Con el inicio del mes de septiembre comenzarán a aparecer fechas vitales para recibir nuevos cheques de estímulo COVID-19, es decir, los fondos a individuos con los que el gobierno federal busca mantener la economía en movimiento durante la pandemia.
Para comenzar, a partir de este martes, las personas que no han recibido todavía ninguna parte de la ayuda financiera acordada por el congreso podrían comenzar a ver los fondos en su cuenta bancaria, o en cheques o tarjetas de débito, que deberían llegar en el correo.
Según fuentes legislativas, el IRS (Servicio de Rentas Internas) mandaría unos 100 millones de pagos, aun ritmo de cinco millones por semana. Los que más rápido recibieron su dinero fueron los que han conectado sus cuentas de bancos al sistema, pero aun quedan personas a la espera.
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También a partir de este 1 de septiembre y hasta el 15 de octubre comenzarán a recibir pagos unas 50.000 personas, quienes tenían deudas con sus ex parejas por la manutención de sus hijos. Para obtener el dinero, los padres deben haber demostrado que están al día.
Además, a partir del 15 de septiembre se abre el período para que pidan la ayuda las personas que no pagan impuestos porque sus ingresos son demasiado bajos.
El Congreso
Sin embargo, las fechas más importantes para la mayoría en lo que se refiere a los cheques de estímulo COVID-19 están relacionadas con el fin del asueto veraniego de los legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado, que termina el martes 8 de septiembre.
Se espera que entonces, los republicanos y los demócratas lleguen a un acuerdo sobre una segunda ronda de fondos para ayudar a los afectados económicamente por el coronavirus.
Encabezados por la congresista de California Nancy Pelosi, los demócratas han propuesto una segunda ley de estímulo por 2.000 millones de dólares – dos trillones en la numeración en inglés-, que incluye fondos de ayuda para los estados. Sin embargo, la Casa Blanca se opone.
Ambos partidos están de acuerdo en enviar otra ronda de cheques por 1.200 dólares por persona, pero la ley se ha atascado por el resto del paquete de estímulo COVID-19.
Por otro lado, este 10 de septiembre se vence el plazo dado por la Casa Blanca para que los estados apliquen al programa del ejecutivo que suma 300 dólares al mes a los beneficios de desempleo. Hasta ahora, el estado de Dakota del sur ha sido el único que ha dicho que no necesita el dinero.