Un sargento de la policía de Los Ángeles salvó a una niña que no respiraba. Su rápida reacción permitió seguir con vida a la menor. El policía escuchó el grito desesperado de los padres, quienes decían que su hija había dejado de respirar.
“Oficial, oficial, ayuda por favor”, fue el grito de la madre de la niña al ver a Kim patrullando la calle.
Bumjin Kim se arrimó a la niña y comprobó que estaba asfixiada. No respiraba, no se movía. El oficial vio que la piel de la niña se había puesto de color azul. Comenzó a practicarle maniobras de reanimación.
Esta historia con final feliz tuvo lugar el pasado 19 de enero, cuando Kim se encontraba patrullando una calle del área de Echo Park. “Estuve en el lugar justo, en el momento indicado”, dijo el policía este martes cuando fue homenajeado por la fuerza.
Las imágenes del dramático momento fueron captadas por la cámara al cuerpo del Kim, difundidas este martes por la Policía de Los Ángeles.
A continuación se mostrará el video que difundió la policía de Los Ángeles. Las imágenes pueden herir la sensibilidad de los lectores.
La palabra del policía
El sargento Bumjin Kim fue condecorado este martes por la Policía de Los Ángeles tras haberle salvado la vida a la niña. En su testimonio se percibe la tensión que le provocó el dramático momento.
“Lo primero que vi es que la niña estaba desplomada en los brazos de su padre, y que su cuerpo había tomado un color azul casi morado”, expresó ante sus colegas.
“Al verla supe enseguida que esa niña no estaba respirando”, siguió.
El oficial advirtió que la niña tenía algo en la boca, un objeto que le estaba cortando la respiración.
“Limpié su boca dos veces. Recién a la tercera pude sacar algo”.
Kim voltea a la niña, le da unas palmaditas para sacar lo que estuviera obstruyendo la respiración de la niña. Es entonces cuando la menor recupera el conocimiento en medio de una criis de llanto. Su madre, visiblemente emocionada, le pide a su hija que se tranqulice, que lo peor ya había pasado.
Kim es padre de un niño de tres años
Este martes, a Kim le preguntaron si en el momento en que salvaba a la menor pensaba en su hijo de tres años.
“Honestamente no se me cruzó ninguna imagen por la cabeza. Solo estaba concentrado en salvar a esa niña”, dijo el policía.
El sargento reconoció que, diez minutos después del hecho, comenzó a reflexionar acerca de la fragilidad de la vida, de qué manera todo puede cambiar de un momento a otro.
Kim es un experimentado policía con más de quince años en la fuerza. La menor, cuyo nombre no trascendió, fue llevada a un hospital para que la revisaran. Tras constatar que no tenía heridas de gravedad, los médicos le dieron el alta.
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