El 29 de octubre del año 2022, la joven migrante venezolana de 21 años de edad, identificada como Aurimar Iturriago Villegas, fue brutalmente asesinada a tiros en Texas, Estados Unidos, cuando la joven se movilizaba en un vehículo por las carreteras de Dallas.
La joven, que había llegado desde Venezuela hasta Estados Unidos, en septiembre de 2022, ingresó al país de manera irregular, cruzando la frontera, con la ilusión y la meta de trabajar y poder ayudar a su familia en su país natal, precisamente en el estado de Zulia, de manera económica.
De acuerdo con la madre la joven, identificada como Arelis Coromoto Villegas, su hija Aurimar Iturriago Villegas trabajaba limpiando casas y haciendo jardinería, y con su trabajo, ayudaba no solo con los gastos de su familia en Venezuela, sino que además, estaba ahorrando para construir una mejor vivienda para su madre.
Las autoridades policiales pudieron conocer que Shardrel Damon Webb, fue el hombre que abrió fuego contra el auto donde se movilizaba Aurimar Iturriago Villegas, propinándole un disparo fatal en la cabeza, de acuerdo con Audacy.
#Insólito 💔😭 Arelis Coromoto Villegas, una mujer venezolana, se encuentra devastada después de enterarse que el cuerpo…
Publicado por Diario Upata Digital en Jueves, 19 de diciembre de 2024
Tras su asesinato, el cuerpo de la joven resultó ser uno de tantos que no fueron reclamados por ningún familiar, por lo cual, fue enviado al Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas, en donde según el medio People, sería utilizado por estudiantes o vendidos a empresas privadas que utilizan los cuerpos para ayudar a desarrollar productos o capacitar a su propio personal médico privado.
Sin que su familia tuviera conocimiento de esto, según NBC News, el cuerpo de la joven Aurimar Iturriago Villegas fue donado a una escuela de medicina local, y posteriormente cortado en pedazos.
El medio mencionado anteriormente, también asegura que a las partes del cuerpo de la mujer, que quedaron en buenas condiciones y no fueron impactados por la bala, se les puso un precio, 900 dólares por el torso y 703 dólares por las piernas. Asimismo, el resto del cuerpo de Aurimar Iturriago Villegas fue cremado y enterrado en un cementerio donde entierran a personas desconocidas o no reclamadas por su familia.
Los restos del cuerpo de Aurimar fueron incinerados y enterrados en un campo entre desconocidos en un cementerio de Dallas, todo mientras su madre buscaba desesperadamente que su hija asesinada regresara a Venezuela, sin saber que su cuerpo se había convertido en una mercancía en nombre de la ciencia.
Tras conocer esa terrible y cruda verdad, la señora Arelis Coromoto Villegas dijo que “es algo muy doloroso. Ella no es ningún animalito para que la descuarticen, para que la corten. Todas las noches digo: ‘Dios mío, ¿por qué te llevaste a mi hija?. No acepto la muerte de mi hija. Todavía no”, fueron sus palabras desde su casa en Venezuela, según Telemundo.
Según informó Infobae, citando al medio NBC News, en el año 2023, el torso de la joven fue empleado en un entrenamiento quirúrgico por la empresa Relievant Medsystems, que pagó al centro $35,672 dólares por el uso de cadáveres. De igual manera, las piernas de ella fueron usadas en otra capacitación médica.
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