Este viernes 11 de septiembre se conmemoran 19 años, del que se considera “el mayor ataque terrorista” de la historia de los Estados Unidos, en el que perdieron la vida casi 3.000 personas.
Los edificios más emblemáticos del World Trade Center, en Nueva York, fueron el punto de mira del grupo terrorista Al Qaeda, cuando bajo la orden de Osama Bin Laden, miembros de este grupo secuestran 4 aviones, para llevar a cabo ataques terroristas y suicidas contra los Estados Unidos, estrellando 2 de estos aviones contra uno de los símbolos más icónicos de poderío en el país y en el mundo “Las Torres Gemelas”, esa fatídica mañana del martes 11 de septiembre de 2001.
Ese día la primera Torre en ser impactada, fue la Torre Norte a las 8:46 de la mañana que durante 102 minutos ardió bajo el fuego hasta que finalmente cayó a las 10:28 de la mañana, ante la mirada aterradora de quienes no podían creerlo. Más tarde la Torre Sur, a las 9:03 a.m, fue impactada por otro avión, y cayendo 56 minutos después, a las 9:59 a.m, dejo aún más perplejo al mundo entero, que para ese momento ya seguía las imágenes por señal de televisión.
Inicialmente cuando sucede el primer impacto del avión contra la primera torre, se llegó a pensar que se trataba de un accidente aéreo, pero con los consecutivos ataques a la siguiente Torre, al Pentágono en Washington D.C, y el de Shanskville, quedó de manifiesto que se trataba de un ataque terrorista, en donde posteriores investigaciones determinarían que los determinadores de los hechos eran de Arabia Saudita, financiados por Al Qaeda, y que lo hacían como represalia contra los Estados Unidos por su apoyo a Israel, tras la participación en la Guerra del Golfo Pérsico y su presencia militar en el medio oriente.
¿Quiénes fueron las víctimas?
El ataque terrorista del World Trade Center, como centro financiero de Nueva York, no solo afectó a las Torres, sino a otras edificaciones más pequeñas, dejando un saldo de 2.753 personas fallecidas en edades entre los 2 y 85 años, de los cuales el 80% eran hombres.
Igualmente, en el Pentágono, Washington D.C. murieron 184 pasajeros del vuelo 77 de la compañía American Airlines, cuando este impactó el edificio, y en Shanksville, 40 pasajeros y la tripulación del vuelo 93 de la aerolínea United Airlines, se sumaron a la lista de víctimas por los atentados. Se calcula además que 300 de “Los héroes de los atentados”, bomberos y rescatistas, murieron aplastados entre concreto, chatarra, vidrios, cenizas y la asfixiante humareda del incendio y el polvo dejado por el desplome de las estructuras.
Lo que vino después de esta tragedia para los estadounidenses, fue el de exaltar los mejores y peores valores de los ciudadanos, que se unieron en manifestaciones de ayuda y solidaridad, rodearon sus instituciones, pero también despertaron actos de violencia y xenofobia en contra de todo aquel de apariencia y descendencia árabe o musulmán, incluidos sus compatriotas. Así mismo se entró en un estado de pánico y paranoia, que llevo a extremar los controles en fronteras, aeropuertos y propiedades públicas. Además, se vulneraron los derechos de muchos estudiantes extranjeros a quienes se les expulsó del país, se les encarceló o simplemente se les prohibió estudiar ciertas carreras.
De otro lado el Estado americano, comenzó una guerra psicológica en contra de Afganistán, realizando bombardeos sobre la ciudad, lo que dio a su vez respuestas de amenaza con armas biológicas como el Ántrax, a través del envió postal, desencadenando una vez más, una ola de pánico en el país.
En ese entonces el presidente George W. Bush, redirigió sus planes al convertirse en un líder mundial en contra del terrorismo, buscando la alianza con países de occidente y del que menos se esperaba, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para dar inicio a la cacería de los Talibanes y su cabeza mayor, Osama Bin Laden, el cual, tras estar prófugo durante 10 años, fuera dado de baja el 2 de mayo de 2011, bajo el mandato presidencial de Barack Obama.
Conmemoración en medio de la pandemia del coronavirus
Este evento anual que sagradamente viene realizándose durante todos estos años después del ataque terrorista en el 2001, no tendrá la excepción en su décimo noveno aniversario, pese a que el virus del Covid-19 sigue presente en Nueva York y en todo el territorio de los Estados Unidos, con una posible segunda ola de rebrotes.
Hace tres semanas, después de haberse comunicado a los estadounidenses de la cancelación de una ceremonia de luces, en conmemoración de las víctimas, finalmente el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dio a conocer por medio de Twitter, la noticia de que el llamado ‘Tribute in Light’ no sería suspendido.
El juego de dos grandes rayos de luz que iluminarían el cielo neoyorkino se hará como un tributo a las víctimas fatales que dejó este acto terrorista luego de que la ciudad de Nueva York levantara su voz de protesta por la cancelación del evento por parte del Museo Memorial del 9/11, debido al estado de emergencia sanitaria provocada por la pandemia. A su vez, el Museo Memorial 9/11 tiene planeado la iluminación en color azul de las fuentes y fachadas icónicas, como un homenaje de honra a las vidas perdidas.
Por su parte la fundación Tunnel to Towers, que cada año realiza la carrera de los 5 kilómetros para honrar a los socorristas, anunció que planea hacer una ceremonia que conmemore esta fecha.
De este modo, y según los organizadores de los eventos, teniendo todas las precauciones y medidas de seguridad entre las que están el distanciamiento social, la distribución de máscaras y geles desinfectantes para las manos, se espera garantizar toda la seguridad y salud de quienes asistan a este especial, pero triste y recordado evento de luto nacional.