La administración ejecutiva de los pasados cuatro años de los Estados Unidos tuvo una parálisis en lo concerniente a las políticas de protección climática y del medio ambiente. El ahora expresidente Donald Trump hizo realidad una de sus promesas de campaña en cuanto a retirar a su país del Acuerdo de París, en el que alrededor de 185 países del mundo participan desde el 2015, en pro de no permitir que la temperatura de la tierra se eleve más de dos grados y, de ser posible, solo 1,5, evitando así el calentamiento global.
El expresidente Barack Obama, fue quien vinculó a los Estados Unidos a este pacto climático universal, a través de un decreto presidencial, pero luego de que lo sucediera en el cargo el republicano Trump, el anuncio de la retirada de este no se hizo esperar, haciéndose realidad el 1 de junio de 2017.
Cumpliendo con las reglas establecidas por la ONU, de permanencia en el acuerdo al menos tres años, solo se dio por terminado la permanencia de este, el pasado mes de noviembre, justo después de las elecciones presidenciales, en las que ganaría el demócrata Joe Biden.
Dentro de las razones que tuvo Donald Trump para tomar esta decisión, señaló que el cambio climático era un “bulo” inventado por China para frenar el crecimiento económico de los Estados Unidos, además, de que consideró perjudiciales las políticas del pacto por ir en contravía de los intereses de la economía y de las industrias del país, de las que dijo dependían bastante de las energías fósiles.
En estos momentos EE.UU es el segundo país del mundo que más gases de efecto invernadero emite (después de China), según datos del Centro Común de Investigación (JRC). De hecho, en total, es el responsable del 15% de las emisiones a nivel global. Además, que sus emisiones de dióxido de carbono crecieron un 3,4% a lo largo del año 2018, alcanzando el nivel más alto de los últimos ocho años, de ahí que no se entienda la posición egoísta y despreocupada del expresidente Donald Trump en su momento.
Afortunadamente, en bien de la humanidad el hoy presidente de los norteamericanos, el demócrata Joe Biden, quien había prometido en campaña reintegrarse lo más pronto posible al Acuerdo de París, ha cumplido con su promesa. Esta misma tarde después de juramentarse en su cargo ha declarado el retorno de los Estados unidos al mismo.
Lisa Göldner, experta climática de Greenpeace Alemania, dijo al respecto a DW: “Tras el anuncio de Biden de volver al Acuerdo de París, basta con una carta al secretariado internacional del clima. 30 días después, Estados Unidos vuelve a formar parte de los países que desean limitar el calentamiento de la Tierra a 1,5 grados”.
Dentro de la agenda climática y medioambiental establecida por Joe Biden, está el de destinar dos mil millones de dólares para producir energía hasta 2035 sin carbón, gas ni petróleo, siendo el objetivo principal que el país sea un territorio neutro en carbono en 2050, apostándole al tren como protagonista en el transporte.
Además, se supo que el país quiere ayudar a la protección internacional del clima, contribuyendo con apoyo financiero, como lo estipula el mismo acuerdo, en el que países ricos deben destinar anualmente 100 mil millones de dólares hasta 2025 para la protección climática en los países pobres.
Jochen Flasbarth, uno de los negociadores decisivos del acuerdo en 2015, y hoy Secretario de estado del Ministerio Alemán de Medioambiente dijo al respecto que “Estados Unidos debe recuperar el retraso en esa financiación. Y, al final, cabe esperar que los estadounidenses reconozcan y respeten el nuevo mundo multipolar en la protección del clima. La cooperación en igualdad de condiciones es más importante que nunca”.
Hay un poco de duda con respecto a que Biden retome por completo la financiación internacional debido a los costos elevados que ha dejado la crisis de la pandemia en EE.UU, sin embargo, Flasbarth pronuncia que “con la llegada de la administración Biden hay algo así como un soplo de aire primaveral en la protección del clima. Por fin podemos respirar tranquilos, porque tenemos de nuevo a bordo a un país importante”.Cconcluyó.
De otro lado, es importante destacar que, con miras a reestablecer la urgencia de la lucha contra el calentamiento global, el presidente ha designado en su Administración a Jhon Kerry como enviado Presidencial Especial para el Clima. El exministro de Relaciones Exteriores John Kerry, quien también fuera un importante arquitecto del Acuerdo de París, junto con otros técnicos y expertos de la administración Obama, será el nuevo responsable de la protección internacional del clima.
Entre tanto, algunas ONG se han pronunciado frente al regreso de los EE.UU al acuerdo de París, como Hannah Martin, Codirectora ejecutiva de la ONG UK Green New Deal, durante el encuentro con medios, qué esperar las políticas climáticas en 2021, organizado por el Global Strategic Communications Council, que “Con Biden en la Casa Blanca y el control de las dos cámaras por los demócratas, no hay razón para que en EE.UU. no se implemente un Green New Deal, para descarbonizar la economía”.
Así mismo, desde Greenpeace, su responsable de cambio climático, Tatiana Nuño, ha calificado de “imprescindible” el regreso de los norteamericanos, sumándose a la idea general de que “se trata de uno de los principales emisores de contaminantes” y el hecho de abandonar el acuerdo “fue una nefasta noticia” en su momento.
Por su parte Jennifer Morgan, directora general de esta ONG Internacional, destacó algunas de las señales que han puesto a Joe Biden en la línea de interés de la visión: “Volver al Acuerdo de París, debe ser el suelo de la administración de Biden, no su techo”. La directora de la organización ecologista apuntó que “además de poner en marcha el Green New Deal es importante que no se desarrollen nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles”.
Mientras tanto Europa celebra la reincorporación de Estados Unidos al Acuerdo de París. Su lucha contra el cambio climático será más fácil con Biden en la Casa Blanca, y facilita las cosas el nombramiento de John Kerry como enviado especial para el clima. Kerry tiene previsto que una de sus primeras llamadas sea al Vicepresidente de la Comisión Europa encargado de estos temas, Frans Timmermans.
Para finalizar, en la Euro cámara, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von Der Leyen, ha pronunciado que “Este es el punto de partida de nuestra renovada cooperación”. La parlamentaria alemana ha señalado que, tras cuatro años, la Unión Europea vuelve a contar con un “amigo en La Casa Blanca. Este nuevo amanecer en Estados Unidos es el momento que estábamos esperando. Europa está lista para un nuevo comienzo con nuestro con nuestro socio más antiguo y de mayor confianza”, ha asegurado.
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