OMS y FDA afirman que tercera dosis anticovid no está “justificada”

El presidente de Medicina de Emergencia del Hospital Lenox Hill, Yves Duroseau, recibe la vacuna COVID-19 de la doctora Michelle Chester en el Centro Médico Judío de Long Island el 14 de diciembre de 2020 en New Hyde Park en Long Island, Nueva York.

Getty Images El presidente de Medicina de Emergencia del Hospital Lenox Hill, Yves Duroseau, recibe la vacuna COVID-19 de la doctora Michelle Chester en el Centro Médico Judío de Long Island el 14 de diciembre de 2020 en New Hyde Park en Long Island, Nueva York.

Científicos, médicos y expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la Agencia Federal de Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), dijeron no estar de acuerdo con la aplicación de una tercera dosis de refuerzo de las vacunas contra el Covid-19.

Su postura la basan argumentando que, la segunda dosis contra el virus del coronavirus y sus variantes, entre ellas la Delta, altamente contagiosa, tiene un alcance de alta protección contra la infección, y que la administración de una tercera dosis de refuerzo estaría limitando el acceso a las inyectables a un sector de la población que al momento no ha recibido ni la primera dosis de alguna de las inyectables autorizadas en el país.

“El conjunto de pruebas acumuladas hasta el momento parecen mostrar que no hay necesidad de una tercera dosis en la población general, pues su protección contra la enfermedad grave es aún alta. Estas vacunas, que tienen un suministro limitado, salvarán la mayor cantidad de vidas si se administran a personas que tienen un alto riesgo de desarrollar una forma grave de COVID-19 y aún no se han vacunado”, escribieron desde el Reino Unido para la revista médica The Lancet.

Dos dosis son eficaces contra el Covid-19

De acuerdo con La Diaria, según informó el equipo liderado por la jefa de investigación de la OMS, Ana María Henao, las vacunas estudiadas logran tener un promedio de 95% de efectividad contra las versiones graves de la enfermedad y 80% contra la posibilidad de contraer la infección en todas las variantes conocidas hasta el momento.

Según los organismos de salud, entre sus conclusiones se pudo establecer que países que avanzan en el proceso de aplicación de una tercera dosis de refuerzo, como Uruguay, no han presentado estudios que demuestren que el suministro de las dos dosis de las vacunas este disminuyendo su capacidad de inmunidad contra el virus del Sars Cov 2, que es el objetivo principal de las vacunas.

En este sentido, los investigadores aseguran que “dada la cantidad limitada de vacunas disponibles, “se salvarían más vidas si se las damos a quienes tienen un mayor riesgo de sufrir Covid-19, que son aquellos que aún no han recibido ni una dosis”.

“Si las vacunas se implementan donde serían más beneficiosas, podrían acelerar el final de la pandemia al inhibir la evolución de variantes”, añadieron.

Explican los autores del estudio, que incluso si los niveles de anticuerpos en los individuos vacunados disminuyen con el tiempo, esto no indica que necesariamente se reduzca la eficacia de las vacunas, pues la protección contra la enfermedad grave, dicen esta mediada, no solo por respuestas de anticuerpos, que pueden ser de duración relativamente corta para algunas vacunas, sino, también por respuestas de memoria e inmunidad mediada por células, que generalmente tienen una vida más larga.

De hecho, el informe afirma que, si finalmente se van a utilizar dosis de refuerzo, será necesario identificar circunstancias específicas en las que los beneficios superen los riesgos.

Los científicos expresaron que “la evidencia actual no parece mostrar la necesidad de un refuerzo en la población general, en la que la eficacia contra enfermedades graves sigue siendo alta”.

Dijeron que, según France 24, “la evaluación de riesgo-beneficio debería considerar la cantidad de casos graves de Covid-19 que se esperaría que prevenga el refuerzo, y si es seguro y efectivo contra las variantes actuales”.

“Cualquier decisión sobre la necesidad de un refuerzo o el momento del refuerzo debe basarse en análisis cuidadosos de datos clínicos o epidemiológicos adecuadamente controlados, o ambos, que indiquen una reducción persistente y significativa sobre la enfermedad grave”, escribieron los científicos en la revista médica.

Por su parte, de acuerdo a El Economista, que incluso sin que se pierda la eficacia de la vacuna, un mayor éxito en la administración de vacunas a grandes poblaciones conducirá inevitablemente a un aumento de la cantidad de personas vacunadas, a una disminución de la cantidad de personas no vacunadas y, por lo tanto, a una proporción cada vez mayor de todos los casos que serán casos innovadores, especialmente si la vacunación conduce a los cambios de comportamiento en los vacunados.

Finalmente, estos establecimientos reconocieron la importancia de una dosis de refuerzo en personas inmunodeprimidas, pero pidieron a los gobiernos mirar hacia un futuro, advirtiendo que, de aprobarse una tercera dosis general, lo más conveniente es que fuera una versión diferente a la inicial, enfocada a combatir nuevas formas del virus que fueran de más resistencia a los fármacos actuales.

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