El cantante guatemalteco Ricardo Arjona, de 59 años, anuncia su retiro. Después de 38 años de carrera interprete se despidió de su público a través de sus redes sociales tras terminar su gira Blanco y Negro. Pero su decisión es por un problema de salud que está padeciendo y porque no está de acuerdo de cómo está la industria musical.
Arjona escribió una larga carta de despedida empezando agradeciendo a los médicos que le ayudaron con su problema de espalda.
“Gracias por hacer tan fácil lo imposible. Pensé que no estaba para dar un paso la tarde de ayer y terminé haciendo una maratón en la pasarela improvisada más larga de mi vida. Casi como fue mi carrera desde un principio. Hoy, será el último concierto de Blanco y Negro. A todas las ciudades que tocó esta gira de 159 conciertos mi agradecimiento eterno. A los médicos que me pusieron de pie para poder terminar este viaje posponiendo una cirugía inminente, muchas gracias. Llevo conmigo 6 infiltraciones de columna en los últimos dos meses para poder permanecer de pie en esta despedida. Vengo con la Argentina querida, que me dio canciones en la calle y me regaló una gloria que no merecía, me despido en este Chile de tantas historias y afectos…”, expresó Arjona.
Pero Arjona dice que si encuentra una buena razón para regresar, lo hará, si no lo encuentra, nunca mas regresará a los escenarios.
“Tendré que desaparecer para inventarme un motivo que sea más grande que este. Si no lo encuentro, prefiero no volver. La vida y la gente han sido inmensamente generosos con este guatemalteco de barrio, profesor de escuela pública, que por tocar la guitarra, agregarle unas palabras e intentar una melodía, logró un milagro que nunca sospechó”.
Arjona habla de cómo lo cambio la industria. “No coincido con la industria. Soy demasiado de a pie para este viaje por las estrellas. Convirtieron al muchacho bohemio e irresponsable, en un tipo defensivo y aislado a fuerza de todos los palos que lleve cuando empezaba. Me gasté toda mi falsedad en mis primeros años de carrera para sobrevivir en este mundo de humo, y después de eso, solo le sonreí a los que me caían bien. Sigo pensando que sonreír sin ganas es malo para salud y hay tanto de eso alrededor.
Al finalizar, Arjona agradece a cada uno que hizo un esfuerzo para ir a uno de sus conciertos. “Mi familia y mis amigos, son mi guarida y mi felicidad. No me falta nada, es más me sobran tantas cosas…Para usted que hizo el esfuerzo de las filas, de los presupuestos, de las molestias para asistir a uno de mis conciertos, mi agradecimiento sincero. Me llamo Ricardo, los que me quieren me dicen Seco, y más feliz y pleno que nunca, aunque con un achaque que pronto será historia, les digo adiós y gracias, con todo el corazón”.