Variante británica de Covid-19 está afectando a perros y gatos

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Medicos veterinarios han hecho la advertencia sobre como animales domésticos como perros y gatos están siendo infectados por la variante británica del virus del Covid-19, el Sars-Cov-2, causando en las mascotas síntomas de miocarditis. La detención de algunos de estos casos se identificaron en un hospital veterinario especializado en la ciudad de Buckinghamshire Inglaterra, durante la segunda ola de la pandemia, informó The Guardian.

En algunos de los casos estudiados, la nueva variante ha provocado “manifestaciones clínicas atípicas, incluidas anomalías cardíacas graves y un deterioro profundo del estado de salud general pero sin signos respiratorios primarios”.

“No queremos sembrar el pánico innecesariamente, especialmente porque en este momento tenemos una fuerte sospecha de transmisión de persona a mascota, pero no al revés, y no lo sabemos con certeza. Pero los veterinarios deben ser conscientes de esto para poder comenzar a realizar pruebas si sospechan un caso potencial de infección por Covid-19”, dijo a este diario londinense Luca Ferasin, cardiólogo del Ralph Veterinary Referral Center (RVRC) en Marlow, Buckinghamshire, quien dirigió la investigación. Las declaraciones fueron citadas por 20 minutos.

La variante británica del coronavirus denominada técnicamente como la B117, fue detectada por primera vez en el mes de septiembre en la ciudad de Kent, Reino Unido, señalando su alta capacidad de transmisión, por lo que rápidamente se ha convertido en la variante circulante y dominante en el país, donde en la actualidad representa aproximadamente el 95% de las infecciones. Ahora, esta nueva cepa, circula en al menos otros 85 países del mundo, y “podría estar asociada” con un incremento del 61% del riesgo de muerte en adultos, indicó un estudio publicado el pasado lunes en Nature.

“Nuestro estudio sugiere que la B.1.1.7 no solo es más transmisible que otras variantes preexistentes de SARS-CoV-2, sino que también puede causar un enfermedad más grave”, apuntan, según DW.

Es de señalar que anteriormente ya se habían establecido casos de infección por otras variantes del Covid-19 en perros y gatos, siendo sus síntomas especialmente de carácter respiratorio: secreción nasal, tos, estornudos o conjuntivitis, pero los casos detectados en este hospital veterinario se encuentran entre las primeras infecciones animales documentadas con la variante B117, por lo que el medico Luca Ferasin, cardiólogo del Ralph Veterinary Referral Center (RVRC) en Marlow, líder de la investigación, junto con su equipo pidió a sus colegas estar atentos a las mascotas que presenten síntomas de insuficiencia cardíaca, solicitando hagan la prueba del coronavirus, especialmente si sus dueños han sido infectados recientemente con el virus.

Manifestación y estudio de la variante

El medico veterinario Ferasin junto a sus colegas, percibieron entre los meses de diciembre y febrero, el aumento en el ingreso a su clínica en el noroeste de Londres de mascotas entre canes y mininos con patología de inflamación en su músculo cardíaco (miocarditis), registrando 18 casos, que representaron casi 10 veces más de lo que el centro medico atenderia normalmente en esta época del año. De hecho esta enfermedad aumentó en las mascotas del 1,4% al 12,8% (incluido el 8,5% de los gatos y el 4,3% de los perros).

Dentro de la sintomatología que presentaron los animales, fue la insuficiencia cardíaca, el letargo, la falta de apetito, respiración rápida o falta de aire, al igual que arritmias graves que ponían en peligro sus vidas (latidos cardíacos irregulares). Entre todos estos casos, dos de ellos incluyeron episodios de sincopes, concluyendo mediante pruebas realizadas, un diagnostico de miocarditis.

Frente a la duda de si los casos estaban vinculados al Covid-19 en humanos, y ante la falta de antecedentes de enfermedad cardíaca en esas mascotas que presentaban un patrón de signos clínicos, los médicos hicieron pruebas de sangre, de frotis nasal, de garganta y de recto a 11 animales, de los cuales dos gatos y un perro dieron positivo al virus en sus muestras rectales, y otros dos gatos y un perro que presentaron anticuerpos contra Sars-CoV-2 en la sangre.

Así mismo, el hemograma dio un resultado en el aumento de la troponina-1, una proteína muscular utilizada como marcador de daño miocárdico. La ecocardiografía mostró un cambio en el tamaño del ventrículo izquierdo en respuesta al proceso de la enfermedad, lo que los cardiólogos llaman «remodelación cardíaca», a veces asociado con edema pulmonar o derrame pleural. Igualmente se observaron ritmos cardíacos anormales (arritmia ventricular grave) en el electrocardiograma de algunos animales.

“Es posible que más mascotas hubieran dado positivo si estas pruebas se hubieran realizado antes”, dijo Ferasin.

De esta manera, los veterinarios británicos encontraron que muchos dueños y cuidadores de estos perros y gatos desarrollaron síntomas respiratorios de Covid-19 dentro de las tres a seis semanas antes de que estas mascotas se enfermaran. Entre estas personas, muchas eran las que habían dado positivo en SARS-CoV-2.

Es de señalar que todas las muestras biológicas recogidas de estos animales se almacenaron a -20°C y se enviaron a Francia, a Montpellier, para análisis serológicos y virológicos, al laboratorio de Enfermedades infecciosas y vectores, ecología genética, evolución y control (Mivegec) del Instituto de Investigación y Desarrollo (IRD).

Es así como el director de investigación del IRD Montpellier, Eric Leroy y sus colegas subrayan que “En vista del aumento de la infectividad y la transmisibilidad de la variante B.1.1.7 para los humanos, el descubrimiento de gatos y perros infectados con B.1.1.7 destaca más que nunca el riesgo de que los animales de compañía puedan potencialmente jugar un papel importante en la dinámica de la epidemia de SARS-CoV-2, que es más grande de lo que se pensaba”.

Casos de mascotas

El primer caso del que se tuvo parte el pasado 18 de marzo del presente año, lo dio el Instituto de Investigación en Sanidad Animal de Piamonte, Liguria y Valle d ’Aosta (Italia), en el que un gato resulto positivo para la variante británica. el felino de entre 4 y 5 años, fue contagiado por su familia cuyos miembros todos estaban contagiados de la enfermedad, y que se la trasmitieron. El primero de ellos dio positivo el pasado 10 de febrero, según un comunicado remitido por el Gobierno Metropolitano.

Otro de los casos se comunico el pasado 15 de marzo por la Universidad de Texas. El caso hace referencia de la infección de la variante británica en un gato y un perro, los dos en el mismo domicilio, de una familia residente en el condado de Brazos (Texas, Estados Unidos). 

El hallazgo de la variante británica en las mascotas, se confirmó mediante pruebas llevadas a cabo el 12 de febrero, solo dos días después de que a su dueño se le diagnosticara Covid-19, como parte de un proyecto de investigación en curso. La variante británica fue confirmada en estos casos en las pruebas genéticas del 12 de marzo. “Ninguno de los animales mostró ningún signo evidente de enfermedad en el momento de sus pruebas positivas”, ha indicado la universidad de Texas, según La Vanguardia.

Sin embargo, los expertos recuerdan que, con los datos disponibles hasta la fecha, no se tiene ninguna evidencia de que los animales domésticos sean transmisores de Covid-19 a los humanos, pero destacan la importancia de que personas infectadas por el coronavirus, y por alguna de sus variantes, deben guardar cuarentena, evitando tener todo contacto y mantener la distancia de seguridad con todo tipo de animales domésticos.

Finalmente, los veterinarios esperan que estos nuevos hallazgos les ayude a comprender mejor cómo la nueva variante afecta a los animales de casa, y el papel que representan como posibles y potenciales trasmisores del virus.

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