Un equipo de científicos argentinos descubrió huellas de dinosaurios saurópodos en la Patagonia, al sur de ese país. Las pisadas datan de hace 130 millones de años o quizás más.
Un grupo de especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad de Buenos Aires realizó este impactante hallazgo. Se trata de huellas fosilizadas, “en forma de patinadas”, que corresponden a los saurópodos, dinosaurios que habitaron la Patagonia hace unos 130 millones de años.
Los saurópodos fueron dinosaurios hervíboros que en determinado momento llegaron a ser los animales invertebrados más grandes del planeta tierra. Fueron dominadores de casi todos el planeta durante gran parte de la Era Mesozoica, unos 140 millones de años.
El hallazgo de las pisadas se produjo en Cerro Rayoso, en la provincia de Neuquén, muy cerca del río que lleva el mismo nombre.
Huellas con formas de medialunas
Los investigadores del CONICET que participaron en el hallazgo comentaron en diálogo con la prensa la sorpresa que se llevaron al encontrar estas pisadas.
“En este trabajo estudiamos en detalle una superficie con numerosas huellas, algunas en forma de medialuna y otras alargadas que hemos interpretado como patinadas de dinosaurios saurópodos producidas al lado de un canal de marea. En esa época el mar llegaba a territorios que hoy se ubican en la provincia de Neuquén”, explicó Arturo Heredia, miembro del consejo.
En total fueron encontradas 23 huellas. Las más grandes tienen un largo de 42 centímetros y un ancho de 18 cm.
“La mayoría de las huellas desarrollaron ‘rebabas’ que son los rebordes que se forman cuando se desplaza el sedimento hacia los costados del pie del productor de la huella, de manera similar a los rebordes que se forman cuando caminamos sobre el barro”, agregó el ya mencionado Heredia, miembro del CONICET.
Así se conservaron las huellas
Los especialistas que firmaron el documento de este hallazgo explicaron cómo es posible que las huellas de los saurópodos pudieran conservarse durante tantos millones de años.
Estos dinosaurios pisaron un suelo resbaladizo, cubierto por una gruesa capa de microbios, que permitió la conservación de las huellas.
“Interpretando la dirección de las estructuras sedimentarias visibles en la roca donde se distribuyen las huellas fosilizadas generadas por los saurópodos en una zona inmediatamente lateral a un canal de marea, pudimos determinar cómo varió el nivel del agua en esa zona”, indicó Pablo Pazos, dcotor en Geología de la Universidad de Buenos Aires y quien también participó en este trabajo.
“Estas superficies son resistentes gracias a la cobertura microbiana que permiten soportar muy bien el peso de animales que de otra manera dejarían huellas más profundas y son las responsables de generar las patinadas. Todas estas evidencias son una ventana que nos permite captar un instante preciso de la vida de esos animales y de su entorno”, agregó el doctor.
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