Día de San Patricio 2022: Supersticiones y leyendas

Un kayakista navega por el río Chicago después de que se tiñera de verde para celebrar el día de San Patricio el 16 de marzo de 2019 en Chicago, Illinois.

Getty Un kayakista navega por el río Chicago después de que se tiñera de verde para celebrar el día de San Patricio el 16 de marzo de 2019 en Chicago, Illinois.

Este jueves 17 de marzo de 2022 muchos ciudadanos del mundo incluidos los de Estados unidos, se vestirán de verde para salir a celebrar junto a los irlandeses, una de las fiestas más acogidas. El Día de San Patricio, Santo Patrón de Irlanda.

Esta conmemoración cargada de gran espíritu religioso, con el pasar de los años, y con la migración de cientos de ciudadanos de la isla británica a otras partes del mundo, acogió la conmemoración de la muerte del misionero de una forma más divertida, y como muestra de una expresión cultural.

La gran jornada se llena de color verde, banderas, duendes, gaitas, gastronomía, como también trae consigo todo el aspecto místico de sus mitos, leyendas y tradiciones. A continuación, te traemos una serie de relatos y supersticiones con respecto a este día.

El trébol de la buena suerte

✤ Trébol de tres hojas: El trébol de tres hojas fue la planta que utilizó San Patricio para explicar a los paganos que quería convertir al cristianismo, lo que era la Santísima Trinidad. Las tres hojas procedentes de un mismo tallo, Dios.

Según Cometa Mágico, el trébol, tradicionalmente, ha sido una planta que cumple dos propósitos principales: por un lado, confiere buena suerte y por otro priva a los espíritus malévolos y a las brujas de su voluntad evitando que actúen a su antojo.

El ritual de “ahogar el trébol”: Consiste en dar las gracias con líquido al trébol por haberlos protegido durante el último año. Sin embargo, esta práctica ancestral de “mojar el trébol” goza de impopularidad entre los puritanos quienes aseguran que es sólo una excusa para visitar un gran número de tabernas y hacer excesos con el alcohol.

La planta está tan arraigada en Irlanda que incluso durante el siglo XVIII llegaron a designar a la isla como el “Condado del Trébol”. Los emigrantes irlandeses que han tenido que salir de su país se la han llevado consigo como un objeto que los va a proteger en cualquier lugar del mundo.

✤ Trébol de cuatro hojas:

El trébol de cuatro hojas en Irlanda tiene que ver con la leyenda que cuenta que San Patricio buscaba precisamente el trébol de tres hojas para explicar a los celtas el concepto de “Trinidad”. Sin embargo, halló fue el de cuatro hojas, que para los druidas que vivían en las Islas Británicas hacia el 200 A.C. creían que este símbolo sagrado era capaz de ver a los demonios y, por tanto, protegerse de ellos.

Para los católicos y cristianos este trébol esta más relacionado con Eva, quien al ser expulsada del paraíso llevo la planta con ella.

De acuerdo con Mundo Deportivo, dentro de todas las versiones de este amuleto, destaca la que cree que cada hoja tiene relación con un aspecto concreto de la vida como la salud, el dinero, el amor y la prosperidad.

✤ La leyenda de los leprechauns  o duendes

De acuerdo con Sobre Irlanda, son pequeños seres vestidos de verde, con un gran sombrero que deja a la vista un pelo pelirrojo, así como una prominente barba del mismo color.

Los leprechauns o duendes, fabrican o arreglan zapatos, y se dice que son muy ricos, pero también avariciosos. Su fortuna proviene de que custodian muchas vasijas de barro llenas de tesoros, que fueron enterradas en periodos de guerra y que nadie, salvo ellos, volvió a recuperar.  Según la leyenda, si alguien logra fijar la mirada sobre un leprechaun, éste no puede escapar y le tiene que dar sus tesoros, pero en el momento en que se retira la mirada desaparece.


 
Los leprechauns son poco sociables, sobre todo cuando creen que sus tesoros corren peligro. Viven en los bosques, por lo que es habitual que se encuentren con viajeros perdidos, que llegan a ellos después de escuchar el sonido de un martillo cuando trabajan. Al verse descubiertos los leprechauns primero se muestran amables, pero en cuanto les preguntan por el oro cambian completamente de actitud. Pueden agarrar un berrinche tremendo, negar poseer tesoros, señalar un imaginario enjambre de abejas o un árbol a punto de desplomarse, todo lo que sea para distraerle.

En el mismo instante en que el humano le quita los ojos de encima, el leprechaun se esfuma. Si falla este truco, le quedan aún muchos recursos. Por ejemplo, puede volverse sorprendentemente generoso y, en un abrir y cerrar de ojos, comprar su libertad con una bolsa repleta de monedas de oro. Pero cuando los leprechaun rocían al humano con el oro es mejor no endeudarse demasiado pronto, puesto que su regalo se convierte enseguida en cenizas o desaparece por completo.

¿Qué tienen que ver los duendes en la festividad religiosa?

Una antigua historia relaciona a los duendes con San Patricio, pues como es sabido fue un sacerdote y obispo que tomó las sendas de Cristo, y fundó su primera iglesia, para que los paganos celtas se convirtieran al catolicismo.

Sin embargo, los paganos como un sabotaje a la doctrina de fe y de milagros que acogía más personas la iglesia cristiana, decidieron valerse de estos duendes (druidas), para enviarlos a la iglesia de San Patricio con la intención de fastidiar al misionero, y a los fieles que se habían convertido al catolicismo.

El portal Sobre Irlanda, dice que lo que hicieron los pequeños seres mitológicos fueron pequeñas jugarretas a los feligreses, que comenzaron a quejarse porque no los dejaban rezar y sufrían un sin fin de desmanes en el templo.

San Patricio, entonces se enfrentó a ellos y una vez los tuvo en frente, les dijo las siguientes palabras: “En nombre de Dios Todopoderoso yo los expulso, espíritus impuros”. Esto bastó para que los duendes no volvieran a molestar más a sus fieles.

Hoy en día estas palabras y la imagen del santo son utilizadas en exorcismos para expulsar los espíritus demoniacos.

La Piedra de Blarney

La Piedra de Blarney es la piedra de la pared de la torre del Castillo de Blarney en el pueblo irlandés del mismo nombre. Besar esta roca trae el regalo de elocuencia persuasiva al besador.

De hecho, la leyenda narra que una mujer vieja lanzó un hechizo en la piedra para premiar a un rey que la había salvado de ahogarse. Besando la piedra bajo el hechizo el rey consiguió la habilidad de hablar dulce y convincentemente.

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