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¿Los hermanos Menéndez podrían recibir la libertad condicional?

Getth Erik Menéndez (izq.) y Lyle, frente a su mansión en Beverly Hills.

Después de más de tres décadas tras las rejas, Erik y Lyle Menéndez podrían tener una nueva oportunidad de libertad. El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció una recomendación para que los hermanos sean sentenciados nuevamente por los asesinatos de sus padres, José y Kitty Menéndez, en 1989. Esta decisión podría ofrecerles a los dos, que han estado encarcelados durante 34 años, una oportunidad de libertad condicional.

La recomendación, anunciada en una conferencia de prensa el 24 de octubre, tiene como objetivo reclasificar sus sentencias de cadena perpetua sin libertad condicional en términos que los harían elegibles para la libertad condicional de inmediato debido a sus edades en el momento del crimen.

“Vamos a recomendar al tribunal (el 25 de octubre) que se les retire la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y que sean condenados por asesinato”, dijo Gascón, enfatizando que la edad de los hermanos en ese momento (21 años para Lyle y 18 para Erik) jugó un papel en esta recomendación.

Bajo la nueva sentencia, que pasaría de 50 años a cadena perpetua, los hermanos serían elegibles para la libertad condicional debido a su juventud cuando ocurrieron los asesinatos. Gascón afirmó: “Creo que han pagado su deuda con la sociedad”. La decisión final recae en el juez que preside el caso.

Un caso de controversia y nuevas pruebas

El caso de los hermanos Menéndez comenzó el 20 de agosto de 1989, cuando los hermanos utilizaron escopetas que habían comprado para matar a tiros a sus padres en la mansión familiar de Beverly Hills. La fiscalía en ese momento argumentó que los asesinatos fueron premeditados, motivados por el deseo de heredar la considerable riqueza de sus padres. La defensa, sin embargo, presentó una narrativa diferente, sosteniendo que los hermanos actuaron en defensa propia después de sufrir años de abuso sexual a manos de su padre, José Menéndez. Los primeros juicios, celebrados bajo un intenso escrutinio de los medios de comunicación con cámaras de la sala del tribunal capturando cada momento, terminaron en juicios nulos.

GettyErik Menendez (izq.) y su hermano Lyle.

Los hermanos fueron finalmente condenados por asesinato en primer grado en 1996, después de un segundo juicio en el que el juez limitó significativamente la presentación de pruebas sobre el supuesto abuso sexual. Fueron condenados a cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional. Los acontecimientos recientes, incluido el estreno del drama de Netflix “Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story” y el documental “The Menendez Brothers”, han renovado el interés público en el caso, lo que ha provocado una reevaluación de sus detalles.

La decisión del fiscal de distrito Gascón de recomendar una nueva sentencia se produce mientras su oficina analiza nuevas pruebas. Entre las más notables se encuentra una carta que Erik Menéndez le escribió a un primo, en la que supuestamente describe el abuso que sufrió por parte de su padre. Esta carta, descubierta años después de los juicios originales, podría haber reforzado las afirmaciones de la defensa durante los juicios. Además, las acusaciones de Roy Rosselló, ex miembro de la banda juvenil Menudo, han complicado aún más el caso. Rosselló afirmó que José Menéndez abusó de él, lo que agregó credibilidad a la descripción que los hermanos Menéndez hacen de su padre como un abusador.

Una familia dividida y llamados a la sanación

La posible nueva sentencia ha provocado una división entre los familiares de los hermanos Menéndez. En una reciente conferencia de prensa, casi dos docenas de familiares expresaron su apoyo a la liberación de los hermanos. Joan Andersen VanderMolen, hermana de Kitty Menéndez, habló con emoción sobre el impacto del supuesto abuso. “Sus acciones, aunque trágicas, fueron la respuesta desesperada de dos muchachos que intentaban sobrevivir a la crueldad indescriptible de su padre”, dijo. VanderMolen pidió que se les dé a los hermanos la oportunidad de vivir los años que les quedan libres del peso de su pasado, y señaló que no había sido consciente de la magnitud del abuso hasta años después de los asesinatos.

Otros familiares se sumaron a la defensa de la liberación de los hermanos, destacando su influencia positiva durante su encarcelamiento. La sobrina de José Menéndez, Anamaria Baralt, destacó las contribuciones de los hermanos tras las rejas, señalando cómo “trataron de superarse y servir de apoyo e inspiración para los sobrevivientes de todo el mundo”. Según Baralt, su encarcelamiento prolongado ya no tiene ningún propósito de rehabilitación. “Se merecen una oportunidad de sanar, y nuestra familia merece una oportunidad de sanar con ellos”, agregó.

Sin embargo, no todos los miembros de la familia comparten esta opinión. Milton Andersen, hermano de Kitty Menéndez, ha sido un firme oponente a la presión para una nueva sentencia. En una declaración, Andersen expresó su creencia de que las denuncias de abuso de sus sobrinos son falsas y sostuvo que su motivación para los asesinatos fue la codicia. Enfatizó que las sentencias de cadena perpetua originales sin posibilidad de libertad condicional estaban justificadas dada la naturaleza de los crímenes, describiendo las acciones de los hermanos como fríamente calculadas.

La decisión de solicitar una nueva sentencia para los hermanos Menéndez ha añadido otra capa de complejidad a un caso que ha fascinado y dividido al público durante décadas. Si el juez acepta la nueva sentencia, podría abrir un camino a la libertad condicional para Erik y Lyle Menéndez, lo que les permitiría la posibilidad de salir libres después de 34 años tras las rejas. El resultado de esta decisión no solo determinará el destino de los hermanos, sino que también dará forma al discurso público en torno a la justicia, la redención y el impacto a largo plazo del trauma.

Esta es la versión original de Heavy.com

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Después de más de tres décadas tras las rejas, Erik y Lyle Menéndez podrían tener una nueva oportunidad de libertad.