¿Cuál es el significado del conejo de Pascua?

Getty

Este domingo 9 de abril, se da cierre a la Semana Santa 2023, y casi la mayoría de personas en el mundo saben que en este día fue que Jesús resucito, y que por tanto es un día de muchas celebraciones religiosas y de reencuentros familiares, antes de retomar todas las actividades cotidianas de trabajo, estudios y compromisos.

Sin embargo, también sabemos que en muchos lugares, sobre todo en Estados Unidos y países anglosajones esta jornada festiva secular, la celebran de una manera más divertida y comercial, asociada a los conejos y a los huevos de Pascua. Pero ¿qué significado tiene el conejo en la celebración de la Pascua?

¿Significado del conejo de Pascua?

De acuerdo con el portal Significados, el conejo de Pascua es uno de los símbolos de la festividad de la Pascua que representa la fertilidad, el nacimiento y esperanza de vida.

Los pueblos germánicos consideraban el conejo un símbolo de la fertilidad, y asociaban su aparición al inicio de la primavera, como renacimiento y renovación de la naturaleza después de la época de invierno. El conejo era, pues, el primer animal en salir de las madrigueras y en procrear, debido a su gran capacidad reproductiva. Esto lo que pone de manifiesto es la coincidencia de que la Semana Santa se conmemore en los inicios de la primavera, y que los conejos hagan su aparición durante la misma.

Otra explicación a la relación entre conejo y la Pascua, tiene que ver con la antigua Mesopotamia y Siria, cuando hace tres mil años estas simbolizaban la muerte y el renacimiento con la figura de la liebre, y que más tarde se extendió a los conejos por ser de la misma especie, y compartir características similares.

Según el portal Explore God, esta asociación con la muerte y el renacimiento puede ser porque los conejos eran representados en tumbas del mundo grecorromano. Los primeros cristianos adoptaron al conejo como símbolo para sus tumbas también, como puede ver, ha existido una conexión de larga data de las liebres y los conejos con la muerte y el renacimiento o en el sentido cristiano, con la resurrección.

Dice esta fuente que además, en el mundo antiguo, se decía que los conejos servían a diversos dioses del amor, la vida, la muerte y la inmortalidad. Durante el Renacimiento (un período que trae a la mente el mundo clásico), el arte que representa conejos correteando sugiere placer sexual sin restricciones. En vista de esta asociación y la llegada de la primavera en el Hemisferio Norte —que señala el renacimiento de la tierra después del invierno— las liebres y los conejos se transformaron en símbolos de fertilidad en la Europa precristiana.

No obstante, la conexión directa entre Pascua y conejos se forjó en algún momento de los siglos XVI y XVII en Europa.

Algunos trazan la palabra en inglés Easter (Pascua de Resurrección en español) a la diosa alemana de la fertilidad Eostra, que en algunas tradiciones incluso estuvo asociada con liebres. Sin embargo, cada vez son más los académicos que piensan que puede haber surgido de una palabra nórdica para “primavera”, que en la forma alemanizada es ostern.

Es muy probable que el nombre de la diosa también fuera derivado de la palabra local para primavera, pero es imposible decir cuál llegó primero. Lo que es claro es que diversos símbolos de fertilidad -huevos, conejos y azucenas— que ya estaban arraigados en la cultura quedaron firmemente relacionados con la festividad cristiana conocida en Europa Occidental y Norteamérica como Pascua de Resurrección.

La leyenda del conejo de pascua: una historia para contar a los niños

Pinterest

De acuerdo con Guía Infantil, esta curiosa leyenda cuenta que, cuando metieron a Jesús en el sepulcro que les había dado José de Arimatea, había dentro de la cueva un conejo escondido, que muy asustado veía cómo toda la gente entraba, lloraba y estaba triste porque Jesús había muerto.

El conejo se quedó ahí viendo el cuerpo de Jesús cuando pusieron la piedra que cerraba la entrada y lo veía y lo veía preguntándose quien sería ese Señor a quien querían tanto todas las personas. Así pasó mucho rato viéndolo, pasó todo el día y toda una noche, cuando de repente el conejito vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que lo habían envuelto. Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió de la cueva ¡más vivo que nunca!

El conejo comprendió que Jesús era el hijo de Dios y decidió que tenía que avisar a todo el mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar tristes porque Jesús había resucitado. Como los conejos no pueden hablar, se le ocurrió que si les llevaba un huevo pintado, ellos entenderían el mensaje de vida y alegría y así lo hizo.

Desde entonces, cuenta la leyenda que, el conejo sale cada Domingo de Pascua a dejar huevos de colores en todas las casas para recordar al mundo que Jesús resucitó y hay que vivir alegres.

LEER MÁS: Se busca a Madeline Kingsbury: ¿Quién es Adam Fravel?