El voraz y gigantesco incendio bautizado como “Dixie”, y que esta calcinando desde el 14 de julio del presente año, al estado de California, ha consumido hasta el momento 99.000 hectáreas de su territorio, registrándose como el undécimo incendio jamás sufrido en toda su historia.
Cerca de 5.500 efectivos trabajan incansablemente por combatir las llamas, pero solo han logrado contener un un 32% de la conflagración, según informó el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.
¿Cuál fue la causa del incendio?
Sobre el origen del siniestro, las investigaciones apuntan a que este se desencadenó por una falla en la red eléctrica, sin embargo las averiguaciones siguen abiertas, informó Milenio.
Sin embargo, según información actualizada de Telemundo 33, la empresa Pacific Gas & Electric dijo que su equipo pudo haber estado involucrado en el inicio de un pequeño incendio forestal, el cual se fusionó con el masivo “Dixie Fire”, y que ahora amenaza hogares en las montañas del norte de California.
Por su parte, La Vanguardia, informó que de acuerdo con la documentación entregada a la Comisión Pública de Suministros de California, un operario de PG&E se encontraba reparando un incidente en una línea eléctrica en la región cuando observó cómo los fusibles en mal estado en lo alto de una torre habían provocado un fuego en el bosque.
Los damnificados
Cabe anotar que los reportes actualizados sobre este incendio, dan cuenta de daños materiales de un total de 67 edificaciones calcinadas, sin ningún registro de víctimas mortales, pero que sin embargo mantiene a las zonas de Butte Meadows, Jonesville y Lake Philbrook, en estado de alerta para evacuación.
Se sabe que Indian Valley, ha sido una de las zonas residenciales más afectadas por el incendio, dejando gran parte de familias con sus viviendas reducidas a cenizas y escombros.
Lauren Redmore, científica social que se trasladó al norte de California para laborar en una entidad sin animo de lucro, enfocada al desarrollo rural y la silvicultura, ahora es una desplazada de su hogar a causa de Dixie, y manifiesta que nunca esperó tener que enfrentarse al fuego tan pronto.
“Hemos pasado por un momento realmente duro desde el punto de vista emocional”, dijo Redmore, de 37 años, que se hora se aloja en casa de unos amigos en Corvallis, Oregón. “Ha sido difícil dejar de mirar constantemente el mapa de incendios”.
Así como Redmore, se encuentran cientos de personas que han perdido sus casas, por lo que tres refugios han sido habilitados para estas personas en el condado de Plumas. En estos momentos 75 residentes se encuentran en estos, dentro de los cuales se incluyen a quienes pernoctan fuera de los refugios solo por un acto humanitario con sus mascotas, que no quieren dejar a su suerte en vista de que no son admitidas al interior de los albergues, dijo el agente del sheriff del condado de Plumas, Chandler Peay.
El cambio climático aviva el fuego
Citando al medio El Mundo, las alarmas se han encendido temprano este verano en el oeste de Estados Unidos. Una nueva ola de calor, con temperaturas récord en varias partes del país, ha contribuido a una cadena de incendios -unos 60- que ya ha consumido más de 400.000 hectáreas de terreno.
Agrega el medio que una docena de Estados se están viendo afectados por un cóctel letal de sequía, calor extremo y tormentas eléctricas que ha puesto en jaque a los equipos de bomberos, desde California hasta Alaska y con Canadá como parte del inquietante escenario.
Y es que factores como el cambio climático, trajeron olas de calor y sequias históricas en muchas partes del mundo. El oeste de los Estados Unidos no fue ajeno a este fenomeno, haciendo que los incendios forestales en estos territorios sean muy difíciles de erradicar.
Expertos climatólogos, aciertan en decir que el cambio climático ha hecho de esta región un terreno mucho más caliente y seco en los últimos 30 años, lo que favorece los incendios forestales que no cesarán, haciéndolos por el contrario más frecuentes, más destructivos y coadyuvantes en hacer el clima mas extremo.
Según El Mundo, los expertos locales hablan de una situación jamás vista antes, donde las altas temperaturas han registrado cifras récord, marcando máximos históricos de temperaturas como en Grand Junction, Colorado (41 grados) y Salt Lake City (40 grados), pero que no superan las de 56.6 grados centígrados de este viernes en Death Valley, en pleno desierto californiano.
Una de las ciudades más caliente fue Portland, que registro 44º grados centígrados días atrás y que dejó un saldo de 116 muertos en todo el Estado, de los cuales muchos se encontraron en viviendas sin aire acondicionado o ventilador. Así mismo, hacia el norte, en Washington, la cifra de fallecidos ascendió a 78 desde finales de junio, con más de cuatro incendios activos.
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