Chiquis Rivera se sinceró sobre sus inicios como cantante en su podcast Chiquis and Chill. De acuerdo a la artista, de 36 años, cuando tenía 23 años le confesó a Jenni Rivera que quería dedicarse a la música, pero contrario a lo que muchos hubieran pensado, la fallecida cantante trató de disuadir a su hija para que no siguiera su mismo rumbo.
“Mi madre me decía que mejor me dedicara a ser modelo de rostro o a la actuación. Me recalcaba que era muy duro para una mujer hacerse camino en la música regional mexicana, porque era una industria controlada por hombres”, relató Chiquis, rememorando la época en que planeaba fundar una banda de mujeres donde ella sería la vocalista y su famosa madre sería la manager.
“Ese era el plan, pero la carrera de mi madre despegó en grande y ella tenía mucho trabajo, nunca pudimos concretarlo”, explicó tras señalar que la primera persona que la apoyó para lanzar su carrera musical fue su ex pareja, Angel del Villar, quien llevaba años en el mundo de la música.
“Ángel habló con mi mamá y le dijo que él me ayudaría, mi madre se sintió un poco celosa, porque ella quería ser quien me ayudara, pero no podía porque su carrera era muy absorbente. Comencé con clases de canto en 2011, pero luego me tomé un receso, primero porque mi madre cortó relaciones conmigo y yo quedé muy mal, y luego porque ella murió. Recién en 2014 retomé mis clases de canto, pagando U$500 dólares la hora con la vocal coach de Demi Lovato”, añadió.
ESCUCHA EL PODCAST DE CHIQUIS AQUÍ
La cantante destacó que muchas personas piensan que ella se interesó en la música después de la muerte de su madre o que por pertenecer a una familia de músicos y tener por madre a una leyenda de la música regional mexicana todo se le hizo más fácil. “Ha sido todo lo contrario, se me ha hecho más difícil. Lo peor son las comparaciones, muchos esperaban que cantara al mismo nivel de mi madre, y ella cuando murió tenía más de 20 años de carrera”, señaló.
De acuerdo a Chiquis al interior de su familia tampoco fue fácil para ella dedicarse a la música. “En mi familia hubo personas que sintieron que yo quería competir con mi madre, que quería llenar sus zapatos (…) Y siempre he dicho que esos zapatos son tan masivos que nunca nadie podrá llenarlos. Yo no quiero ser Jenni Rivera, quiero ser Chiquis”, recalcó.
Aunque su madre no pudo ayudarla a hacer despegar su carrera musical, si alcanzó a prevenirla sobre algunos aspectos de su carrera. “Me contó que las mujeres no eran bien tratadas, que era muy duro para ellas. Mi madre me confesó que en dos ocasiones le pidieron favores sexuales a cambio de ayudarla en su carrera. Por supuesto ella no aceptó, y todo lo que obtuvo fue gracias a su esfuerzo”, acotó la artista.
Tras ganar su primer Grammy y darse cuenta de su éxito, Rivera señaló que se siente muy agradecida. “Muchas veces he recordado las palabras de mi madre y he dicho “vaya ella tenía toda la razón, es un mercado muy difícil para las mujeres”. Me he sorprendido hablando con mi mamá sobre eso. Estoy orgullosa de lo lejos que he llegado”, manifestó.