Se acaba la dispensación gratuita de las vacunas contra el virus del Covid-19, los test y algunos tratamientos para la enfermedad del coronavirus. La Casa Blanca notificó en el mes de enero al Congreso, que la declaratoria de emergencia ante la pandemia del Covid-19 llegaría a su fin el próximo 11 de mayo de 2023, debido a que el virus estaba controlado, y que la mayor parte del mundo retornaba a la normalidad, de acuerdo con KHN.
La administración del presidente Joe Biden, precisó que la resolución para poner fin a la emergencia nacional y la emergencia de salud pública, también daría por concluidas muchas de las políticas que se habían diseñado para contrarrestar la propagación del virus.
Según el portal KHN, hasta ahora, el gobierno federal ha estado comprando vacunas contra el Covid-19. Recientemente adquirió 105 millones de dosis del refuerzo bivalente de Pfizer-BioNTech por alrededor de $30,48 la dosis, y 66 millones de dosis de la versión de Moderna por $26,36 la dosis.
Los ciudadanos estadounidenses podrán obtener vacunas a bajo costo o de manera gratuita hasta que se agoten las existencias obtenidas por el gobierno, pues de hecho, antes de que se hiciera público este anuncio, los legisladores ya se venían negando a cumplir con la solicitud del presidente Biden de extender las partidas presupuestales para la compra de más pruebas y de más vacunas de carácter gratuito, informó Seeking Alpha.
La nueva medida, hace que las compañías Pfizer y Moderna estén mirando hacia el mercado del futuro, las farmacéuticas han indicado que aumentarán el precio de las vacunas en un valor de entre 110 y 130 dólares por dosis. No obstante las aseguradoras y los programas gubernamentales de salud han dicho que estarían buscando llegar a un acuerdo para obtener unas tarifas más bajas, de acuerdo con CNBC.
“Vemos una oportunidad de mercado de dos dígitos de mil millones (de dólares)”, dijo recientemente a los inversionistas Ryan Richardson, director de estrategia de BioNTech, en una conferencia de JP Morgan en San Francisco. “La compañía espera un precio bruto de 110 dólares por dosis, lo que, según Richardson, “está más que justificado desde la perspectiva de la economía de la salud”, de acuerdo con El San Diego Tribune.
Esto podría significar decenas de miles de millones de dólares en ingresos para los fabricantes, incluso si la aceptación de las vacunas es lenta. Y los consumidores pagarían la factura, ya sea directa o indirectamente.
Si la mitad de los adultos, aproximadamente el mismo porcentaje que recibe una vacuna anual contra la gripe, tienen refuerzos contra la covid a los precios nuevos más altos, según estimó un informe de KFF, las aseguradoras, los empleadores y otros pagarían entre 12.400 y 14.800 millones de dólares.
Es de señalar que el precio de compra a granel por parte del gobierno a la farmacéutica Pfizer fue de 530 dólares por cada tratamiento, pero no se sabe a cuánto ascenderá su precio cuando los suministros actuales se agoten, según KFF.
El incremento que sufra el precio se transferirá a los consumidores, y este dependerá de la cobertura en salud que tenga el mismo. Los beneficiarios de Medicare, de Medicaid, y las personas con cobertura bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) continuarán recibiendo las vacunas contra la covid sin costo compartido, incluso cuando terminen la emergencia de salud pública y las vacunas compradas por el Gobierno.
Es probable que muchas personas con seguro basado en el trabajo tampoco tengan que pagar copagos por las vacunas, a menos que se vacunen por fuera de la red. Las personas con pólizas de corto plazo pueden tener que pagar la totalidad o parte de sus vacunas.
En cuanto a las personas que carecen de un seguro médico, estas deberán asumir el costo total de la inyectable, o por el contrario buscarlas a bajo costo o acceder de manera gratuita a ella por medio de las clínicas comunitarias u otros proveedores. Como última alternativa, es no aplicarse la dosis de la vacuna, de acuerdo con NBC News.
Conseguir lo que podría ser 100 dólares o más para la vacunación será especialmente difícil “si no tienes seguro o tienes un seguro insuficiente; ahí es donde estos aumentos de precios podrían generar disparidades adicionales”, dijo Sean Robbins, vicepresidente ejecutivo de asuntos externos de la Asociación Blue Cross Blue Shield. Esos aumentos, dijo, también afectarán a las personas con seguro, ya que los costos “fluyen a las primas”.
Finalmente, xpertos en políticas públicas dicen que muchas aseguradoras privadas seguirán cubriendo Paxlovid, aunque los pacientes pueden tener un copago, al menos hasta que alcancen su deducible, tal como lo hacen con otros medicamentos, de acuerdo con El San Diego Tribune.
En la declaración del presidente Biden se lee:
El 13 de marzo de 2020, mediante la Proclamación 9994, el presidente declaró una emergencia nacional con respecto a la pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). Hoy, estamos en una fase diferente de la respuesta a esa pandemia que en marzo de 2020, y mi Administración está planeando el fin de la emergencia nacional, pero una transición ordenada es fundamental para la salud y la seguridad de la Nación. Por esta razón, la emergencia nacional declarada el 13 de marzo de 2020 y a partir del 1 de marzo de 2020 debe continuar en vigor más allá del 1 de marzo de 2023. Por lo tanto, de conformidad con la sección 202(d) de la Ley de Emergencias Nacionales (50 U.S.C. 1622 (d)), continúo con la emergencia nacional declarada en la Proclamación 9994 con respecto a la pandemia de COVID-19. Preveo dar por terminada la emergencia nacional por la pandemia del COVID-19 el 11 de mayo de 2023.
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