Llega a la plataforma de Netflix, la serie de la narcotraficante más joven de Colombia. Griselda Blanco, encarnada por SofÍa Vergara, es el personaje femenino más sangriento y criminal, antes de que apareciera en el mundo de la mafia el temible Pablo Escobar.
De acuerdo con InfoBae, el proyecto fue co-creado por Doug Miro, Ingrid Escajeda y Carlo Bernard. Además de Vergara, el reparto cuenta con las actuaciones de Alberto Guerra, Christian Tappan, Martín Rodríguez, Juliana Aidén Martinez, Vanessa Ferlito y Carolina Giraldo, más conocida como Karol G, la cantante quien debutará en su primera incursión como actriz.
Griselda, una miniserie latina de seis capítulos estará disponible en la plataforma a partir del 25 de enero de 2024.
¿Quién fue Griselda Blanco?
De acuerdo con El Comercio, ella tenía una vida de fiestas que duraban hasta tres días, donde había consumo de cocaína y orgías indescriptibles, según comenta Nelson Andreu, detective de homicidios de la Policía de Miami en un reportaje de Univisión. Blanco era una “jefa ejecutiva” de la distribución de drogas entre Colombia y EE.UU., pero también se hacía tiempo para ser amante, madre de cuatro hijos de diferentes parejas y una asesina temida a la que no le gustaba que le dijeran “gorda”, dice en la nota extranjera Francisco Javier Cardona, exnarcotraficante colombiano.
La “Capo” dejo su casa y familia a la edad de 14 años, en busca de una mejor vida, como ella la soñaba llena de lujos y comodidad.
Su primer novio con el que contrajo matrimonio fue con un falsificador de visas con quien tuvo a sus hijos Dixon, Uber y Osvaldo. Mas tarde, a mediados de los años 70s, debido a una cirrosis este murió, por lo que Griselda decidió irse a los Estados unidos, a la ciudad de Nueva York, al lado de un amante que tenía.
En esta ciudad se inició como diseñadora de ropa intima femenina, un negocio que utilizo para comerciar con drogas, utilizando las la llamadas “mulas”, quienes se encargaban de traficarle la cocaína a través de la mercancía.
La relación con Alberto Bravo en Nueva York termino en malos términos en donde este la acuso de ser la determinadora del secuestro de su hermano. Mas tarde Bravo fue asesinado por un sicario, del que se dijo Griselda había encargado el asesinato, sin embargo ella lo negó todo y las autoridades nunca pudieron armar un caso solido sobre esta acusación.
De acuerdo con El Comercio, después, llegó a la vida de la narcotraficante Dario Sepúlveda, con quien tuvo un niño al que le puso el nombre de su personaje favorito de la película “El Padrino”. Tiempo más tarde, el pequeño Michael Corleone ve morir a su padre. Su madre siempre negó tener responsabilidad en el asesinato. “Mi papá me recogió del dentista y me puso en sus manos. Entonces, yo escucho disparos, el susto es tanto… Caemos juntos, mi padre cae al lado mío, y yo al lado derecho. La balacera empezó como una película, las campanas de la iglesia empezaron a sonar”, cuenta el ya adulto hijo de Blanco en una entrevista con la periodista Carolina Rosario publicada hace tres años.
Griselda Blanco va a la cárcel tras el dictamen de un juez de Nueva York que generó la orden de captura. Para entonces, el jefe de la DEA, Robert Palomo, estaba obsesionado con el caso y decidió que le daría a la colombiana un beso en la mejilla el día que la capturara. Por su parte, la narcotraficante había huido a California con su madre y su hijo. La mala suerte le juega en contra, pues una desconocida llama por teléfono a la policía para comunicar que su joven hija mantiene relación con un narcotraficante y los policías se ingenian una forma de dar con su paradero.
Finalmente, Palomo logra darle un beso en la mejilla a Blanco, cuando la encuentra en una casa de California el 17 de febrero de 1985. Ella estaba leyendo la biblia cuando la interceptan. Como era de esperar, negó llamarse Griselda, sino Patty. Sin embargo, nada la salva de los 15 años de cárcel sin fianza en la Prisión Federal de la ciudad.
El final de Griselda llegó en 2012 cuando cumplida su condena, y viviendo una vida de anonimato y ya envejecida fue asesinada en una carnicería del barrio Belén, al suroccidente de Medellín. Su homicida, un joven motociclista que la miro de arriba abajo y sin mediar palabra descargo su revolver en la humanidad de la “Reina de la Coca”.
La transformación de Sofía Vergara
Vergara, además de asumir el papel principal, actúa como productora ejecutiva. Recientemente, la artista ha destacado la importancia de su transformación física para encarnar a Blanco, una tarea en la que se vio asistida por un equipo especializado de diseño de peinado y maquillaje. Según la estrella colombo estadounidense, conseguir la apariencia adecuada era esencial para desligarse de personajes anteriores y sumergirse en la psicología de la persona real a la que interpreta.
La dirección de Baiz ha sido fundamental para lograr la metamorfosis de Vergara. Según el realizador, buscaron una apariencia que diferenciara a la actriz de su persona, sin caer en la imitación de la verdadera Blanco. La transformación se apoyó también en la adopción del comportamiento del personaje, como su forma de caminar, hablar y fumar.
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