[COVID-19] ¿Podría extraño sabor rancio o metálico en la boca ser señal de coronavirus?

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A principios de este mes, el Centro para el Control de Enfermedades añadió seis nuevos síntomas del coronavirus a su lista, incluyendo una nueva pérdida de sabor y olfato. Estas nuevas adiciones confirmaron la especulación generalizada de que la anosmia, o pérdida del olfato, se encuentra entre los síntomas del COVID-19. Los demás incluyen tos, dificultad para respirar, fiebre, escalofríos, dolor muscular, dolor de cabeza, dolor de garganta, y temblores repetidos con escalofríos.


La adición de perdida del olfato y sabor a la lista de síntomas del coronavirus ha suscitado preguntas sobre el mérito de otros síntomas y, específicamente, si un incómodo sabor metálico es un indicador fiable del coronavirus.

Esto es lo que necesitas saber:

Evidencia anecdótica sugiere que el sabor distorsionado puede ser un síntoma de coronavirus

Sitios como Express o Inc. han reportado casos anecdóticos en los que aquellos que tenían el virus experimentaron un sabor metálico incómodo en sus bocas. El 22 de marzo, la Academia Americana de Otorrinolaringología informó que “se ha estado acumulando evidencia de lugares alrededor del mundo de que la anosmia y la disgeusia son síntomas significativos asociados con la pandemia del COVID-19”.

La disgeusia, o sabor distorsionado, “es una condición en la que una sensación de sabor sucio, salado, rancio o metálico persiste en la boca”, según el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en ingles). Los síntomas del sabor distorsionado se le atribuyen muy a menudo al trastorno del olfato porque los dos sentidos están estrechamente vinculados. La verdadera pérdida del gusto es rara. NIH informa que, “el trastorno de sabor más común es la percepción del sabor fantasma: un sabor persistente, a menudo desagradable, a pesar de que no hay nada en su boca.”

“El sentido del gusto y el olfato están muy estrechamente relacionados”, dijo el Dr. D.J. Verret en una entrevista con ABC. “Sabemos por investigaciones anteriores que las infecciones por coronavirus se ven en la anosmia post-viral. Por lo tanto, no es exagerado pensar que COVID-19, causado por un coronavirus, puede provocar alteraciones del olfato o del gusto”.

El esfuerzo por identificar los síntomas de COVID-19 es continuo

En marzo, la Academia solicitó que la anosmia y la disgeusia se añadieran a la lista de síntomas del COVID-19, señalando que, “[a]nosmia, en particular, se ha visto en pacientes que finalmente dan positivo para el coronavirus sin otros síntomas”.

Para aquellos que experimentan un sentido distorsionado del sabor o del olfato, la Academia les recomienda, “alertar a los médicos sobre la posibilidad de infección por COVID-19 y justificar una seria consideración para el autoaislamiento y las pruebas de estos individuos”. Se aplican excepciones a las personas con enfermedades respiratorias como rinitis alérgica, rinosinusitis aguda, o rinosinusitis crónica.

Los CDC sugieren que aquellos que muestran pérdida de gusto u olfato, pero no tos o dificultad para respirar, deben experimentar un síntoma secundario como dolor de cabeza o fiebre antes de asumir que tienen el COVID-19. Las directrices de los CDC no incluyen recomendaciones para aquellos que experimentan un gusto distorsionado, pero sí señalan que “la lista no es exhaustiva”, y recomiendan que consultes con tu “proveedor médico para cualquier otro síntoma que sea grave o que te afecte”.

La pérdida del olfato es relativamente común en personas con infecciones virales

Según el Dr. D.J. Verret en su entrevista con ABC, el 40% de los pacientes recuperándose de una enfermedad viral reportan una pérdida del sentido del olfato. Esto sugiere que las personas infectadas con el coronavirus pueden experimentar un sentido de olfato irregular, que está relacionado con la perdida de sabor. Por otro lado, esos mismos síntomas podrían indicar otras infecciones virales como el resfriado común.

“Existe el riesgo de que el enfoque de los medios de comunicación suscite a que los pacientes con anosmia postviral causada por infecciones virales no relacionadas, las cuales alcanzaron su pico en febrero y marzo, atribuyan erróneamente su anosmia a la pandemia COVID-19”, dice ENT U.K., una organización profesional dedicada a la cirugía de oído, nariz y garganta que atrajo la atención internacional a la prevalencia de anosmia en pacientes con coronavirus. ENT U.K. respalda su evaluación de que la anosmia, en ausencia de traumatismo craneoencefálico y las fosas nasales bloqueadas, es un síntoma del COVID-19, pero no ha confirmado que la disgeusia también sea un síntoma.

La perdida de sabor y los trastornos olfativos se pueden atribuir a varias causas, como traumatismo craneoencefálico, infección del oído, exposición a insecticidas, accidente cerebrovascular, demencia y mala higiene y salud dental. NIH informa que más de 200,000 personas visitan a un médico por problemas relacionados con el sabor y el olfato cada año. Las alergias estacionales también pueden contribuir a la alteración del olor y el sabor.