Una mujer del condado de Lee, en el sureste de Florida, fue acusada por homicidio en primer grado tras la muerte de su bebé de 18 meses. La fiscalía considera que la mujer lo dejó morir de hambre. De ser hallada culpable podría recibir una pena de cadena perpetua.
Sheila O’Leary, residente de Cape Coral, fue acusada de los delitos de “asesinato en primer grado, abuso infantil agravado de un menor, negligencia infantil y abuso infantil.
A O’Leary ya recibió una propuesta de la justicia: si se declara culpable, recibe una pena de 30 años de prisión. La mujer denegó el pedido pese a la advertencia del fiscal, quien le avisó que si en el juicio resulta culpable recibirá una pena de reclusión perpetua.
Un bebé desnutrido
A Sheila la acusan por la muerte de su bebé, quien falleció por desnutición según lo constatado por los forenses que intervinieron en la investigación.
La fiscalía consideró que “hay pruebas suficientes” para que el juez declare culpable a la mujer “más allá de toda duda razonable”
La defensa de la mujer alegó que Sheila no tuvo intenciones de matar a Ezra, su pequeño hijo de un año y medio fallecido por desnutrición. Pidieron al juez que considerara que la mujer no llevó al médico a la criatura por temor a que se lo quitaran.
Cinco horas de apelación
Esta semana, Sheila O’Leary se sentó en el banquillo de los acusados durante cinco horas. Tal como informa el sitio de noticias Wink News, durante ese tiempo no se la vio afectada por ninguna emoción. En todo momento estuvo atravesada por la frialdad, una especie de indiferencia que sorprendió a los magistrados.
La defensa no llamó a declarar a ningún testigo. La acusada prefirió no pasar al estrado a declarar para defenderse a sí misma de las acusaciones de la fiscalía.
La fiscalía citó en su alegato el testimonio del doctor Nicole Avena, un reconocido experto de las neurociencias, quien publicó estudios acerca de cómo la insuficiencia de nutrientes afecta al desarrollo cerebral de los recién nacidos pudiendo este hecho derivar en la muerte.
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