Los voraces incendios que azotan a parte del norte de California ya quemaron millones de acres de bosques, destrozan casas y provocan el cierre de los parques nacionales de la región, debido al incesante avance de las llamas que se ve registrado en fotos y videos que circulan en redes sociales.
Se estima que 11 mil bomberos estaban en la línea de más de una docena de grandes incendios forestales que han destruido cientos de casas y otros edificios, han obligado a miles de personas a huir de comunidades y han llenado de humo los cielos, reporta la agencia The Associated Press (AP).
Por su parte, el NY Post consigna que, a partir del 22 de agosto, el Servicio Forestal de EE. UU. cerrará nueve bosques nacionales desde cerca del lago Tahoe en la frontera de Nevada en el este hasta el oeste en el Bosque Nacional Six Rivers, que se extiende hacia el norte hasta la frontera de Oregón y contiene más de 1 millón de acres de tierra -más de 607.028 hectáreas-.
El mismo medio recuerda que el Bosque Nacional Eldorado ya había sido cerrado debido al incendio de Caldor, que arrasó la ciudad de Grizzly Flats en Sierra Nevada durante esta semana.
El monstruoso incendio Dixie arde desde el 13 de julio y avanza en el norte de Sierra Nevada y el sur de Cascades
De acuerdo a la información de AP, el incendio Dixie solo estaba contenido en un 35% hasta este viernes, ya que en las últimas se extendió a aproximadamente 1.060 millas cuadradas (2.745 kilómetros cuadrados).
El incendio, que arrasó la ciudad de Greenville hace dos semanas, destruyó más de 1.200 edificios, según las evaluaciones de daños en curso consignadas por el citado medio.
Más de 650 bomberos y 13 helicópteros fueron asignados al incendio Dixie, y aviones cisterna de todo California realizan misiones de extinción de incendios mediante las condiciones climáticas y el avance del fuego lo permitan.
Según el mapa de incendios citado por ABC10, el incendio ahora está afectando a cinco condados diferentes, incluidos Butte, Plumas, Tehama, Lassen y Shasta.
El cambio climático ha hecho que Occidente sea más cálido y seco en los últimos 30 años y continuará haciendo que el clima sea más extremo y los incendios forestales más destructivos, según los científicos citados por la AP.
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