalando como lo demuestra la terrible situación en el condado de Val Verde”, escribió el gobernador conservador.
En su petición, el gobernador explicó al ejecutivo, que las familias detenidas ahí, entre los que hay bebes y niños, “necesitan alimentos, agua y suministros médicos que el Gobierno local no puede suministrar”.
En esa misiva, Abbott indicó que la población de Del Río es de unas 35.000 personas, por lo que la ciudad “no está equipada para manejar a tantos migrantes”.
Así mismo el gobernador, enfatizó en lo delicado de la situación por la pandemia del COVID que se esta viviendo, indicando que las condiciones de estos migrantes la hacían “aun mas peligrosa”, y que en el momento no existía información de si estas personas eran sometidas a pruebas o si de hecho ya habían recibido la vacunación.
Entre tanto, los testimonios de los migrantes son desgarradores. Mamouna Ismael, haitiana de 38 años, contactada por RFI, cuenta las condiciones en las que se encuentra, varada del lado mexicano en Ciudad Acuña, después del terremoto de agosto pasado. “En Haití, no tenemos ni agua, ni comida, ni luz. Muchos han muerto en nuestra familia. Si no nos vamos, ¿a donde podremos ir?”, dice.
Por su parte Wildly Jean mary, otro migrante, expresó que “no pueden enviarnos de regreso a Haití porque todo el mundo sabe cómo es Haití en este momento”, afirmó vestido sólo con calzoncillos y parado en el lado mexicano del río después de cruzarlo.
Empapado, citó el asesinato presidencial de julio como una razón para no regresar con su esposa y su hija de dos años al país más pobre de América. Haití también fue golpeado por un gran terremoto el mes pasado.
“El gobierno de Estados Unidos no tiene conciencia”, denunció el migrante haitiano Nerlin Clerge, quien también estaba cerca de la orilla del río y había viajado al campamento con su esposa y sus dos hijos pequeños. Explicó que ahora está considerando tramitar el derecho a quedarse en México.
De otro lado, se encuentra la posición de las autoridades que citando al Heraldo Mexico, dicen que en el sur de Texas, 600 agentes federales se encuentran en la zona de Del Río, vaciando el campamento ubicado bajo el puente fronterizo. Unos 6.500 migrantes han sido deportados o enviados a otros centros en los últimos días. 3.000 de ellos el lunes. Quedan otros 10.000. Esta semana se fletarán al día entre uno y tres aviones para devolverlos a Haití.
“Nos preocupa mucho que los haitianos que siguen esta ruta de inmigración ilegal reciban información falsa sobre la supuesta apertura de las fronteras o la disponibilidad del Estatus de Protección Temporal para todos los haitianos”, dijo Mayorkas.
Las palabras de Mayorcas, son la aclaratoria de los que creyeron erróneamente que podrían beneficiarse de la extensión del estatus migratorio especial del TPS, decretado por el presidente Biden solo para ciudadanos de países peligrosos o afectados por desastres naturales que se hallaban en suelo estadounidense antes del 29 de julio.
Sin embargo, Mayorkas dijo este lunes que se investigarán las denuncias de maltrato a migrantes haitianos por parte de policías montados a caballo en la frontera de Texas con México.
Rechazo de la Casa Blanca a las malas practicas de la autoridad migratoria
Este lunes, desde la Casa Blanca, se tildó de “horrible” el aparente uso de látigos por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza contra algunos de los haitianos que han cruzado irregularmente en los últimos días la frontera entre México y Estados Unidos.
“No creo que nadie que haya visto esas imágenes pueda pensar que es algo aceptable o apropiado“, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Psaki aseguró que es “horrible ver” esa imagen y afirmó que no tenía la información suficiente sobre su contexto, pero que si se confirma que los agentes llevaban látigos y golpearon a los migrantes con ellos, “por supuesto que nunca deberían poder volver a hacerlo”.
Sin embargo, al mismo tiempo, la portavoz insistió en que este “no es el momento” para que los indocumentados haitianos lleguen a Estados Unidos.
Recordó que quedan reformas por hacer al sistema de asilo y que Estados Unidos sigue deportando inmediatamente a la mayoría de quienes cruzan la frontera, amparándose en la pandemia y sin permitirles solicitar refugio.
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