El sello distintivo de la transición pacífica del poder en los Estados Unidos, este año se romperá cuando el nuevo presidente electo Joe Biden y su formula presidencial, la vicepresidente electa, Kamala Harris, tomen posesión de su cargo en ausencia de su antecesor, el Republicano Donald Trump.
El presidente de saliente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que no asistirá a la toma de posesión del presidente Joe Biden y su vicepresidenta Kamala Harris, la cual se llevará a cabo, este 20 de enero. De hecho varios medios de comunicación locales, informaron que el presidente Donald Trump tiene la pretensión de abandonar la capital del país, antes del 20 de enero, en horas de la mañana.
“Para todos los que me han preguntado, no iré a la inauguración del 20 de enero”, aseguró Donald Trump en su cuenta de Twitter, antes de que esta fuera suspendida.
Con esta determinación, se teme que el presidente Donald Trump rompa con otras tradiciones como son que el presidente entrante duerma la noche anterior a la posesión en las instalaciones de la casa Casa Blanca, en la residencia de los visitantes, para que al día siguiente tome el desayuno junto al presidente saliente, y así posteriormente, asistir también a una ceremonia religiosa multiconfesional.
Explica Panizo en el diario La Vanguardia “De esta forma, los dos presidentes se trasladan juntos al Capitolio, donde se realiza la ceremonia, ya que es donde están el Congreso y el Senado y, por lo tanto, donde están representados los cargos electos de los ciudadanos.” Este año no será así, según anunció Donald Trump.
De hecho, la juramentación del cargo y el discurso inaugural se hace en el frente oeste del Capitolio y después de otros actos, el nuevo mandatario se traslada hasta la Casa Blanca, donde es recibido por el presidente saliente y deja la imagen para la historia.
Es de anotar que este acto protocolario ha estado vigente desde 1837, y que, con esta decisión, Donald Trump se convierte en el cuarto presidente de EE.UU. que no participa en el acto de investidura de su sucesor. La última vez que sucedió fue en 1869, cuando Andrew Johnson se negó a viajar a la toma de posesión del presidente electo Ulysses Grant.
¿Por qué Donald Trump no esta en la ceremonia?
El mandatario ha sido duramente castigado, tras haber sido señalado de ser instigador del violento asalto al Capitolio, el pasado 6 de enero, cuando los legisladores del Congreso se encontraban certificando los votos del Colegio Electoral para confirmar el triunfo de Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre de 2020.
El presidente Donald Trump, a través de sus redes sociales incitó a sus seguidores a que se dirigieran al Capitolio para que defendieran sus votos de las pasadas elecciones, en las que supuestamente se había presentado un fraude electoral.
El asalto que dejó a más de 50 personas arrestadas y cuatro muertos, desbordó en una situación impensable para el actual presidente. La censura a su actuar no se hizo esperar, y cientos de voces en el mundo se alzaron para pedir su renuncia y un juicio político que le impida desempeñarse en cargos públicos en el futuro, más considerando su posible postulación a la reelección presidencial del año 2024.
Asi mismo, la postura de repudio tanto de demócratas como de algunos de sus compañeros de partido, llevó a Trump a publicar un video en su cuenta oficial de Twitter, en el que finalmente reconoció su derrota en las elecciones de noviembre y, en el que, además, condena el ataque al Congreso.
Igualmente prometió, llevar una transición de poder ordenada y pacífica el 20 de enero.
“Una nueva administración iniciará el 20 de enero. Mi enfoque ahora se centra en garantizar una transición sin problemas y ordenada. Este momento exige sanación y reconciliación”, declaró Donald Trump en un video en Twitter.
Sin embargo, el anuncio de no asistir a la inauguración de Joe Biden opacó sus llamados a la unidad en el país.
De esta manera, este miércoles 20 de enero, Washington DC y los alrededores de la Casa Blanca estarán bajo un dispositivo de seguridad que blindará la capital de todo acto de violencia que pueda empañar el acto de posesión del nuevo presidente Joe Biden.
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