Desde hace al menos una década, en la prensa se forjó un mito que sobrevive hasta el día de hoy. Esa versión que indica que Lionel Messi y Antonela Roccuzzo están juntos desde que eran unos niños. Demasiado idealizada para ser verdad.
Detrás del cuento de hadas con que el periodismo narra la vida del astro argentino hay secretos que nunca vieron la luz. Uno de ellos implica a quien es la esposa del capitán del FC Barcelona desde junio de 2017.
En vísperas del casamiento con Messi, celebrado como ya se dijo en 2017 en el lujoso hotel y casino City Center de la ciudad de Rosario, una amiga de Roccuzzo brindó una entrevista a la revista argentina Para Ti con el propósito de dar a conocer detalles acerca de la vida de primera dama del fútbol mundial. Sin saberlo, esa amiga derribó el mito del amor juvenil tan repetido por la prensa del corazón.
La joven entrevistada contó que antes de salir con Messi, Antonella tenía otro novio. Un amor adolescente al que amó con pasión. El muchacho, un rosarino cuyo nombre llamativamente nunca fue difundido por ningún medio argentino, lo era todo para la Negra (así la apodaban a Antonela sus amigas en su ciudad natal).
Después de la entrevista con Para Ti, en las redes sociales difundieron fotos que daban cuenta de lo que decía la amiga de Roccuzzo. Allí se la ve a la esposa de Messi muy enamorada de ese enigmático joven. Lo curioso es que las fotos datan de los años 2004, 2005 y 2006. Por entonces el futbolista del Barcelona ya era un jugador profesional. Lejos del lugar que ocupa hoy en día, había sido campeón juvenil con la Argentina en el Mundial Sub 20 disputado en 2005 en Holanda.
En el año 2007, la situación de Antonela cambió… Para siempre. Aprovechando el receso del verano europeo, Messi regresó a Rosario a visitar a su familia. El día 20 de julio, en Argentina conocido como ‘El día del amigo’, la Negra se reunió con sus amistades en la localidad de Roldán, pequeña ciudad cercana a la capital santafesina.
En ese encuentro, sus allegadas advirtieron que la joven tenía un celular nuevo marca Blackberry, todo un lujo para la época. Al consultarla, ella les dijo que se lo había regalado Messi. No hubo nada más que hablar: sus amigas entendieron que había dejado a su exnovio por el incipiente astro del fútbol mundial.
Cabe aclarar que Messi y Antonela sí se conocían desde que eran infantes. Un primo de ella los presentó cuando tenían nueve años. Compartían amistades y sus padres se conocían del barrio. De modo que el contacto fue permanente a lo largo de los años, aunque no siempre en condición de enamorados.
En ese mismo 2007, Antonela se mudó a Barcelona. Desde entonces, nunca más se separaron. Cuentan las amigas de Roccuzzo que el misterioso exnovio se consoló con una frase muy recordada en el círculo íntimo de la Negra: “Al menos me dejó por Messi“.
El resto es historia conocida: Leo y Anto hoy viven felices en la ciudad catalana y tienen tres hijos: Thiago, Mateo y Ciro.
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