Después de dos días del inesperado fallecimiento del actor y cantante Julián Figueroa, su mamá Maribel Guardia habla con los medios tras el velorio de su hijo. “La casa está tan linda con tantas flores”, contó Maribel sobre los arreglos florales que ha recibido tras la muerte de su único hijo. “No me esperaba esto de la gente. Le pido a todos que me están viendo que recen mucho por mi. Que recen mucho por mi hijo y por nosotros para que podamos tener valor. Le pido a Dios y a todo el mundo que me está viendo que sus hijos los vean crecer, los vean casarse, los vean tener nietos, que los vean triunfar y que sus hijos lo entierren a ustedes. Porque no hay dolor más grande que enterrar a un hijo y pasar por este dolor tan grande. No se lo deseo a nadie. Que Dios los bendiga”, dijo Maribel.
Maribel también reveló el porque Julián no fue velado. “No quise hacer nada en una funeraria porque Julián murió en la casa. Y cuando murió su papá, Julián sufrió muchísimo porque cargaban con [el cuerpo] para arriba y para abajo y me dijo: ‘yo no pude llorar bien a mi papá’, Y cuando murió, Imelda [la esposa de Julián] y yo decidimos que lo ibamos a cremar y para que el bebé no viera el cuerpo de su papá porque iba a ser muy traumatico para él”, compartió Maribel a los medios la noche del martes 11 de abril.
Maribel guarda las cenizas de su hijo en su casa, según reporta Medio Tiempo, Las cenizas fueron depositadas en una urna con una imagen de la Virgen de Guadalupe. “No quiero deshacermo de sus cenizas. El amor que siento por mi hijo va a durar hasta el día que me muera. Nos deja sus canciones y todas las cosas lindas”, aseguró Maribel Guardia al lado de su nuera Imelda Garza.
Ime, la viuda de Julián, también dio algunos detalles del espacio en donde fueron colocadas las cenizas del cantante y actor. “Con el dibujo de José Julián, un dibujo que le hizo José Julián, de un león grande y un león chiquito. El león grande era su papá y el león chiquito era él”, describió entre lagrimas y voz quebrantada.
Sobre el mismo tema, Maribel Guardia contó lo siguiente: “El día anterior, curiosamente, cuando me iba al teatro, me dice ‘¿mamá, tienes un diurex que me prestes tantito?’ Yo me iba corriendo para el teatro como siempre. ‘Pero, mamá, préstame un diurex’. Yo lo buscaba y no lo encontraba. ‘Préstame uno, porque mira el dibujo que me hizo Julián’, y sí era un león grande y uno chiquito”. “Cuando llegué yo y lo encontré muerto a mi hijo… estaba en la pared pegado el dibujito con los leoncitos. (Julián) Se lleva el amor de toda esta familia que lo amó con el alma”.