El próximo 26 de septiembre llegará nuevamente a las pantallas el reality show Nuestra Belleza Latina, considerado uno de los sueños de miles de mujeres en todo Estados Unidos.
Y aunque no hay duda que pasar por el programa de Univisión es un excelente trampolín para que las concursantes puedan desarrollar una carrera exitosa en el mundo del entretenimiento, también puede resultar una experiencia traumática para algunas ganadoras, debido al impacto que deben enfrentar en un mundo muy pesado al que llegan de la noche a la mañana y que se puede terminar volviendo en una pesadilla.
Así lo confesó la ex Nuestra Belleza Latina, quien en una breve conversación con Jomari Goyso, quien será juez en el regreso de Nuestra Belleza Latina, aseguró que lo que vino para ella tras convertirse en ganadora del reality fue una “maldición”.
“Después de ganar la corona, yo sentí que lo logré, era la vida ‘la, la, la”, Next… y luego me doy cuenta, creo que ha sido lo más duro… yo toqué fondo. Ha sido lo peor (se decía): ‘Quiero meterme en un hoyito, en un hueco’. Y sentí que me fui metiendo hacia abajo y fue como (cuestionarse a si misma) ‘esperate, por qué lo que a mí más felicidad me trajo, me está dando tanta desilusión y tanta tristeza’. Fue algo difícil”, confesó Aleyda a su amigo, admitiendo que su año de reina no fue color de rosa y hubo mucho sufrimiento.
La exreina de belleza puertorriqueña agregó que eso no solo le ha pasado a ella, sino que esa especie de “maldición” la han vivido varias de las ex Nuestra Belleza Latina, pero que cada una ha sufrido desde sitios diferentes.
“A todas nos ha tratado por áreas distintas. Y a mí me tocó por el lado emocional. Creo que tiene que ver mucho con el amor propio, con amarme a mí misma. Yo dije en esa época: ‘bajá de peso, gané la corona’ y de momento, hasta aquí y ahí fue un golpe con la realidad”, agregó la Nuestra Belleza 2014, manifestando que para las jovencitas que ganan el título es muy duro enfrentarse a un mundo donde se topan con hombres malos que les hacen daño, como pasó con ella, pues las peleas en la competencia quedan en miel, comparado con lo que viven después
“Para mí lo peor fue después de haber ganado la competencia. Los otros días yo lo analizaba con mi mamá, y yo le decía que yo estaba lista para la competencia, pero no estaba lista para la vida real, después, el mundo nuevo, aquí en Miami”, comentó Aleyda. “A mí nunca se me hizo difícil estar cerca de la gente. Se me hizo difícil estar en este mundo (del entretenimiento), ser mujer, con una exposición. Una mujer bonita y los tiburones alrededor. No lo supe manejar. Me ilusioné con todo, con la vida”.
E insistiendo en que ese choque con hombres del medio que no valían la pena, lo llegaron a sentir también otras exreinas, por eso crearon como una especie de lista para advertirse entre ellas, con quién era mejor no meterse.
“Varias reinas me dijeron: ‘ten cuidado con este y este’. Y yo caí con uno, que no estaba todavía en la lista. Me tocó pasar por la experiencia para meterlo en la lista. Después recuerdo, cuando ganó Clarissa y Francisca, nos llamábamos por teléfono y decíamos: ‘este no, este no’, ‘este no’, ‘bótalo'”, dijo la joven exreina, agregando que los “tiburones” malvados a los que se refiere, se aprovechaban de la ingenuidad de las ganadoras. “Es que la mayoría de nosotras si no todas, éramos niñas de nuestra casa, con ganas y sueños de estar en este mundo. Pero no teníamos ni la más mínima idea (de cómo era). No fue que crecimos en este medio”.
Ya en el pasado Aleyda había revelado que incluso fue víctima de relaciones abusivas y con su nueva charla con Jomari dejó ver que ganar Nuestra Belleza Latina tiene su lado difícil, que puede convertirse en lo que ella asintió como una maldición.