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¿Qué es la llamada “sorpresa de octubre”? y ¿Por qué es tendencia hoy?, se preguntan muchos.
La frase comenzó a ser tendencia el viernes, en medio de la noticia de la prueba del COVID-19 positiva del presidente Trump.
Según la revista Smithsonian, la frase fue acuñada por William Casey, un agente político en la década de 1980, quien dirigió la campaña presidencial de Ronald Reagan. La frase está destinada a describir un “desastre político inesperado en el crepúsculo de una campaña”, escribe Jared Keller para la revista.
Keller continuó: “A veces [las sorpresas de octubre] son colocadas intencionalmente por oponentes políticos para impactar a los votantes, a menudo días antes de que se dirijan a las urnas. No siempre tienen éxito, pero se han convertido en un elemento básico de la política moderna”.
La prueba del COVID-19 de Trump podría considerarse una “sorpresa de octubre” por varias razones.
¿Cómo afectará la “sorpresa de octubre” de Trump las próximas semanas?
En el nivel más básico, la “sorpresa de octubre” de Trump prácticamente garantizará un cambio grande en su campaña en las últimas semanas previas a las elecciones presidenciales de la primera semana de noviembre. Debido a que él y su esposa dieron positivo por COVID-19, se espera que se pongan en cuarentena en la Casa Blanca y no asistan a ningún evento público.
Ni Trump ni ningún funcionario de la Casa Blanca han dado muchos indicios sobre el alcance de los síntomas de Trump, leves o graves, por el virus. Su médico, Sean Conley, ha emitido un comunicado, asegurando al público que Trump y la Primera Dama están “bien en este momento”.
Según el New Yorker, la declaración agregó: “Tengan la seguridad de que espero que el presidente continúe desempeñando sus funciones sin interrupciones mientras se recupera, y los mantendré informados sobre cualquier desarrollo futuro”. Sin embargo, la revista también señala que la voz de Trump había estado ronca durante todo el día del jueves, aunque eso podría atribuirse a sus muchos compromisos como orador.
Si Trump experimentara síntomas extremos, o incluso se enfermara gravemente y fuera hospitalizado, eso significaría una “sorpresa de octubre” aún más dramática, ya que plantearía preguntas sobre si debería cumplir otro mandato y podría influir en la opinión pública hacia un voto a favor de un saludable Joe Biden.
Si Trump se enferma gravemente por el virus, el vicepresidente Mike Pence se haría cargo. Si Pence también diera positivo al virus, entonces la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tomaría el control del Gobierno.
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Por supuesto, esto no responde a la pregunta de qué pasaría con las elecciones presidenciales si Trump quedara incapacitado. Según la Enmienda 25, un presidente puede transferir poderes de emergencia al vicepresidente y puede reclamar sus poderes cada vez que se recupere. Sin embargo, eso no explica lo que sucedería si Trump se negara a transferir sus poderes, y no explica lo que sucedería con las elecciones.
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