Carmen Aub de “MUJER DE NADIE”: Me divierto mucho con las villanas [ENTREVISTA]

Carmen Aub

Cortesía TelevisaUnivision Carmen Aub encarna a 'Roxana'

Desde que formalizaron su fusión, TelevisaUnivision no ha parado de generar y producir contenido importante. Su más reciente apuesta es el melodrama “Mujer de Nadie”, una telenovela que de acuerdo a la actriz mexicana Carmen Aub, parte de su elenco, uno que cuenta con nombres como Livia Brito, Marco Treviño, Cynthia Klitbo y Arap Bethke,  tiene todos los elementos de un “melodrama clásico” sin perder la modernidad que exige no sólo una audiencia expuesta a nuevas formas de consumir estas historias, sino también quienes buscan mayor honestidad en las tramas que disfrutan.

Tuvimos la oportunidad de conversar con Carmen Aub, quien se confesó muy agradecida de volver a TelevisaUnivision con un proyecto como este que ella misma califica de “muy honesto” y “empoderando a la mujer”, mientras que rompe estereotipos de lo que están acostumbrados a ver los hispanos cada día en pantalla, esto fue lo que nos dijo sobre su experiencia con “Mujer de Nadie”:

Ahondando un poco más sobre las marcadas diferencias entre las producciones actuales, y las clásicas, Aub enfatizó diferentes detalles que hacen de “Mujer de Nadie” un gran proyecto, entre ellas la calidad de factura, la cantidad de episodios, y la realidad de cada personaje, de hecho cuenta un poco que su villana “Roxana”, no es “la típica mujer mala sexy de labios rojos que veíamos antes”, es una mujer normal que simplemente toma ciertas decisiones que quizás no sean precisamente las mejores. Esto nos dijo:

Pero por supuesto, había que preguntarle a Carmen Aub como se divertía más, si de buena o de mala en las telenovelas, y su respuesta fue muy divertida y además contundente. ¡Claro que se divierte más como villana! Esto fue lo que nos contó:

Sinopsis de “Mujer de Nadie”

Lucía (Livia Brito) es una hermosa joven que vive en San Jacinto, Puebla. Quedó huérfana de madre desde muy pequeña. Su padre, Jacobo (Marco Treviño), se hizo cargo de ella, por lo que juntos construyeron una relación muy estrecha y amorosa. Tiempo después, Jacobo se casó con Isaura (Cynthia Klitbo), una mujer ambiciosa y cruel. La mayor pasión de Lucía es el oficio inculcado por su padre, la fabricación de talavera y uno de sus anhelos más grandes es descubrir el verdadero amor, el cual cree haber encontrado en Alfredo (Arap Bethke), un arquitecto de pocos principios, sin imaginar que él posee una doble vida y que ha sido partícipe en el intento de violación que sufre por parte de Heriberto (Roberto Soto), el hombre más rico y poderoso de San Jacinto, quien está obsesionado con ella. Al tratar de defenderse, lo golpea gravemente en la cabeza, logra escapar y es rescatada por Fernando (Marcus Ornellas), un hombre desconocido, surgiendo entre ellos una gran conexión.

A partir de ese momento unirán sus vidas para siempre. Paralelamente, Jacobo sufre un infarto y muere, tras un terrible descubrimiento que pone en evidencia la verdadera cara de Isaura, pero ésta aprovecha el suceso para culpar a Lucía de ser la causante de la muerte de su padre. Heriberto sigue obsesionado con Lucía, se las arregla para obligar a Alfredo a ponérsela en charola de plata. Por su parte Isaura, adicta a las apuestas, decide entregarle las escrituras de la casa de Jacobo, a cambio de un crédito para su casino. Por si fuera poco, Gertrudis (Rosa María Bianchi) la esposa de Heriberto odia a Lucía por su belleza y por convertirse en un obstáculo como líder de los artesanos, para sus planes de construcción de un Centro Comercial; considera que este incidente con su marido es la gota que derramó el vaso y está decidida a desaparecerla para siempre.

Fernando desde hace tiempo mantiene una relación abierta con una hermosa y misteriosa mujer, Roxana (Carmen Aub). Ellos comparten principalmente momentos de pasión, pero sin compromisos y regidos por un pacto, no preguntar nada de su vida privada. La muerte de su padre provoca que el corazón de Lucía se rompa en mil pedazos, pues no sólo no pudo despedirse de él, sino que, además, debe cargar con la culpa de su muerte. Lucía no puede vivir su duelo, pues se ve obligada a enfrentar, de manera valerosa, nuevas tragedias quedando literalmente en la calle. Antes de que Jacobo muriera, Isaura descubre un gran secreto y decide llevar a Lucía a casa de la única familia que le queda, su tía Alejandra (Azela Robinson), hermana de su madre, pero a quien ni siquiera conoce.

Entre Lucía y Fernando inicia un gran amor, pero el primer obstáculo surge cuando su tía Alejandra se interpone a su relación, pues considera que él es poca cosa para su sobrina. Fernando necesita un socio capitalista para su empresa y acepta la propuesta de su mejor amigo Diego (Sergio Bonilla), con quien se alía para firmar un contrato con Rafael (Plutarco Haza), un importante y despiadado empresario millonario, quien, al conocer a Lucía, queda impresionado con su belleza y fragua un plan utilizando a Roxana para separarla de Fernando. Con sus planes consigue orquestar un suceso devastador que cambiará radicalmente el destino de los enamorados, provocando que ella, totalmente decepcionada, oculte la sorpresa que tenía preparada para el amor de su vida, su embarazo.

Durante esta dura y desoladora etapa, Fernando solo cuenta con el apoyo de su familia y de Paulina (Juana Arias), su incondicional amiga, hermana de Diego y quien siempre ha estado enamorada de él en secreto. Por otro lado, Casilda (María Penella), una joven poco agraciada que habita en la casa de su madrina Alejandra, siempre ha vivido el menosprecio y rechazo por su insípido aspecto. Está enamorada de Leonardo (Ignacio Tahhan), el ambicioso y mujeriego administrador de Alejandra, pero él nunca corresponderá a sus sentimientos. Alejandra mantiene una doble vida y moral, por un lado, es una dama de sociedad conservadora y respetable, y por el otro, una “Madame” dueña de una casa de citas que satisface a los hombres más poderosos de la región, otorgándole poder y mucho dinero. Casilda, por su parte, también guarda celosamente un oscuro secreto, se transforma en un ser misterioso y planea intercambiarse por Silvia (Clarisa González), una chica de la casa de citas, para engañar a Leonardo y conseguir hacer realidad su anhelado sueño de vivir momentos de pasión con él. Como resultado Casilda queda embarazada, pero Leonardo se niega rotundamente a cumplir con su responsabilidad.

La bebé de Casilda nace muerta y además del enorme dolor que le provoca, se suma el temor de que Leonardo la deje, por lo que Isaura, siempre buscando beneficios económicos en todo lo que hace, decide ayudarla entregándole a una bebé recién nacida de una mujer desconocida que murió en el parto. Por su parte, Lucía quien se ha ido a vivir a un pueblo apartado para alejarse de todas las personas que le hicieron daño, sufre carencias, penurias y adversidades que han complicado su embarazo, mismo que se adelanta a causa de un sospechoso accidente, encontrándose a punto de dar a luz a su hija en condiciones de enorme riesgo, pero ella logra salvarse. Al reaccionar, Lucía recibe la noticia de que su hija nació muerta, desgarrando su corazón, mientras tanto, Casilda, sale del hospital con su bebé en brazos. Ante la tumba de su hija, Lucía desconsolada grita al cielo un juramento de dolor y odio, asegurando que hará pagar muy caro a todas y cada una de las personas que la traicionaron y abusaron de ella, convirtiéndola en una Mujer de Nadie.

 

 

 

 

 

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