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El Real Madrid ha dejado muy buenas sensaciones en su reestreno en Liga y ha sumado una victoria convincente contra el Eibar por 3 goles a 1 que le permite seguir los pasos del Barcelona. Después de una gran primera parte con goles de Kroos, Ramos y Marcelo, los blancos se relajaron en la segunda y recibieron un gol de Bigas.
Si ayer el Barcelona sólo tardó 65 segundos en marcar su primer gol, hoy el Real Madrid no ha querido ser menos. El conjunto blanco sabía que tras la victoria del Barcelona, estaba a 5 puntos de liderato. No podía fallar.
Zidane no sorprendió demasiado con la alineación. Quizás dejar fuera a Fede Valverde e incluir Rodrygo en lugar de Isco o Bale fueron las decisiones más poco habituales. De este modo saltó el Real Madrid al terreno de juego:
Como decíamos, el Real Madrid sabía que tenía que salir a un alto nivel de intensidad. No falló. En el minuto 4, Kroos aprovechó un rechace en la frontal para clavar la pelota en la escuadra ante la exasperación del guardameta del Eibar, Marko Dmitrovic.
Pese a que el gol anestesió un poco el ímpetu de los blancos, el Real Madrid siguió dominando el partido. Casi no aparecía el Eibar por el área de Courtois. Quien sí apareció, y de qué manera, fue Sergio Ramos en el minuto 30. Primero robó un balón en zona defensiva. Después cedió la pelota a Benzema, que lanzó un pase excepcional ante la carrera de Hazard. El belga tuvo la oportunidad de definir pero, generoso, decidió ceder a Ramos el gol después del gran esfuerzo. Una gran jugada colectiva.
Siete minutos más tarde, en el 37, otra gran combinación entre Hazard y Benzema, terminó con un chut del belga que en un primer momento rechazó Dmitrovic. El rebote, por eso, al final fue a los pies de Marcelo. El brasileñó empaló un sensacional disparo para anotar el 3 a 0 con el que el partido se fue a la media parte.
Ya en la segunda parte, los blancos bajaron la intensidad, introducieron muchos cambios y el Eibar pudo recortar la diferencia con un gol de Bigas en la que los rebotes despistaron a Courtois.
Nueva normalidad. Vieja Liga. Los dos grandes no fallan. Todo sigue igual.