Un bebé de 1 año de edad se encuentra hospitalizado en la ciudad de Houston, luchando por su vida, luego de recibir un disparo de un policía, en medio de una persecusión de un sospechoso.
Así lo reveló el noticiero de Houston ABC 13, tras informar que el pequeño, identificado como Legend Smalls sufrió serias heridas producto del disparo recibido, por lo que debió ser sometido a una cirugía en la que le extirparon parte del cráneo. El niño tiene además el cerebo inflamado.
El hecho tuvo lugar el pasado 3 de marzo hacia las 11:30 de la noche, cuando la madre del menor, Daisha Smalls, se encontraba en una gasolinera Chevron, localizada entre Southwest Freeway y Beechnut, recargando su automóvil.
En ese momento, de acuerdo con reportes manifestados por ABC 13, la policía, que estaba persiguiendo a un sujeto, resultó en el mismo lugar, donde el hombre se estrelló con su auto, Mercedes negro.
Acto seguido, según narró la madre del menor, el sospechoso se dirigió a su carro, saltó adentro, y se sentó encima de ella, en el puesto del conductor, tratando de huír de la policía, mientras su bebé se encontraba en la parte de atrás.
En su reporte del hecho, la policía dijo que pensaban que el hombre pretendíá robar el auto, y al ver que el sospechoso, a quien habían perseguido por tres calles, estaba armado, le pidieron que soltara la pistola, pero ante su negativa, un oficial le disparó, matando al sujeto y de paso hiriendo al bebé, que estaba en la silla trasera.
El policía que hizo el disparo, fue identificado como E Garza, quien aseguró no saber que el niño estaba en el auto, declaración que fue desmentida tanto por la madre, como por el abogado de la familia, quienes afirmaron que el oficial tenía conocimiento de que el niño estaba detrás del sospechoso al que disparó. Y que además lo hizo sin imprtar que la mujer también estuviera en el auto corriendo riesgo su vida.
“Sabían que ella estaba en el auto, pero igual dispararon de todos modos, sabiendo que había una mujer negra en el auto”, dijo el abogado Benjamin Crump en una conferencia de prensa. “Su vida importa”.
El defensor insistió en que el oficial puso en peligro la vida de Daisha Smalls y su hijo, y de otros al abrir fuego.
“La objetividad es que hay personas inocentes en la línea de fuego. Y sabemos que no dispara, a menos que sepa cuál es su objetivo. Y claramente, la policía de Houston no conocía a su objetivo, porque le dieron a Legend directamente en el cráneo. Ni una herida de roce”, mencionó el abogado según el Post.
La madre del niño dijo por su parte que en medio del hecho, gritó: “¡Mi bebé está en el asiento trasero!”.
Y al hablar sobre la condición actual de la salud de su bebé, la mujer dijo: “Mi hijo ha estado luchando todos los días por su vida… Mi bebé no merecía que le dispararan, especialmente, no por la policía”.
Por ahora el niño sigue en la Unidad de Cuidados Intensivos, el oficial involucrado, quien lleva 15 años en la Uniformada, fue puesto bajo licencia administrativa mientras se conduce una investigación a fondo sobre el hecho, y la familia planea interponer una demanda civil contra la policía de Houston, según dato del Houston Chronicle.
Sobre el sujeto asesinado en la escena por el oficial, el periódico The New York Post reveló que fue identificado como Broderick Woods, de 33 años, y la policía afirmó que el vehículo que conducía estaba vinculado a por lo menos dos robos.