En Utah, Estados Unidos, el descuido de una madre ocasionó una tragedia familiar, cuando su hijo de ocho años que la esperaba dentro del auto mientras ella ingresaba a una tienda, encontró un arma de fuego debajo de uno de los asientos y se disparó accidentalmente ocasionando su muerte, de acuerdo con CBS News.
“Accidentalmente se pegó un tiro en la cabeza, dijo el Departamento de Policía de la ciudad de Lehi a los medios locales, según Sky News.
El hecho aconteció este lunes 2 de septiembre de 2024, poco antes de las 8:00 p.m. en el estacionamiento de la gasolinera de Maverick en el 3569 de N. Thanksgiving Way, en Lehi, a unas 30 millas al sur de Salt Lake City.
El menor de edad alcanzó a ser trasladado en ambulancia aérea desde un centro asistencial primario hasta uno de alto complejidad debido a su estado crítico, pero este martes 3 de septiembre, su cuerpo no resistió y fue declarado muerto en horas de la mañana.
La policía dijo que el tiroteo parecía ser “involuntario y autoinfligido”, informó The Associated Press. El arma estaba debajo de un asiento del vehículo, según NBC News.
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Doug Shields un testigo del fatal hecho, dijo que estaba llenando su tanque de gasolina cuando escuchó una detonación de arma de fuego y seguido los gritos de una mujer. El hombre le dijo a KSL-TV que fue al auto donde ocurrió y escuchó a la madre decir que el niño había encontrado el arma debajo del asiento. “Se pegó un tiro, se pegó un tiro, se pegó un tiro'”, dijo Shields. “Y primero pensé en un suicidio, pero ella dijo: ‘Encontró el arma debajo de mi asiento y apretó el gatillo’. Al parecer fue un accidente, fue un accidente total”, añadió.
Doug Shields dijo que corrió y vio al niño cubierto de sangre y a otras personas ayudándolo. Él y otro transeúnte ayudaron a la madre a llegar a una acera cercana mientras el menor estaba siendo atendido médicamente, y que ella se desmayó. Cuando recuperó el conocimiento, la mujer dijo a Shields que había ido a la tienda a comprar un regalo.
También Ciara Curtis, empleada de la gasolinera Maverik, dijo a KSL-TV el martes que la madre y el niño visitaban regularmente la gasolinera y alegran a todos los que los conocían. Indicó que cuando ocurrió el tiroteo, todo era un caos.
“Salí y vi toda la sangre; Volví corriendo. No soy muy buena con la comunicación. Me decían: ‘¿Por qué corres?’ Yo estaba con toallas, con sangre por todos lados. Entonces, tomé una pila entera, y mi compañera de trabajo simplemente tomó una caja , salió corriendo y se las entregué”, dijo Curtis.
Los familiares del menor, de quien se desconoce su identidad, expresaron el gran dolor que sienten por haber perdido al niño de esta manera tan absurda, y no dejaron de recalcar a los padres tener cuidado con las armas y supervisar a todo momento a sus niños.
“Este desgarrador incidente nos ha enseñado lecciones difíciles y lamentamos profundamente que se haya desarrollado de esta manera”, decía un comunicado atribuido a las “familias Wilson y Hunsaker”. “Nuestros corazones están destrozados y esperamos que la pérdida de nuestra familia sirva como un conmovedor recordatorio de lo rápido que puede cambiar la vida”.
Este acontecimiento ocurrió menos de dos semanas después de la muerte de un niño de cinco años en Utah, quien también se disparó accidentalmente con una pistola hallada en el dormitorio de sus padres, según Infobae.
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