México está consternado por el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un tercer hombre en el interior de una iglesia de Cerocahui, en Chihuahua. El triple homicidio se produjo este lunes 20 de junio, alrededor de las seis de la tarde. Según informa la prensa local, los religiosos habían ingresado al templo para ayudar a un hombre que escapaba de un ataque.
Los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora ingresaron al templo religioso para intentar ayudar a un hombre que era perseguido por sujetos armados. Jamás imaginaban que ellos también serían víctima de los verdugos de ese hombre.
Uno de los agresores persiguió al hombre hasta el interior del templo. Allí abrió fuego contra su objetivo. Ambos sacerdotes también fueron alcanzados por la balacera. Los tres murieron en el acto.
La noticia del asesinato ocupó durante este martes las portadas de los diarios de México. Se vive como un episodio más en la escalada de violencia que sufre ese país y que se constata día a día en episodios como este.
La despedida para los jesuitas
Los sacerdotes jesuitas asesinados este lunes 20 de junio en un templo de Chihuahua fueron despedidos por sus colegas. La comunidad de Jesuitas de México les agradeció por haber dedicado “su vida y su misión” y haber trabajado durante décadas en la Sierra Tarahumara.
“No solo eran curas de Sacristía, sino verdaderos amigos, papás, hermanos, compañeros de camino”, indicaron desde la comunidad.
Cabe señalar que aún no ha sido confirmada la identidad de la tercera víctima, tampoco el motivo por el que era perseguido por personas armadas.
Luego del triple crimen, los tres cadáveres fueron retirados de la iglesia donde fueron asesinados a balazos. Aunque no hubo confirmación oficial, medios mexicanos señalan a Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, como el responsable de haberse robado los cuerpos tras el triple homicidio.
Reclaman medidas de seguridad
Más allá de la supuesta identificación del hombre que retiró los cuerpos de la iglesia, aún no hay ningún detenido por el triple homicidio.
A raíz del hecho, la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús reclamó “medidas de protección para salvaguardar la vida de los jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui”.
“La sierra tarahumara, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas”, precisaron desde la Compañía de Jesús.
La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, se manifestó en redes sociales para lamentar el funesto episodio. “Lamento y condeno los hechos ocurridos en Cerocahui, en el que perdieron la vida los sacerdotes Jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora”, escribió la mandataria en su cuenta de Twitter.
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