Este pasado viernes 3 de septiembre, el gobernador del Estado de la Florida, Ron DeSantis, aprobó una ley que prohíbe a los establecimientos comerciales y de atención al público en general, pedir el pasaporte sanitario de vacunación a los clientes, como requisito indispensable para poder acceder a sus instalaciones.
Así mismo, la orden ejecutiva del republicano prohíbe a las oficinas del gobierno emitir alguna clase de documento similar a los “pasaportes de vacuna”, que certifiquen que una persona ha sido vacunada contra el virus del Covid-19, o que adquirió inmunidad tras haberse recuperado de la enfermedad.
La orden de DeSantis explica, de acuerdo con France 24, que “los llamados pasaportes de vacuna reducen la libertad individual y perjudicarán la privacidad del paciente”.
Y es que Apoyándose en la ley SB 2006, que le prohíbe a los gobiernos, comercios y escuelas exigir pruebas de vacunación, DeSantis firmó en mayo pasado la nueva medida, la cual le permite al Departamento de Salud del estado de la Florida expedir multas a quienes estén pidiendo pruebas de vacunación. Estas oscilan precios de hasta $5,000 dólares.
“Encantado de firmar la legislación que prohíbe los pasaportes de la vacuna COVID-19 en Florida. Ni el gobierno ni las empresas privadas podrán condicionar la participación en la vida cotidiana mediante la producción de información médica privada”, escribió en su cuenta de Twitter, el pasado 4 de mayo el gobernador, informó AS.
Cabe señalar que la nueva disposición, contempla a colegios estatales, recintos deportivos y culturales, y locales de diversión y ocio.
En declaraciones a la prensa, el gobernador de la Florida aseveró que “La vacunación es un derecho individual, al que las personas pueden acceder de forma voluntaria si así lo desean. El Estado está dispuesto para garantizar el suministro de los fármacos y la promoción de las mismas, pero no para obligar a los ciudadanos a vacunarse”, refiriéndose a los comentarios del presidente Joe Biden donde sugería la obligatoriedad de las vacunas en el país norteamericano.
Entre tanto, Cristina Pushaw, secretaria de prensa del gobernador dijo a través de un correo electrónico que el mandatario está tomando decisiones basadas en evidencia empírica, defendiendo el estado de derecho y protegiendo los derechos individuales de todos los floridanos.
“Defender los derechos individuales de una extralimitación injustificada, ya sea por parte del gobierno o de las empresas, es un uso legítimo del poder ejecutivo estatal”. Pushaw agregó en su correo electrónico que “permitir que las empresas y las instituciones educativas exijan pasaportes de vacunas como condición de entrada o servicio crearía una sociedad de dos niveles, lo cual es injusto”.
Es importante señalar, que todo aquel que sea multado por no acatar la norma, puede acceder a la corte y hacer la apelación de su caso. La diligencia funciona de igual manera como cuando se comete una infracción de tránsito. De ser ratificada la infracción por parte del juez, la penalidad monetaria tiene un límite de 30 días para ser cancelada.
Según informó InfoBae, la ley deja abierta la posibilidad de que las empresas le exijan a sus empleados estar vacunados, y poder demostrarlo.
Una postura con la que el gobernador tampoco está de acuerdo, por catalogarla de ir en contra de las libertades individuales.
Críticas a la medida
Desde la Cámara de Comercio de Florida, los comerciantes han cuestionado la medida por considerarla “arbitraria y poco realista”, debido a que en el resto de los estados del país solicitar el pase de vacunación es obligatorio. Los representantes del gremio alegan que el gobierno de Ron DeSantis intenta “privar el derecho de los comercios y empresas a manejar su mercado”.
Acusaciones a las que DeSantis respondió en un mensaje de Twitter donde alega: “La imposición de las vacunas y la prohibición de acceso a comercios o locales por no estar vacunados sí representa una vulneración a los derechos y las libertades individuales de los ciudadanos estadounidenses”. Al tiempo que destacó que seguirá adelante con su cruzada por fomentar la vacunación voluntaria en el estado de Florida.
Por su parte, la comisionada de Agricultura y candidata demócrata a gobernadora, Nikki Fried, criticó la aplicación prevista de la prohibición de pasaportes de vacunas.
“Esto no solo va en contra del sentido común, también es un insulto a los principios del libre mercado que dice defender”, dijo Fried en un comunicado. “(DeSantis) ha dejado muy en claro que está más interesado en vengarse de los floridanos que están tratando de hacer lo correcto que en detener la propagación del COVID o apoyar a nuestros negocios locales”.
Según El Nuevo Herald, La Florida ocupa actualmente el puesto 19 de los 50 estados en cuanto a la tasa de vacunación, según los CDC. El estado reportó la semana pasada que 68% de los habitantes elegibles han recibido al menos una dosis de las inyectables. Miles de floridanos —quienes en su gran mayoría no estaban vacunados— han enfermado gravemente por el virus este verano, lo que ha provocado la peor ola de coronavirus en el estado.
No está claro cuántas empresas han sido ya multadas en virtud de la nueva ley sobre el pasaporte de vacunación. Un portavoz del Departamento de Salud no respondió inmediatamente a una solicitud de declaraciones.
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